Javier Campo (AECOC): «Una comisión parlamentaria no es lo mejor para recuperar la economía»
El sector, preocupado porque el desempleo puede reducir el gasto de los consumidores españoles en los próximos 18 meses
La asociación AECOC celebrará el próximo 18 de junio su asamblea general para valorar los efectos de la pandemia y plantear un nuevo plan estratégico para seguir adaptando el sector de gran consumo a la demanda de los consumidores. Javier Campo , presidente de AECOC, subraya el enorme trabajo realizado por el sector durante el confinamiento, junto a otras actividades privadas como la energética, logística, e-commerce, que han sido esenciales para garantizar el bienestar.
¿Son héroes de la pandemia?
Nuestro sector ha hecho un gran trabajo para asegurar el abastecimiento en momentos de gran tensión por los fuertes incrementos de la demanda, además de adaptar las medidas de seguridad e higiene para garantizar la salud de los clientes y trabajadores.
¿Ha sido eficiente el suministro?
España, junto con Canadá, han sido los países con menos «roturas de stock» durante el confinamiento, con un nivel del 7%, lo que demuestra que tenemos una de las distribuciones agroalimentarias más eficientes del mundo.
¿Cómo afrontan la nueva realidad?
Con mucha responsabilidad para evitar rebrotes y para que los clientes recuperen la confianza. También estamos preocupados porque la situación económica y el desempleo puede llevar a reducir el gasto de los consumidores en los próximos 18 meses.
¿Y cuando coincidan las dos gripes?
No se puede repetir afrontar otro rebrote con soluciones de la edad media, como el confinamiento. Debemos prever sistemas de alerta temprana, trazabilidad de contagiados, que el sistema sanitario esté preparado, etcétera.
«España, junto a Canadá, han sido los países del mundo con menos rotura de stock de suministros durante el confinamiento»
¿Cuándo recuperaremos el nivel de la economía de 2019?
Las estimaciones apuntan al tercer trimestre de 2022, porque esta crisis es muy severa, pero debería ser temporal.
¿Seremos el último país de la UE en salir de la crisis por la dependencia del turismo?
Y también porque vamos con retraso en la recuperación del turismo con respecto a países que son nuestra competencia. Mientras nosotros aún lo estamos debatiendo, Grecia ha destinado 24.000 millones de euros a su turismo y restauración, Francia 18.000 e Italia 55.000.
¿Ve desbocado el desempleo?
Me temo que cuando se retiren los salvavidas de los ERTEs vamos a tener más de 4,5 millones de personas en paro a finales de año, lo que supone alrededor del 21% de desempleados.
¿Cómo evitar tanto paro?
Siempre se reduce con crecimiento económico. Los años 2020 y 2021 debemos contemplarlos como un ejercicio de 24 meses. En 2021 se producirá un rebote de la economía y ayudará a paliar la situación del desempleo.
¿Cómo ve la respuesta europea?
Esta vez ha estado a la altura, tanto por la rapidez en la respuesta como en el volumen de las ayudas. El BCE ha sido esencial para controlar las primas de riesgo y evitar tensiones por posible fragmentación del euro.
¿Teme la letra pequeña?
En algún momento exigirán poner en orden nuestras cuentas públicas y que se reduzcan los déficits estructurales. También habrá que anticipar reformas necesarias, como las pensiones. Deberíamos hacer los deberes antes de que nos lo impongan.
¿Y la respuesta del Gobierno?
En el plano económico, los créditos con avales ICO se han gestionado bastante bien y han parado el primer golpe a las empresas, pero habrá que ver si 100.000 millones será suficiente. En cuanto a la recuperación económica, una comisión parlamentaria no es el mejor instrumento, porque es lenta y suele ser poco eficiente. Habrá que ver qué se hace con asuntos claves como la reforma laboral, porque derogarla sería contraproducente, aunque sí cabe mejora.
¿En qué beneficiará la ayuda europea al sector del gran consumo?
Debe dirigirse a los sectores más afectados por la crisis, como el turismo, restauración, moda, ocio, etc., mediante ayudas masivas para evitar daños estructurales severos. En general, deben ayudar a que los sectores que la reciban se modernicen para que sean más sostenibles y digitales.
El endeudamiento y déficit se dispara. ¿Queda margen de maniobra?
A corto plazo no habrá problema porque lo va a financiar el BCE, pero a partir de 2021 van a exigirnos las reformas estructurales que necesita la economía española para reducir el déficit estructural, que antes del Covid-19 ya era excesivo.
¿Sanear las cuentas públicas españolas requerirá mayor presión fiscal?
Va a hacer falta una reforma fiscal que asuma, por la vía de impuestos, parte de la factura a pagar, pero también hay que revisar las pensiones y los sistemas de subvenciones poco justificados y mal gestionados. Además de la fiscalidad, también habrá que revisar el gasto, porque hay que gastar más con criterios de eficiencia y no solo con criterios políticos.
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