Escrivá fía el pago del sobrecoste en pensiones por el IPC a la subida de recaudación por cotizaciones
El mercado laboral sortea el primer envite de la guerra en Ucrania con un alza de 30.000 afiliados en marzo
El Gobierno descarta «por el momento» extender el mecanismo RED más allá de las agencias de viaje
El Gobierno mantiene aún la cautela ante el fuerte encarecimiento de la factura de las pensiones que se avecina por el impacto del IPC de cara a 2023. Con una inflación desbordada en el entorno del 7,5% y con la reciente reforma que vincula las futuras revalorizaciones al IPC, el Gobierno asume que esta tendencia impactará en las cuentas de la Seguridad Social con una subida del coste de las prestaciones, si bien fía el pago de esa partida a la mayor recaudación por cotizaciones sociales, que avanza este año a un ritmo del 9,7%, según los datos oficiales facilitados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones este miércoles.
«La ley fija claramente el mecanismo de revalorización de las pensiones, y es el que se aplicará. No se permitirá que baje el poder adquisitivo de los jubilados«, señalaba el ministro del ramo, José Luis Escrivá, en la rueda de prensa de presentación de los datos de afiliación adelantados del mes de marzo.
De este modo, si la inflación del 7,5% equivale a un incremento de la factura de las pensiones en 2023 de 9.375 millones de euros, un avance de recaudación por cotizaciones del entorno del 10% implicaría agregar a las arcas de la Seguridad Social unos 12.000 millones de euros -a falta del dato oficial a cierre de 2021 el Ejecutivo calcula ingresos anuales por valor de 122.000 millones de euros-. «Uno de los principales motivos de este avance de la recaudación por cotizaciones está en la subida del salario mínimo interprofesional», apuntan fuentes del ministerio consultadas por ABC.
El empleo 'sortea' el efecto de la guerra
El otro foco del aumento de los ingresos por cotizaciones está en la paulatina mejora del mercado laboral tras los efectos de la crisis sanitaria, y por el impacto limitado que el shock provocado por la guerra de Ucrania . En este sentido, el avance de afiliación quincenal presentado por el Gobierno este miércoles estima un aumento del empleo de 30.000 personas en marzo en términos desestacionalizados (unos 146.000 más en media mensual).
«No se ven los efectos de la guerra. No se ve nada, se ven los efectos de la reforma laboral», apuntó el ministro en rueda de prensa señalando que en el primer trimestre del año se crearán unos 125.000 nuevos empleos en términos desestacionalizados, un trimestre «muy parecido» a los de los años 2017-2019, los mejores en creación de empleo.
Escrivá destacó además el impacto que está teniendo la reforma laboral sobre la calidad del empleo. Así, subraya que los trabajadores indefinidos siguen creciendo más que la media, con 343.000 afiliados más que el promedio, mientras que los temporales muestran una reducción de más de 300.000 sobre la media de un año normal.
Impacto de la reforma laboral
Al mismo tiempo, el ministro hizo hincapié en el retroceso que han experimentado los contratos de muy corta duración por efecto de los desincentivos incluidos en la reforma laboral. Mientras que en años anteriores un 30% de los contratos eran de muy baja duración, los datos actuales apuntan que los contratos de un día de duración han reducido su peso 18 puntos, hasta el 11,5%, mientras que los contratos de dos a siete días suponen el 17%, once puntos menos.
Además, de los contratos que se firmaron en enero y febrero siguen vigentes casi la mitad (el 48%), mientras que antes de la reforma laboral esta cifra sólo era del 10%, un cambio que ha calificado «de absolutamente radical».
Crecen los ERTE por causas económicas
Por último, sobre la posible ampliación y extensión del mecanismo RED a más sectores, a parte de las agencias de viajes, el ministro Escrivá aseguró este miércoles que «de momento» no se han detectado problemas por las interrupciones en las cadenas de producción en más sectores. Si bien aseguran desde Seguridad Social que el Ejecutivo valora todas las situaciones y analiza los datos «día a día» por lo que actuarán «con agilidad» en caso de tener que aplicar el mecanismo a más sectores de actividad que se puedan ver afectados por la guerra.
El ministro explicó que las exoneraciones del 40% asociadas a este RED sectorial y vinculadas a la formación de los trabajadores afectados irán a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) . Y niega que financiar estas exoneraciones con el presupuesto vaya a tener efectos sobre el déficit público, pues la alternativa, de no ponerse en marcha el mecanismo RED, sería la de que los trabajadores afectados se fueran el paro. El coste en prestaciones por desempleo sería «muy similar» al del Mecanismo RED que, según el ministro, ahorra dinero a medio y largo plazo desde el punto de vista presupuestario porque acorta los tiempos de estancia en el desempleo.
Quienes sí parecen haber ya notado los efectos de la guerra es la industria del automóvil. Mientras que los trabajadores en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) asociados al Covid siguen en descenso, mientras que han aumentado ligeramente los ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción (ETOP).
Aquí, el Gobierno aclara que el número de trabajadores en ERTE ETOP se encuentra por debajo del nivel de diciembre y atribuido el repunte registrado hasta mediados de marzo a las restricciones en las cadenas de suministro en el sector del automóvil .
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