Ganaderos e industria estallan contra Garzón por su ataque al sector cárnico: «Rectificación o dimisión»

En opinión de UPA, las palabras del ministro son «torpes, miopes y pueden tener nefastos efectos en las exportaciones españolas de productos cárnicos»

El ministro de Consumo, Alberto Garzón ÁNGEL DE ANTONIO

Todos a una en contra del ministro de Consumo por el nuevo ataque a un sector de vital importancia para la economía española. Diferentes asociaciones de ganaderos y la principal patronal de la industria cárnica han estallado contra el responsable del Ministerio de Consumo, Alberto Garzón , por sus declaraciones contra las macrogranjas y la carne que se produce en España y se exporta a otros países. Las asociaciones ganaderas lamentan que se vuelva a atacar a este sector, una industria que mueve unos 27.000 millones de euros al año en nuestro país, da empleo directo a más de 500.000 personas y que registró unas ventas al exterior de productos cárnicos de unos 7.347 millones de euros en 2021, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura.

Precisamente, fuentes de este Ministerio que vuelve a quedar en una situación delicada, han defendido la «gran diversidad agronómica» de España y la aplicación de « los estándares de producción más exigentes del mundo». Además, han recordado, que Agricultura viene trabajando en la actualización de la normativa sobre las explotaciones ganaderas y que está en elaboración desde finales del año pasado un real decreto para regular y limitar el tamaño de las explotaciones del sector vacuno (carne y leche), para ser aprobado en las próximas semanas . En concreto, el proyecto de real decreto finalizó el pasado 10 de noviembre su periodo de consulta pública y se encuentra en plena elaboración con las aportaciones realizadas desde el sector productor y la industria.

Aparte de las críticas recibidas en el ámbito político, los sectores que se dedican a producir, transformar y exportar este producto han alzado su voz contra unas declaraciones que consideran como una nueva arremetida contra una de las principales ramas de la industria agroalimentaria española. La organización agraria UPA no dudó en exigir a Garzón que «rectifique o dimita tras un nuevo ataque a la ganadería» por sus respuestas en una entrevista en el diario británico «The Guardian». Por su parte, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) reclamó la destitución del ministro de Consumo por estar «continuamente atacando» al campo español. También la patronal Anafric, asociación empresarial de la industria cárnica, avisó con emprender acciones judiciales si el ministro de Unidas Podemos no rectifica sus declaraciones.

Garzón también enfadó a los fabricantes de alimentos compuestos para animales, quienes solicitaron una rectificación de las declaraciones del ministro. En línea con el resto de los sectores productores, Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Cesfac) mostró su «sorpresa e indignación» por las palabras del ministro.

En concreto, las declaraciones del ministro se centraron en criticar a las macrogranjas, a la industria intensiva y en describir la carne producida en ellas, y después exportada, como de «peor calidad». «Cogen un pueblo de la España despoblada, meten 4.000 cabezas de ganado, o 5.000 o 10.000, contaminan los suelos, contaminan el agua y después normalmente se exporta. Es una carne de peor calidad, es un maltrato animal además de lo que se produce y es un impacto ecológico descomunal y desproporcional», señaló Garzón en una entrevista publicada en el mencionado periódico el pasado 26 de diciembre.

Desde UPA calificaron estas palabras de «irresponsables y directamente falsas». «En España no hay animales maltratados, señor ministro», espetaron los ganaderos de UPA en el comunicado. En opinión de UPA, las palabras del ministro son «torpes, miopes y pueden tener nefastos efectos en las exportaciones españolas de productos cárnicos». Los ganaderos invitaron al ministro «a visitar distintas tipologías de granjas para que compruebe cómo trabajan los ganaderos españoles». Asimismo, recordaron que el titular de Consumo debería tener tareas mucho más urgentes e importantes como «la descarriada inflación, los desequilibrios en la cadena agroalimentaria y la necesidad de un etiquetado transparente que reconozca el origen de los alimentos, por citar solo tres».

Además, Asaja consideró «inadmisibles» las afirmaciones de Garzón y lo consideró como «otro capítulo más de la actitud de sectarismo del ministro«. La asociación también lamentó que se mantenga un ministerio «que está continuamente atacando a un importante sector como es el agroganadero y, por lo tanto, a los intereses de España».

Tampoco COAG ha ahorrado en críticas hacia el titular de Consumo y tacha sus declaraciones de «una imprudencia máxima y grave irresponsabilidad» . En este sentido, esta organización de productores tampoco cree que comer menos carne sirva para mitigar los efectos del cambio climático y reprochan a Garzón que ponga en duda la calidad de la carne española, que cumple con la normativa europea. «Echamos de menos que el ministro cuestione las importaciones de carne que llegan de terceros países y que no cumplen con las mismas exigencias que nosotros y que genera muchas más emisiones y problemas sobre el cambio climático», han concluido desde esta organización agraria.

