Las fusiones en la banca recortarán cerca de 15.000 empleos hasta 2019
Funcas estima que el sector financiero cerrará en cuatro años 3.000 oficinas más
Los ingresos no repuntan, y los tipos de interés siguen en mínimos, por lo que la única forma de que la eficiencia no se desplome es recortar gastos. Y si, además, se mantiene la «obligación» de seguir consolidando el sector... blanco y en botella : se antoja de obligado cumplimiento cerrar más oficinas y, por tanto, ajustar empleo. Y es que el sector financiero español, tal y como se insiste desde Bruselas, debe seguir «uniendo fuerzas» a través de más compras. Los expertos lo confirman. Así, según la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), las fusiones entre bancos en el sector financiero español para afrontar la reducción del negocio y poder hacerlo más rentable implicarán el cierre de unas 3.000 oficinas hasta 2019, lo que acarreará una lógica reducción de plantilla, estimada en 14.688 empleados.
Un ajuste que se une al ya realizado durante los años de crisis, sobre todo entre 2012 y 2015, como consecuencia de la oleada de fusiones vistas durante dicho periodo. En concreto, Funcas recuerda que el número de sucursales se redujo de 37.903 a cierre de 2012 hasta las 31.021 oficinas de 2015, con la consiguiente reducción de empleo desde los 231.389 trabajadores a los 194.688 del cierre del año pasado.
Ahora, con la nueva etapa de fusiones que se avecina, la banca española se verá obligada a reducir plantilla en los próximos cuatro años en un mínimo de 180.000 empleados, lo que dejará la red de sucursales del conjunto del sector en unas 28.000 oficinas.
Ajustes en las siete grandes
Según datos del sector analizados por ABC, en los últimos cinco años, las siete mayores entidades financieras españolas se han visto obligadas tanto a absorber o comprar bancos de menor tamaño como a tener que hacer ajustes tras «digerirlas». En concreto, La Caixa, que en 2012 contaba con un total de 32.625 empleados y 6.342 oficinas, tras absorber Banca Cívica en 2012 y Banco Valencia en 2013, cerró 2015 con 32.242 trabajadores en plantilla (383 empleados menos que en 2012) y 5.211 oficinas (1.131 menos que tres años antes). Mientras, Santander, que en 2012 contaba con 4.611 oficinas y un total de 29.714 empleados -y que absorbió sus propias filiales, Banesto y Banif - pasó a cerrar el ejercicio pasado con 3.467 sucursales abiertas (1.144 oficinas menos) y 24.216 trabajadores en plantilla (-5.498 empleados).
Banco Popular, que se mantiene como una de las entidades más eficientes junto a Bankia, acabó 2012 con 16.501 empleados frente a los 15.079 de 2015, y pasó de 2.475 oficinas a 2.124.
Sabadell, que fue la entidad española más involucrada en operaciones corporativas -se hizo con el control de CAM, Banco Gallego, Lloyd’s España y BMN en Cataluña y Aragón-, pasó de tener abiertas 1.853 oficinas en 2012, con 15.596 empleados, a 2.224 sucursales con 16.972 personas en plantilla en 2015, tras alcanzar un máximo de 18.077 empleados en 2013.
Por el contrario, BBVA, que culminó la compra de Catalunya Caixa en abril de 2015, creció en activos, y pasó de tener 31.697 trabajadores en 2012 a 32.903 en 2015 (si bien llegó a bajar hasta los 28.620 empleados en 2014) y de 3.518 oficinas a 3.811 en 2015 (tras tocar un mínimo de 3.112 en 2014).
Por último, Bankinter, con un modelo de negocio mucho más de nicho, ha sido la entidad más estable: con 4.068 oficinas y 367 empleados en 2012, a cerrar el ejercicio pasado con 4.406 oficinas y 361 trabajadores.
Fusiones, en «stand by»
Fuentes financieras coinciden que los directivos españoles del sector tienen muy asumido lo que ocurrirá, por lo que desde hace meses hablan todos con todos para avanzar en esta dirección, si bien la actual situación de incertidumbre política ha dejado en «stand by» posibles operaciones corporativas, que, incluso, podrían posponerse al año que viene.
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