ESPECIAL EMPRESAS CON PROPÓSITO

Lidl, un compromiso compartido para un mañana mejor

Pionera en España en la eliminación de las bolsas de plástico y el bienestar animal, impulsa entre sus proveedores las mejores prácticas en sostenibilidad

Michaela Reischl, directora de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de Lidl en España, en el último encuentro con gran parte de sus colaboradores (Partner Conference) ABC

Juan Carlos Valero

El compromiso por la sostenibilidad medioambiental, social y laboral de Lidl no es reciente ni obedece a ninguna moda o plan de marketing. Las múltiples acciones que esta cadena de distribución realiza en nuestro país se enmarcan en un eje estratégico que denomina «Comprometidos con el mañana». Un compromiso con el que aspiran a mejorar el entorno desde su responsabilidad como empresa y que empieza a través de una colaboración permanente con sus proveedores.

«No entendemos otra forma de hacer las cosas si no es de manera sostenible», afirma Michaela Reischl, directora de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de Lidl en España. Además de mejorar la composición y la presentación de los productos que venden, la empresa vela por la aplicación de buenas prácticas a lo largo de toda la cadena de valor , desde el propio campo o huerta, donde son los compradores número uno en frutas y verduras en nuestro país, hasta la fabricación en la industria agroalimentaria. Como ejemplo de la permanente colaboración que mantiene la enseña con sus colaboradores para cumplir los objetivos comunes de sostenibilidad, Lidl realiza un encuentro anual con los eslabones de la cadena de valor (proveedores, ONGs, certificadoras, etc. ) para compartir novedades y experiencias y transmitirles su visión de sostenibilidad.

Compartir objetivos

Unos encuentros, como el realizado hace un mes en la Partner Conference por videoconferencia, en los que la firma traslada sus objetivos para hacer partícipes a los productores y los hagan también suyos contribuyendo a conseguirlos en toda la cadena. De esta forma, distribuidor y fabricante o agricultor trabajan mano a mano para lograr unos objetivos de sostenibilidad que se convierten en comunes. Solo así se logra, por ejemplo, que granjas españolas de gallinas ponedoras de huevos realizaran en el año 2014 importantes inversiones para transformar y ampliar sus instalaciones de forma que los animales dejaran de estar enjaulados. Cuatro años después, en 2018, Lidl fue el primer supermercado en retirar los huevos de gallinas enjauladas.

La compañía ha logrado así convertirse en la cadena de referencia en España en materia de sostenibilidad, por su carácter pionero no solo en favor del bienestar animal, que extendió a la leche de vaca de pastoreo, sino también en la reformulación de los alimentos a partir de la complicidad de sus proveedores de la industria agroalimentaria para lograr que tengan menos azúcar y sal, por ejemplo y que las materias primas también tengan un origen sostenible, en algunos casos, con certificado de buenas prácticas agrícolas o pesqueras, como por ejemplo la anchoa del Cantábrico.

También Lidl ha sido pionera en España en la retirada de las bolsas de plástico , un compromiso medioambiental que ha impulsado mediante la implantación en sus 600 tiendas de la bolsa de malla reutilizable para fruta y verdura. Tampoco vende ya artículos de plástico de un solo uso y sigue rediseñando los envases para reducir el gramaje. Se trata de una estrategia global que Lidl lleva impulsando desde hace años con el objetivo principal de reducir el uso del plástico al menos un 20% y garantizar la reciclabilidad del 100% de sus envases hasta 2025, adelantándose así en cinco años al marco normativo de la UE.

Como los mayores compradores de fruta y verdura española para distribuirla por sus 11.000 tiendas en 32 países del mundo, Lidl tiene desplegadas por España diez plataformas logísticas que también son las más «verdes » y junto al resto de medidas adoptadas ha conseguido reducir un 30% su huella de carbono logística. Lo mismo ocurre con la leche. Desde 2016, la compañía solo comercializa leche de origen cien por cien nacional y trabaja con más de mil granjas y pequeños ganaderos, de los que exporta 4 millones de litros a sus tiendas en Portugal.

Recogida de alimentos

En el ámbito del desperdicio alimentario, desde 2014 la cadena promueve la donación a los bancos de alimentos y ONGs directamente desde las tiendas. Ya en el año 2012, Lidl fue la primera cadena española que puso en marcha una recogida de alimentos, iniciativa que constituyó el precedente para que, posteriormente, la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) organizara lo que se ha consolidado como la Gran Recogida, involucrando al resto de supermercados nacionales y en la que Lidl colabora cada año. En la edición de 2020 ha recaudado 600.000 kilos de alimentos para las familias más necesitadas , que se repartieron por los 54 Bancos de Alimentos de toda España.

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