La Generalitat «declara la guerra» a bares y restaurantes

La nueva vuelta de tuerca en las medidas restrictivas solo afecta a estos locales

Conocido bar en la capital catalana EFE

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El comentario era ayer unánime entre el sector de la restauración catalana. Ante el repunte de casos de Covid-19 en la comunidad, el Gobierno catalán no se ha atrevido a arruinarle las fiestas a las familias y han acabado pagando el pato los de siempre, bares y restaurantes. Después de semanas de levantar la bandera de las medidas más restrictivas en España, incluso cuestionando a otras regiones con políticas más laxas, la Generalitat de Cataluña sorprendió ayer con un nuevo paquete de medidas que, en la práctica, nada modifica con respecto a las ya vigentes . La única variación sustanciosa es la que atañe a la restauración y la hostelería, que después de meses de medidas cambiantes, ayer conoció que a partir del próximo lunes únicamente podrán servir desayunos y comidas, con un horario limitado de 7.30 a 9.30 horas para desayunos, y de 13.00 a 15.30 horas para comidas, mientras que las cenas solo se podrán ofrecer con servicio de recogida en el local entre las 19 y las 22 horas, y con reparto a domicilio hasta las 23 horas.

Facturación en cenas

La medida cayó como un mazazo, en tanto que la mayoría de locales concentran el grueso de su facturación en las cenas. Sin medias tintas, el Gremio de Restauración de Barcelona calificó como una «declaración de guerra, desde hoy y hasta el 14-F» , fecha de las elecciones catalanas, lo que considera «un cierre encubierto» de bares y restaurantes. En un comunicado hecho público ayer, el gremio argumenta que el funcionamiento intermitente de bares y restaurantes durante 4,5 horas al día es «radicalmente inviable» y que «equivale a un nuevo cierre».

Las medidas adoptadas adquieren ante la proximidad de las elecciones una inevitable lectura política que los restauradores no dudaron en subrayar. «Esquerra tiene una obsesión enfermiza con el sector de la restauración», aseguró el gremio, a quien parece que «el departamento de Salud hubiera estado esperando que las cifras empeoraran para cerrar de nuevo bares y restaurantes». «El acoso que padecemos es intolerable», añadieron. Mientras que la presidencia en funciones y la Consejería de Salud permanecen en manos de ERC, el departamento de Empresa, a favor de una mayor apertura, está en manos de Junts. La trifulca política es imposible de ocultar. «No fueron capaces de anticiparse a la segunda ola y cerraron la restauración. No han sido capaces de anticiparse a la tercera ola y hoy imponen un nuevo cierre. ¿Cuándo piensan dimitir? », se preguntaba el Gremio de Restauración de Barcelona.

Cierre casi total

Desde la restauración catalana se ha visto con estupor como una región como Madrid alcanzaba una incidencia de Covid-19 similar a la catalana prácticamente sin haber cerrado locales. En contraste, el cerrojazo total en Cataluña, semitotal a partir del lunes, llevan la ruina al sector, denuncian. Desde el gremio se señala que unos 170.000 trabajadores catalanes del sector pasarán la Navidad con un ERTE, y que 50.000 profesionales autónomos no recibirán ningún tipo de ayuda .

En la misma linea, Fecasarm, patronal catalana de la hostelería y el ocio nocturno, acusó al Govern de «arruinar al sector de la restauración con restricciones arbitrarias y contraproducentes». La patronal asegura que los bares y restaurantes son espacios seguros y pide que se actúe sobre las actividades ilegales, argumentando que solo el 0,4% de los contagios notificados provienen de este sector, según cifras del Ministerio de Sanidad. Fecasarm califica de «inaceptable» la decisión de limitar las actividades de restauración exclusivamente a las franjas de desayuno y almuerzo por ser «arbitraria, desproporcionada, ineficaz y contraproducente».

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reclamó por su parte un plan de choque para que la paralización de la actividad no se traduzca en el cierre definitivo de los negocios. «Pagarán justos por pecadores», se reconoció desde el Colegio de Médicos en alusión a los bares, después de denunciar que apenas se ha sancionado por no llevar mascarilla en los locales cuando no se consume.

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