El fin de la moratoria de las hipotecas amenaza con desatar los impagos, según el Banco de España
La institución asegura que si no se aprueban nuevas medidas se corre el riesgo de que el aumento de la mora se concentre a partir del momento en que venzan las actuales medidas, para muchos a finales de septiembre
La morosidad soportada por la banca española se ha visto contenida estos meses de pandemia. Pero esta situación no será eterna. El Banco de España , en un artículo analítico publicado hoy, destaca que si no se introducen nuevas medidas, los impagos podrían dispararse una vez decaigan las moratorias aprobadas, como en el caso de las hipotecas.
La moratoria hipotecaria, por ejemplo, termina a finales de septiembre, así como la de los alquileres. Esta situación podría desencadenar un incremento de la tasa de mora concentrado en los primeros meses en forma de impagos de los préstamos para vivienda. Asimismo, el supervisor bancario también pone el acento en el aumento de la mora cuando finalice el periodo de carencia de los avales del ICO establecidos por el Gobierno, que ascienden a 100.000 millones de euros destinados a liquidez y de otros 40.000 millones con la inversión como finalidad.
Sin embargo, que la moratoria del Gobierno termine a finales de este mes no significa que todos aquellos con préstamos sobre vivienda vivos vayan a dejar de abonarse de inmediato. La razón: que a la moratoria legal se le suma la sectorial, una iniciativa de los bancos para extender a 12 meses en total -entre ambas- el plazo por el que no habría de pagarse el crédito. Para beneficiarse de esta medida, menos restrictiva que la del Ejecutivo, previamente ha de ser solicitada por el titular del préstamo.
En el caso de la medida estatal, a cierre de agosto se habían realizado 269.012 solicitudes, de las cuales se había dado curso a 226.644. El saldo vivo pendiente de amortización de los préstamos suspendidos superaba los 20.300 millones de euros. Y en el caso de las solicitudes de moratoria sectoriales alcanzaban las 731.667, habiéndose dado curso a 666.699, con un saldo pendiente de 25.700 millones de euros.
Cobertura de dudosos
«La ratio de cobertura de los créditos dudosos (porcentaje del crédito dudoso cubierto con provisiones) del sector privado residente aumentó durante el último año en todos los sectores institucionales, hasta alcanzar en junio de 2020 el 43,7% (40,9% un año antes). Este aumento fue más acusado en el último trimestre, como resultado de las mayores provisiones realizadas por las entidades de depósito (4,9% en tasa de variación intertrimestral) en anticipación del previsible deterioro adicional del valor de los créditos dudosos a sociedades no financieras y hogares ante las perturbaciones económicas provocadas por la pandemia de Covid-19», señala el Banco de España. Los riesgos en la banca están bien cubiertos ante este tipo de contingencias, pero no evitará el golpe que esto supondrá a nivel social. Vuelta los impagos como en la anterior crisis económica.
Las pymes son las que más han acudido a los avales del ICO para tratar de mitigar el efecto de la crisis
Así las cosas, el supervisor reconoce que las medidas implantadas como los avales públicos o moratorias han ayudado a mitigar el golpe temprano de la crisis. Si bien expertos y empresarios creen que lo peor todavía está por llegar, cuando los ERTE se conviertan en ERE y comiencen a aflorar también las quiebras de empresas.
En línea con la concesión de créditos con garantía ICO, el Banco de España hace hincapié en que han sido las pymes las que más han recurrido a estas líneas, frente a las grandes empresas que, por su diversificación, pueden haber optado por financiarse con emisión de valores de renta fija .
Aun así, llama la atención también el elevado peso que han tenido los avales en los préstamos a compañías con mayor riesgo de impago. «El peso de la línea ICO ha sido comparativamente más elevado en aquellos segmentos de empresas con peores condiciones de acceso al crédito: pymes (64%), compañías que operan en sectores más afectados por la crisis sanitaria (60%) y empresas más arriesgadas según su probabilidad de impago (65%). Por el contrario, los avales públicos se han utilizado en menor medida en las operaciones de financiación de las empresas grandes y las menos arriesgadas, para las que el peso del crédito de la línea ICO se situó en el 36% y en el 38%, respectivamente», reza el artículo.
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