Denuncia, querella y amparo: el exjefe de seguridad de Iberdrola carga contra el juez del caso Villarejo

Presenta una nueva batería de escritos para intentar apartarle de la causa

Manuel García Castellón en las inmediaciones de la Audiencia Nacional ABC

Isabel Vega

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El que fuera jefe de Seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo, ha emprendido una nueva ofensiva jurídica para intentar apartar al juez del caso Tándem, Manuel García Castellón , que le investiga por delitos de cohecho y revelación de secretos en su papel de intermediario entre la eléctrica y el comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo.

En esta ocasión, la defensa de Asenjo ha registrado una querella contra el magistrado ante el Tribunal Supremo, una denuncia el promotor de la acción disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial y un recurso de amparo en el Tribunal Constitucional, todo, porque considera que el juez tiene una aversión manifiesta contra su cliente.

En cuanto a la querella, sostiene que el instructor habría dejado de responder a tres peticiones de Asenjo «sin existir causa legítima para rechazar el ejercicio de la actividad jurisdiccional», provocando en el investigado una vulneración de derechos fundamentales, un trato degradante y «un injustificado incumplimiento de la Ley de Secretos oficiales , poniendo en riesgo información clasificada con el grado de secreto«.

Asimismo, le acusa de haber rechazado de plano la primera recusación que planteó para apartarle de la causa «con antijurídico apartamiento de la Ley, en una aplicación del Derecho que no resulta de ningún método aceptable». Por último, dice que «se encuentra retrasando injustificadamente la decisión sobre una pluralidad de concretas tutelas impetradas por el querellante en más de una decena de escritos presentados al Juzgado».

Precisamente, esta es una de las razones que esgrime la defensa de Asenjo para dirigirse en amparo al Tribunal Constitucional, al que comunica vulneración del derecho a un recurso efectivo -contra la inadmisión de plano de una recusación no cabe-, pero también derecho a la tutela judicial efectiva y a un juez imparcial.

Para la defensa de Asenjo, García Castellón tiene una animadversión personal contra su cliente que se ha mostrado con «exabruptos» durante distintos momentos de las sesiones de declaración como imputado en la Audiencia Nacional que se celebraron el pasado mes de febrero.

Así, además de dar cuenta al Constitucional y al Supremo, acude a la acción disciplinaria del órgano de gobierno de los jueces con un tercer escrito en el que señala «abuso de autoridad y falta grave de desconsideración» además de «desatención y retraso grave» en sus funciones e «inobservancia del deber de abstención», de acuerdo a la documentación a la que ha tenido acceso este diario.

No es la primera vez que un investigado en Tándem intenta apartar al juez. El propio Villarejo denunció a Manuel García Castellón ante el Supremo en una iniciativa que se rechazó de plano, para argumentar al solicitar su recusación que tenía abierto un procedimiento penal contra él. Esa recusación tampoco prosperó, con la negativa del propio instructor y el aval de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que vio además, «mala fe procesal» en aquella maniobra.

 

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