El emprendedor español ya no tira la toalla
Casi dos tercios de las personas que crean una primera startup se embarcan en más proyectos, lo que confirma la madurez del ecosistema innovador
Víctor Rodado sólo quiere dedicar su carrera profesional a emprender. «Es mi vocación, he tenido la gran suerte de darme cuenta pronto de lo que me gusta y es algo que conecta mucho con mi forma de vivir», dice Rodado, quien con sólo 31 años ya ha liderado tres startups diferentes: Futmi , Upplication y Minimalism Brand . «Es un mundo en el que voy a seguir. He descubierto el tipo de persona que soy y es el camino más corto a la libertad, según yo la entiendo», comenta.
El de Rodado es uno de los casos que encaja dentro de la estadística que dice que el 63% de los emprendedores innovadores en España son recurrentes , es decir, han creado más de una startup, según el informe ‘Mapa Emprendimiento’ elaborado por South Summit e IE University. El documento describe una industria nacional más madura que hace unos años que permite a los emprendedores seguir enganchados en caso de quiebra o venta de la empresa.
Fue hace una década cuando Rodado lanzó su primera startup: Futmi, la primera red social de fútbol en España. Parte del negocio de Futmi quedó en las manos de Grupo Intercom en 2012, así que el emprendedor se aventuró a crear su segunda empresa Upplication, una compañía que Mobusi adquirió en 2017. Ahora está centrado en Minimalism Brand, una marca de ropa sostenible.
«Lo que observamos es que el emprendedor, una vez que emprende, salga bien o mal, descubre una sensación lo suficientemente adictiva como para quedarse atrapado en esta industria », dice Nacho Ormeño , CEO de Startupxplore, una plataforma de inversión en empresas con alto potencial de crecimiento.
Emprender está plagado de retos. Crear una startup obliga a enfrentarse a una diversidad de problemas tan elevada que convierte el aprendizaje en una carrera prácticamente interminable . Entre otras áreas, es necesario ganar conocimientos en administración de personas, contratación, fiscalidad, regulación, entendimiento del mercado, tendencias, marketing, finanzas, relación con los socios y saber cuáles son las claves para cerrar una ronda de inversión con éxito.
«La primera startup es la más difícil», dice Ormeño. En el primer emprendimiento, el equipo por lo general carece de experiencia, apenas tiene dinero ni cuenta con una marca personal que atraiga la confianza de los inversores. Esa situación obliga a aprender para superar los retos que se presentan. « En ese primer viaje aprendes a priorizar , a saber qué es lo importante, y descubres los cimientos sobre los que se debe de construir una empresa», comenta.
La segunda experiencia es una etapa diferente. Para la siguiente compañía, el emprendedor ya goza de un mayor conocimiento del ecosistema de startups de España . Tendrá una red de contactos más consolidada y sabrá quiénes son los nombres clave de la industria, además de haber aprendido errores que no se deben repetir. «En el segundo emprendimiento, o los siguientes, ya sabes desbloquear ciertos recursos de manera más rápida. Sabes qué palancas tocar», dice Ormeño.
Esa mezcla de conocimientos aprendidos de gestión empresarial, conocimiento del sector y red de contactos facilitan que el emprendedor vuelva a aventurarse a crear otra compañía. También existe un ecosistema de startups en España más asentado en el que hay más acceso a recursos financieros para montar empresas con alto potencial de crecimiento.
Sólo en el primer trimestre de este año, las startups españolas recibieron 1.541 millones en financiación , una cifra superior a los 1.105 millones levantados en 2020, según el Observatorio de Startups de la Fundación Innovación Bankinter.
Maneras de vivir
Otro factor, como destacaba Rodado, es el estilo de vida. « Emprender da una gran libertad de ejecución , es decir, puedes más o menos elegir hacia dónde quieres dirigir tu negocio y carrera profesional», dice Daniel Soriano , profesor de IE University. Liderar una compañía genera algunas obligaciones muy fuertes cómo tener que responder a clientes, inversores y al mercado. En cambio, sí que el emprendedor puede elegir con quién, en qué y cómo trabaja, según explica el experto.
Para Lozano, el principal elemento común que tienen los emprendedores es una mentalidad de querer trabajar de modo independiente , factor que también tiene incidencia en el elevado porcentaje de recurrencia de los líderes de las startups españolas. «Es ser dueño de un proyecto en el que estás involucrado desde la concepción de la propuesta de valor. Es como si tuvieran metido ese gusanillo en el ADN», comenta el profesor de IE University.
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