Las empresas europeas critican el exceso de barreras para hacer negocios en China
La última encuesta de confianza de la Cámara de Comercio de la UE muestra un «creciente pesimismo» porque se ha detenido la apertura prometida por Pekín
Como el resto de empresas extranjeras, las compañías europeas tienen cada vez más problemas para hacer negocios en China. Y no solo porque su gigantesco mercado se ha vuelto muy competitivo, sino por el exceso de barreras que todavía se encuentran pese a la apertura y liberalización que había prometido el autoritario régimen de Pekín.
Según la última encuesta de confianza de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China , cuyos resultados se han dado a conocer este martes, entre sus miembros “hay un creciente pesimismo porque se han detenido las reformas” anunciadas años atrás por las autoridades. A tenor de los datos de dicha encuesta , efectuada en colaboración con la consultora Roland Berger, el 56% de las empresas encuentra que hacer negocios en China se ha vuelto más difícil, un incremento de cinco puntos con respecto a 2015.
El motivo principal, según el 57% de los entrevistados, es que las empresas extranjeras “son tratadas desfavorablemente en comparación con sus rivales domésticos”, por lo que el 70% no se siente tan bienvenido en China como hace una década. Aunque el 55% de las compañías estaría dispuesto a aumentar su inversión en este país si tuviera mayor acceso a su mercado, el 41% de las empresas europeas están reevaluando su presencia y planean recortar gastos. Frente a ellas, otro 47% de compañías del Viejo Continente tiene previsto expandir sus operaciones , pero esta cifra supone una disminución de 39 puntos con respecto a 2013, cuando quería hacerlo el 86% de las firmas europeas.
Además de criticar el proteccionismo de Pekín, la Cámara de Comercio de la UE se queja de los cada vez mayores controles sobre internet, sometido a la censura que impone la “Gran Muralla cibernética” para evitar contenidos políticamente sensibles. Dichos filtros ralentizan hasta tal punto la Red que el 58% de las empresas considera que las recientes restricciones tienen un impacto negativo en sus negocios, lo que supone un incremento de 17 puntos con respecto a 2015.
Por todas estas trabas, la cantidad de empresas europeas interesadas en invertir en investigación y desarrollo (I+D) en China ha caído del 85 al 72% , minando así los planes del régimen de Pekín de atraer innovación extranjera.
“Las compañías europeas necesitan una hoja de ruta que les dé la confianza que necesitan para comprometerse más con el futuro desarrollo de China en estos tiempos llenos de retos económicos”, reclamó el presidente de la Cámara de Comercio, Jörg Wuttke, en un comunicado. En su opinión, la plena implementación del Acuerdo de Inversión de la UE en China es fundamental para “mejorar el clima de negocios y reducir las barreras comerciales” en este país.
Junto a este problema, la encuesta cita otros importantes retos a los que se enfrenta la economía china, como su ralentización, el exceso de capacidad productiva en algunos sectores industriales (sobre todo el carbón y el acero) y la todavía escasa innovación . Pero ninguno de ellos podrá superarse si las empresas extranjeras, como las europeas, pierden el interés en este vasto mercado por culpa de su inseguridad jurídica y sus barreras proteccionistas.
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