El ingeniero de Porsche señalado por el «dieselgate» abandona la empresa

El ex director de I+D de la marca deportiva de Volkswagen, Wolfgang Hatz (57), ha dejado el grupo a petición propia

Una remesa de vehículos Porsche aparcados en una planta del grupo en Leipzig (Alemania) AFP

J. -P. JOFRÉ

Uno de los más brillantes ingenieros de la industria alemana del motor ha dejado su puest a Porsche. El ex director de I+D de la marca deportiva del grupo Volkswagen (VW), Wolfgang Hatz (57), abandona la empresa a petición propia informan desde Wolfsburgo. Hatz que fue nombrado apenas asumió el ex CEO de VW Martin Winterkorn en 2007 era miembro de la junta directiva de la marca alemana. El consejo de supervisión de Porsche ha nombrado como sustituto a Michael Steiner, de 51 años, quien hasta ahora dirigía el control de calidad en el centro de desarrollo de la empresa.

Hatz fue suspendido de sus funciones al iniciarse las investigaciones por el «dieselgate» en septiembre mientras era indicado como uno de los dos ingenieros involucrados directamente en la instalación del software que falsea las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) . Junto al jefe de ingenieros de Audi Ulrich Hackenberg y a Heinz-Jakob Neusser –ambos también suspendidos–, Hatz fue uno de los asesores directos de Winterkorn. Hatz y Hackenberg habrían decidido instalar el software al constatar que era imposible cumplir las promesas de venta de motores diesel con aquel nivel de emisiones de NOx.

Científicos californianos descubrieron en 2015 que vehículos de VW emitían en carretera cuarenta veces más gases que en las pruebas de homologación, lo que llevó al fabricante alemán a reconocer que a nivel mundial unos 11 millones de sus coches diesel llevaban un software –desarrollado por ingenieros de Audi en 1999 y adoptado por VW (ya en 1995, según el diario «Handelsblatt»)– que detecta si el coche pasa por una prueba cambiando el régimen del motor para que emita menos gases nocivos: el «dieselgate» llevó a VW a perder en dos o tres semanas un 40% de su capitalización bursátil y recortará alrededor de 3.000 empleos en sus oficinas de Alemania antes de 2018.

Según el diario «Bild», Hatz y Hackenberg trabajaban desde 2005 en la central de VW en Wolfsburgo desarrollando el motor EA189 que estaba a punto de comenzar a ser producido en serie. Al no encontrar una fórmula que les permitiera cumplir tanto con los límites de emisiones como el marco de costos recurrieron al software para evitar la paralización de la producción. El ingeniero trabajó entre 2001 y 2009 en el desarrollo de motores del consorcio, primero en Audi, luego en VW.

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