El Gobierno podrá pedir hasta 24.000 millones que tendrá que justificar
El Eurogrupo activa el mecanismo del MEDE que proporciona créditos a bajo interés pero solo para cubrir gastos sanitarios derivados del Covid-19
El Eurogrupo, es decir, la reunión de los ministros de Economía de la zona euro, acordó ayer poner en marcha a partir del primero de junio el mecanismo de préstamos masivos a los países que lo soliciten a través del fondo de rescate (el MEDE) . Cada país puede pedir hasta un máximo del 2% de su PIB a un interés muy ventajoso y devolverlo en diez años con la única condición de que ha de ser destinado a los gastos sanitarios «directos e indirectos» asociados a la pandemia del Covid-19. El acuerdo ha de ser sometido todavía a los procedimientos nacionales de ratificación, que en el caso de dos países esenciales como Holanda y Alemania incluye una votación parlamentaria. También ha de ser adoptado formalmente por la junta de Gobernadores del MEDE. En todo caso, se da por supuesto que el dinero estará disponible a partir del próximo 1 de junio para los países que lo soliciten.
España podrá pedir hasta 24.000 millones de euros, con desembolsos por tramos que deberán ser justificados sucesivamente ante las autoridades europeas. La única condición es que los gastos para los que se destinen estén relacionados «directa o indirectamente» con el coste sanitario de la pandemia del Covid-19 en análisis que se realizarán cada vez que se solicite un nuevo desembolso. Formalmente, el Gobierno español mantiene que se siente cómodo acudiendo por su cuenta al mercado de capitales, gracias a la intervención del Banco Central Europeo (BCE) que mantiene sus operaciones de compra indirecta de deuda, lo que retiene los tipos de interés. Sin embargo, los préstamos a través del MEDE son aún más ventajosos y no subirán del 0,115% si el BCE mantiene a su nivel actual el precio del dinero, algo que es más que previsible.
Oficiosamente, fuentes del Ministerio de Economía han dado a entender que España ha trabajado para lograr « que los criterios de elegibilidad nos permitan llegar al 2% del PIB» , lo que significa que el Gobierno va a intentar justificar un máximo de gasto atribuido a las consecuencias «directas o indirectas» de la pandemia en el sector sanitario, puesto que «una vez que ha entrado en la caja única se puede considerar que el dinero va a todas partes» del sector público.
Los gobiernos podrán pedir el acceso al dinero del MEDE hasta el 31 de diciembre de 2022 , aunque el plazo podría prorrogarse si la situación económica de la eurozona lo aconseja por dos periodos más de seis meses. Una vez aprobada la solicitud, el gobierno que lo haya pedido tendrá un plazo de doce meses para gastar el dinero y justificarlo, o de lo contrario deberá renunciar a ello.
El presidente del Eurogrupo, Mário Centeno , y el comisario de Economía, Paolo Gentiloni , junto al director gerente del MEDE, Klaus Regling , intentaron ayer explicar en una catastrófica rueda de prensa telemática que pedir este tipo de crédito no representa en modo alguno un rescate como los que se decretaron en la anterior crisis financiera. La explicación e staba dirigida sobre todo a Italia , donde la opinión pública contempla la posibilidad de que el Gobierno pida esta asistencia poco menos que como una humillación intolerable, aunque también al Gobierno español que será el otro gran beneficiado de este mecanismo.
Mário Centeno dijo claramente que «no es ningún estigma para ningún país , está disponible para todos con unas condiciones normales y no hay ninguna especie de troika. Esto es muy importante enfatizarlo». Es decir, que este dinero no está condicionado a ningún tipo de reformas estructurales sino que el único requisito será que los fondos se podrán utilizar exclusivamente para financiar gastos «directos o indirectos» de origen sanitario. «Sobre la condicionalidad, no podemos ser más claros en que sólo hay un requisito» , dijo el comisario Paolo Gentiloni, que sin embargo, será el encargado de determinar si está justificado tal o cual gasto en el amplio concepto de «gasto sanitario relacionado» con la epidemia. Tampoco habrá sanciones en caso de que la Comisión Europea considere que se trata de dinero que no está relacionado con la pandemia, pero el mecanismo prevé que en caso de que la Comisión dictamine que hay un concepto que se sale de los criterios, podría negar el desembolso del siguiente tramo.
La cuestión que subyace será, efectivamente, si hay gobiernos que se vayan a aprovechar de esta «manga ancha» en la definición de las consecuencias sanitarias del coronavirus. Queda por ver, por ejemplo, si se puede considerar que los efectos del confinamiento son gastos atribuibles al «coste sanitario» de la lucha contra la epidemia, que es un ejemplo que se ha escuchado en el discurso oficioso de un alto cargo del Ministerio de Economía. La predisposición, en todo caso, es bastante flexible porque como dijo Centeno, «la recesión será profunda y eso es inevitable , pero tenemos que asegurar la igualdad de condiciones»,
Los ministros también abordaron por primera vez las consecuencias de la sentencia del Tribunal Constitucional alemán que pone en duda la legitimidad de las compras de deuda por parte del BCE. Centeno se limitó a decir que los ministros habían destacado que la legislación europea prevalece sobre las leyes nacionales , en línea con un comunicado extraordinario del propio Tribunal Europeo de Justicia que advierte solemnemente de que «las divergencias de los Tribunales nacionales ponen en peligro la unidad del orden legal y la seguridad jurídica en la UE».
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