Las empresas sellan la vía de fuga del desperdicio alimentario

El 70,83% de las compañías del sector de la alimentación ya cuentan con un plan para evitar que la comida acabe en el cubo de la basura, según se extrae de un informe elaborado por el Ministerio de Agricultura junto a Aecoc

ABC
Teresa Sánchez Vicente

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Frenar el desperdicio de alimentos ha pasado de ser una tendencia a convertirse en un eje estratégico para la industria y las cadenas de supermercados. Tal y como se desprende de un estudio realizado por Aecoc y el Ministerio de Agricultura presentado esta semana, el 71% de las empresas del sector de la alimentación -industria- y distribución- están mucho más sensibilizadas con el problema que supone y ya cuentan con al menos un plan interno basado en la prevención para evitar que sus productos acaben en el cubo de la basura. «Los datos muestran cómo las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de revisar todos sus procesos para evitar ineficiencias que acaben generando desperdicio y, por tanto, pérdidas económicas», subrayó la directora de comunicación y responsable del proyecto Aecoc contra el desperdicio alimentario, Nuria de Pedraza.

Las cifras de buena gestión a las que se refirió la responsable de Aecoc son las siguientes: por cada kilo o litro de un producto determinado que se produce en las fábricas ahora se generan solo 0,002 kilos o litros de materia susceptible de ser aprovechada y por lo tanto, apenas 0,0004 kilos o litros se desperdician. En la encuesta se concluye que las principales causas que provocan que un alimento acabe en la basura, antes incluso de llegar a la cesta del consumidor, tienen que ver con la generación del desperdicio, las mermas de producción y los fallos en la maquinaria de transformación.

El avance en este asunto se debe a que la concienciación empresarial ya alcanza cotas altas con un 61% de compañías que promueven buenas prácticas para conseguir este fin y un 51,39% que coordina acciones con sus proveedores con el objetivo de prevenir la pérdida de alimentos.

Durante la rueda de prensa, Aecoc también mencionó datos sobre las donaciones llevadas a cabo por el de la sector distribución alimentaria durante la pandemia. De la encuesta se desprende que el 73,2% de las cadenas de supermercados aumentaron el volumen de donaciones desde el inicio del confinamiento . En el futuro próximo, un 53,6% de las empresas de distribución mantendrá el nivel actual de esta práctica para ayudar a los más vulnerables, a la vez que se consigue evitar el desperdicio, frente a un 42,9% que planea volver a los niveles anteriores una vez que se supere la crisis sanitaria.

Sobre las principales barreras encontradas durante la crisis del Covid-19 a la hora de realizar donaciones, los distribuidores destacaron la dificultad para atender la gran cantidad de peticiones recibidas , así como los problemas de coordinación y de identificación de entidades receptoras próximas.

A este respecto, Pedraza comentó que mientras que en 2012 las empresas solo reconocían donar excedentes, es decir lo que les sobraba,o tener acuerdos con bancos de alimentos para luchar contra los desperdicios, actualmente también están adoptando medidas contra el desperdicio en los procesos productivos gracias a los trabajos de sensibilización dentro del sector.

Sin tirar comida en casa

Los consumidores también han pasado a formar parte activa en esta dirección. En el estudio de Agricultura y Aecoc se concluye que en las catorce semanas que duró el confinamiento, el desperdicio de alimentos descendió un 14% y tres de cada diez hogares no tiraron comida. Esta mayor concienciación ciudadana se debió a que se otorgó más valor a los alimentos y se reconoció el esfuerzo de una cadena de producción, desde el agricultor hasta el punto de venta- que se esforzó por dar una «respuesta eficiente» en mitad de un estado de alarma, según explicó el director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, José Miguel Herrero. «Creo que haber tomado conciencia de lo que cuesta producir los alimentos será una tendencia que va a continuar en los hogares», añadió.

El pasar más tiempo en casa también ayudó a generar buenos hábitos. «Los ciudadanos hemos vuelto a la cocina y hemos vuelto a dar valor a los alimentos, descubriendo con el paso de las semanas, la riqueza de los productos de temporada», remarcó Herrero.

Los hogares españoles desperdiciaron 1.352 millones de kilogramos de alimentos, lo que representa el 4,7% del total, según datos de 2019 recopilados por Agricultura. «Estos datos apuntan hacia una estabilización de las ratios de desperdicio alimentario, que en 2018 creció un 9% y en 2019% se quedó en un incremento del 1%», remarcó Herrero.

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