La hostelería aún no sufre el mal trago de la desaceleración
La actividad, muy sensible al clima económico, creció un 3,1% en 2018, pero el sector advierte del peligro de la incertidumbre política y la crisis catalana
El sector de la hostelería español continúa teniendo un peso importante en la economía nacional, representado un 6,2% del PIB. En el 2018 los 314.311 establecimientos registrados facturaron 123.612 millones de euros (un 3,1% más que el curso precedente) y dieron empleo a 1,7 millones de trabajadores , tal y como destaca el Anuario de la Hostelería de España 2019. En el sector hay motivos para estar satisfechos, sobre todo porque «estamos en un remonte positivo de la cifra de negocios y se ha olvidado la crisis», señaló Emilio Gallego , secretario general de Hostelería de España, durante la presentación del informe.
Sin embargo, no faltaron los mensajes de inquietud por el impacto que la desaceleración y la incertidumbre puedan tener en una actividad muy sensible a la evolución de la conyuntura econonómica. La situación de inestabilidad que vive Cataluña tambien se traduce en cifras, donde el sector ha crecido un 1,5% frente al ritmo del 6% al que lo hace Madrid.
«Probablemente Cataluña pierde peso, pierde oportunidad de crecimiento aún mayor», asegura Emilio Galllego sobre el impacto del pulso secesionista. Pero no parece que haya motivos para que salten las alarmas. En líneas generales este año el crecimiento estable se mantiene . Entre enero y septiembre la facturación de las actividades cosechó un aumento del 3,9% respecto al mismo periodo de 2018. Pero en el sector también se habla algo de desconfianza y reconocen que la inestabilidad política afecta . «Estamos en una situación atípica, esperamos que se resuelva. Este sector es muy sensible, un ecosistema compuesto con muchas empresas y se deben tomar medidas en los desequilibrios que existen», advierte Gallego.
Desde Hostelería de España recuerdan que la recuperación del sector se está produciendo de forma muy desigual en todo el territorio nacional. «Canarias y Baleares se han recuperado muy bien, zonas con fuerte demanda turística internacional», indicó el secretario general. Sin embargo, «La Rioja, Castilla León, Castilla La Mancha y Asturias siguen todavía en negativo», añadió. Es decir, las empresas pierden capacidad de producción pero son rentables.
Del referido peso del 6,2% del PIB que representa la hostelería, un 4,7% procede de los servicios de restauración y un 1,5% del alojamiento. No obstante, a pesar del aumento de la facturación, este peso en el PIB nacional ha bajado un punto respecto al 2017 debido al reajuste de las diferentes actividades y al mayor control de la economía sumergida.
Entre los datos más positivos del sector se encuentra el del empleo, que vuelve a batir récord con 71.000 contratados más en hostelería que el año anterior. Y el máximo de ejemplo se obtuvo en los meses de verano, julio y agosto, que se superó por vez primera la cifra de 1,8 millones de trabajadores. En la rama de la restauración se superaron los 1,3 millones de empleos y en las actividades de alojamiento los 400.000. La ocupación aumentó en ambas ramas aunque fue mayor en el subsector de la restauración. La media de empleo alcanzada en hostelería respecto al conjunto de la población ocupada española fue del 8,8% en 2018. Es por tanto la tercera posición de empleo por detrás del conjunto de la industria (12,8%) y el comercio (15,6%). En el aspecto laboral también se mencionó el peso de los autónomos que volvieron a evolucionar de forma positiva con un aumento del 6,4%. Son un total de 333.550 trabajadores y representan el 19,5% del empleo del sector.
Un 24,8% de los trabajos son a tiempo parcial , algo que para la Hostelería de España refleja el papel de estas empresas en contratar «personas con mayores dificultades de inserción laboral como son los demandantes de un primer empleo, quienes quieren compatibilizar con otras actividades o buscan una remuneración extra», matizó Emilio Gallego.
Por su parte, José Luis Yzuel , presidente de Hostelería de España, recordó que uno de los mayores retos del sector «es el del personal y la formación». Quieren tener plantillas más formadas con una formación más adecuada, «corta, intensa, permanente y flexible», a la vez que ser «más atractivos desde el punto de vista laboral».
Cierre de bares
Los bares son los establecimientos más numerosos del sector aunque llevan años en descenso. «Desde 2010 entre 2.000 y 3.000 bares cierran cada año», recordó Gallego. En 2018 mantuvieron el ritmo de caída del año anterior, que en los últimos ejercicios se había suavizado y no llega al 1%, sumando 183.306 establecimientos (1.124 menos que el año anterior). Los bares suponen algo más del 58% de los establecimientos del conjunto del sector hostelero y a pesar de descender en número, su producción aumentó de forma moderada (un 0,2%) hasta los 36.289 millones de euros.
«Se está produciendo una verdadera reestructuración del sector, independientemente de la situación económica española. Cierran establecimientos de pequeño tamaño y abren restaurantes», detalla Emilio Gallego.
Los restaurantes están por detrás en volumen, con cerca de 79.000 establecimientos, un 3,1% que en 2017. El peso de estos locales en el conjunto de la hostelería supera el 25% y supone el mayor porcentaje de la producción, con algo más de 47.000 millones de euros, un 3,9% más.
Nuevas tendencias
«Somo el sector que más felicidad vende y el escaparate de lujo del primer sector. Nosotros decidimos a qué sabe España. Sabe bien y cada vez mejor», quiso destacar el presidente de Hostelería España. «Diversidad y flexibilidad, dos sectores que nos definen», añadió. José Luis Yzuel abordó también las nuevas tendencias del sector que «demanda salud, comida saludable, sostenibilidad y relacionarse mejor con el clima».
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