Asimismo, Cooperativas Agro-alimentarias de España lamentaron que la actitud del ministro se parezca más «a la de un activista que a la de un miembro del Gobierno ». «Es especialmente grave y dañino, que en lugar de impulsar y construir un sereno debate nacional sobre el futuro modelo productivo del país, un ministro del Gobierno español realice acusaciones de tal gravedad, basadas en argumentos falaces, en un medio de comunicación extranjero», abundaron desde esta organización.

Unas 933.000 explotaciones

Por su parte, la patronal Anafric amenazó con recurrir a la Justicia si Garzón no da marcha atrás en sus declaraciones. «Nos vamos a reservar el derecho de emprender acciones judiciales si no hay rectificación. No podemos soportar más falsedades e injurias contra este sector», afirmó en conversación telefónica el presidente de Anafric, José Friguls. Según los fabricantes cárnicos, «son unas manifestaciones graves y totalmente falsas» y reiteraron que velan «con todo rigor por el bienestar animal al cumplir con la normativa y los controles». «No puede actuar de esta manera, representando al Gobierno de España, y sin ajustarse a la realidad».

La patronal cárnica también recordó al ministro de Consumo que la industria cárnica es el cuarto sector industrial en España con una cifra de negocio de 27.000 millones de euros en 2020 , más del 22% de todo el sector alimentario español. El em­pleo sectorial directo de las industrias cár­nicas, que es de unos 97.000 trabajadores, representa el 24% de la ocupación total de la industria alimentaria española.

Friguls incidió además en que con todo el PIB producido «se pagan infraestructuras, que utilizamos todos, o sanidad, por ejemplo». «Incluso, Sr. Garzón también se paga el sueldo con el que usted no hace más que desacreditar a España allá donde va», añadió.

La CEOE quiso mostrar su apoyo al sector ganadero-cárnico y envió su propio comunicado en el que dijo compartir la opinión de la patronal agraria Asaja. «Se trata de unas palabras inaceptables que dañan la economía y la reputación de un sector», ahondaron desde la patronal. Al mismo tiempo, los empresarios recordaron que es uno los sectores económicos más importantes de nuestro país, formado por 933.000 explotaciones agropecuarias, desde grandes empresas, hasta pymes y autónomos.

Los únicos que apoyaron ayer miércoles al titular de Consumo fueron las organizaciones ecologistas, cuyos responsables incidieron en los impactos medioambientes y sociales de la ganadería intensiva . Así, el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, señaló que la alternativa a este modelo es la ganadería extensiva y alertó de que las granjas pequeñas en España se están muriendo «por falta de apoyo y por falta de relevo generacional».

«Todos los esfuerzos van a la producción de carne rápida porque España se está convirtiendo en el Bangladesh de Europa , es decir, toda la producción de carne de cerdos, de pollos, de vacas que nadie quiere en Europa, porque la normativa ambiental y de derechos de los animales es muy estricta, se ha desplazado a España», remarcó Del Olmo.

En su defensa, el ministro de Consumo alegó este martes en la red social Twitter que «por motivos de espacio» el periodista del diario británico tuvo que excluir información de su entrevista e insistió en que «el bulo» sobre sus declaraciones en las que atacaba la carne que se exporta desde España ha sido impulsado por el «lobby de ciertas grandes empresas que promueven macrogranjas contaminantes».

Así lo ha explicado este martes Garzón a través de dos mensajes en su perfil de Twitter, donde incluyó la transcripción completa de la entrevista. «Aprovecho para publicar la transcripción completa de lo que dije en la entrevista , pues por motivos de espacio el periodista tuvo que excluir algunos elementos que hoy, al calor del bulo y la mentira que ciertos actores promueven, salen realzados», afirmó.

Tras la polémica desatada en verano, Garzón insistió en aconsejar a mediados de diciembre una reducción del consumo de carne y la compra de este producto en granjas pequeñas . En una entrevista en televisión, el titular de Consumo subrayó que se debe intentar que la carne proceda de ganadería extensiva y de granjas familiares por su «impacto neutro» en el medio ambiente y por razones laborales.

Asimismo, Garzón criticó que en las macrogranjas intensivas se concentran miles de cabezas de ganado «Reducir el consumo de carne mejora la salud individual y la salud del planeta», remarcó.

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