Se busca «pardillo» para la silla «fake» de reconstrucción
El manual de Iván Redondo incluye la máxima de si puedes copiar para qué innovar. Y ahí está dándole vueltas a la silla única empresarial, cual Italia con Colao, para la reconstrucción de España. ¿Algún voluntario? Operación de marketing para tener a un pimpampum
«SI quieres solucionar un problema, nombra un responsable; si quieres que el problema perdure, nombra una comisión». Esta frase, atribuida a Napoleón Bonaparte , viene como anillo al dedo estos días. Mirando de reojo siempre, eso sí, a Italia, nuestro «espejito, espejito mágico...». Y mientras el presidente Sánchez entretiene a la oposición con el pacto de una comisión, busca a su Vittorio Colao autóctono, responsable para la reconstrucción empresarial española poscoronavirus.
Italia tuvo la idea, y la España del plagio, como en todo lo demás, se apresura a fotocopiar. O lo intenta. Ni quince días hace que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte , nombraba al exdirector ejecutivo del grupo Vodafone como coordinador del equipo de expertos que hará frente a la recuperación gradual y progresiva de las actividades en su país, cuando aquí se le encendió la luz al creador de decálogos grabados a fuego. Y como el manual de Iván Redondo incluye la máxima de si puedes copiar para qué innovar, pues ahí está dándole vueltas a la silla única del empresariado para la reconstrucción de España.
¿Algún voluntario en el horizonte? Pues, cuidadito que en La Moncloa no se andan con chiquitas, porque deberían saber los rasputines que coquetean con la idea desde enmoquetados despachos del Ibex que hace falta un doble buen sentido con quien no lo tiene. Muy especialmente aquellos que piensan a la antigua y quieren gustar a la moderna. Además, no faltan quienes se darán codazos por ocupar esa butaca «fake» empresarial de una reconstrucción que no será tal, pero también hay quienes habrán de percibir el peligro de una silla que tornará en eléctrica, en el fatal acomodo que algunos han diseñado como estación Termini de algún otro, como el mal menor con el que habría de conformarse el desdichado que mordiera el anzuelo.
En Italia , el elegido es un experto gestor que desarrolló gran parte de su carrera en Vodafone. Y no es casualidad porque las telecomunicaciones se antojan uno de los sectores clave en la conectividad en época de confinamiento y en la vuelta progresiva a la normalidad de las actividades económicas. Aquí, será otro cantar, y no precisamente anónimo como el de mio Cid, si bien se antoja una hazaña tan heroica y épica como las de nuestro Rodrigo Díaz de Vivar, el Campeador . Reconstruir una España que ya estaba resquebrajada antes del Covid-19, y a la que el virus solo ha roto en pedazos como un espejo partido en mil esquirlas donde se reflejan Torra, Junqueras, Puigdemont...
Quizás por eso lo de «copietear» la silla única: y que el elegido se siente y espere a que venga el dinero llovido del cielo de Europa. Ese paraíso que el vicepresidente segundo español quiere asaltar para que jueguen felices los niños y niñas mientras les llega la renta mínima universal. El «tu dame la pasta que yo me lo gasto cómo y cuándo me dé la gana». Definición de solidaridad según el PSOE de Sánchez y Cía. Por eso mejor encargarle tal función a un, digamos, «pardillo reconstructor» , porque con un déficit del 120% a vista de catalejo, pero más cerca que lejos, los recortes tendrán que ser salvajes (pensiones, funcionarios, salarios, empleos...). Una especie de mentira disfrazada, una operación de marketing para tener a un pimpampum y ellos seguir a lo suyo.
Eso es lo que tiene descubrir el dedo malo, que todos los golpes van a parar ahí. La malicia siempre hiere donde más duele. Detrás de la operación «Colao español» puede que no haya más que un trampantojo, más un quítate tú para ponerme yo. Y luego, ya se sabe, el que se fue a Sevilla perdió su silla y si te he visto no me acuerdo. César ganó el cerco de Alesia y se puso la corona de laurel no por tener un ejército superior sino por entender la importancia crítica del asedio, por el virtuosismo en el manejo del gladius y la dolabra romana y un endiablado juego de fosos y púas.
Y abierto el melón de las nacionalizaciones en Europa, solo queda esperar. Permanentes o no, he ahí la cuestión. Desde el lunes, Competencia europea tiene la propuesta de España, vía carta de Calviño. Si ha ganado el pulso o no al «vice» segundo español se verá, si no, la conquista empresarial será coser y cantar . Chavismo o peronismo puro y duro.
Iglesias sabe de esto, y muy bien, porque lo ha estudiado -e interpretado como solo ellos, los suyos, saben hacerlo-, que el cielo no se toma por consenso , sino por asalto. Cuanto más azúcar más dulce. Y como los sueños de altos vuelos hay que financiarlos, qué mejor que incluir un banco en la onírica ruta. Entre Madrid y Bilbao andan ojo avizor. Y en esas estamos, con poco de consenso y mucho de asalto. Y si del mismo viaje se recupera al PNV para la travesía ofreciéndole el primer sillón de la entidad resultante, pues miel sobre hojuelas y todo queda en casa, que ya se sabe que son tiempos de arrimar, no el hombro sino el ascua a su sardina.
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