Los empresarios alemanes exigen las mismas reglas para todos los sectores económicos

La patronal alemana quiere emanciparse de los niveles de incidencia y los test

La canciller alemana, Angela Merkel EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Desde el inicio de la pandemia, la patronal alemana ha seguido con disciplina y resignación las pautas que ha ido marcando el gobierno de Merkel. A este espíritu colaborador ha contribuido sobremanera la subvención del 75% de las pérdidas con que el Estado alemán ha ido engrasando desde el primer mes los cierres de todo negocio que no fuese de importancia vital. Pero con la campaña de vacunación ya finalmente funcionando y niveles de contagios que permiten levantar un poco la cabeza, los empresarios alemanes se manifiestan por primera vez para aportar su propia opinión sobre cómo abordar el reto que supone el coronavirus a partir de ahora. Dado que hay que seguir contando con su presencia al menos a medio plazo y que las ayudas estatales se aproximan a su fin, desean prescindir de los omnipresentes test en la vida comercial diaria y emanciparse del nivel de incidencia para saber si pueden abrir las empresas o no. Reivindican una reapertura que se mantenga en el tiempo, sin estar sujeta a los vaivenes del virus, basada en las normas de higiene, distancia y aforo.

Las empresas miembros de la Cámara de Comercio e Industria de Alemania (IHK) han desarrollado un documento de estrategia en el que exigen las mismas reglas para todos los sectores y el final de las aperturas ligadas al nivel de incidencias. Antes de presentar públicamente su plan, se han asegurado de que cuente con la aprobación de los partidos políticos y, a fecha de hoy, solamente los Verdes permanecen en contra. Las quejas de la economía son bien conocidas después de siete duros meses de bloqueo en los que ha estado completamente cerrado ocio, turismo, cultura, y comercio no esencial. «La política debe finalmente crear una 'perspectiva confiable' y 'condiciones marco' adecuadas que permitan saber a los empresarios si podrán llevar a cabo su actividad o no pasado mañana, pide su presidente, Ralf Pieterwas.

«Muchos sectores están muy insatisfechos con la gestión de crisis; ahora se deben establecer metas y especificaciones concretas para lo que sucederá en las próximas semanas con el fin de abrir la economía de manera sostenible y amortiguar el peso de la crisis», ha explicado durante la presentación del documento. Una de las principales quejas es que «el hecho de tener que hacerse test para todo parece disuadir a un número especialmente elevado de clientes» , dice. Cabe recordar que en Alemania la gastronomía solamente puede abrir terrazas con aforo reducido, cita previa y con la condición de que los clientes presenten en el momento de acceder a la terraza un test de máximo 24 horas de antigüedad. Estos requisitos siguen también vigentes para el comercio no esencial, que no está registrando un regreso a la actividad ni lejanamente comparable a los tiempos previos al cierre.

La mayor innovación de la estrategia que propone la IHK es, sin embargo, la igualdad de trato en la economía. «Porque hasta ahora se han aplicado reglas diferentes, por ejemplo, para el comercio de alimentos y las tiendas de ropa», dice Pieterwas. «Los análisis del Instituto Robert Koch no incluyen expresamente el comercio minorista como una de las áreas problemáticas de infecciones», alegan los autores del documento. «Por tanto, los criterios de admisión y apertura deben aplicarse por igual a todas las tiendas», deducen, admitiendo la limitación del número de clientes, el requisito de mascarilla y las reglas de distancia, pero no el requisito de test como se aplica actualmente. Con el fin de llegar al máximo número posible de partidarios, la IHK ha lanzado en las redes sociales el hashtag #gemeinsamsicheröffnen ('#aperturaconjuntasegura').

Insisten también en que el turismo debe ser impulsado con una reducción de las restricciones . Los eventos deportivos, conciertos y eventos culturales deben tener lugar nuevamente frente a una audiencia, en su opinión, y se debe permitir que la población acuda a los centros de las ciudades nuevamente. No exigen una fecha específica para las aperturas, pero sí que una vez decretada la desescalada, no haya nuevas normas cada poco tiempo. El gobierno ha tomado nota de la propuesta y está hablando de una retirada de restricciones este mismo verano. Lo que ocurra a la vuelta de vacaciones y muy especialmente después de las elecciones generales del 26 de septiembre es, sin embargo, difícil de predecir.

Thomas Straubhaar, economista y experto en relaciones económicas internacionales, considera que los planes de la IHK son «particularmente apropiados para eventos al aire libre». «Lo que pudo haber ayudado ayer puede ser incluso contraproducente hoy. Por ejemplo, cuando las actividades al aire libre están restringidas, lo que ya casi no es comprensible, la gente termina encontrándose en otros lugares por frustración e incomprensión, dando lugar a situaciones de contagio más peligrosas».

El presidente de la Unión Económica y de PYME de la CDU, Carsten Linnemann, se ha pronunciado a favor de la abolición de las pruebas obligatorias en las compras minoristas, por debajo de una incidencia de siete días menor de 100. «En Renania del Norte-Westfalia, la regla ya se aplica tan pronto como la incidencia es inferior a 100. Otros estados federales deberían hacer lo mismo. Las experiencias en NRW son positivas», sugiere, en la línea que todos los partidos políticos parecen dispuestos a aceptar, excepto Los Verdes. Desde la extrema derecha de AfD hasta la extrema izquierda de Die Linke, los partidos se muestran dispuestos a asumir la estrategia de la IHK porque «es una cuestión de supervivencia para el pequeño comercio».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación