Commerzbank, el segundo banco alemán, eliminará 7.800 empleos
El nuevo presidente de Commerzbank, Marin Zielke, que sustituyó a Martin Blessing el año pasado, prevé una drástica reducción del personal dedicado a tareas administrativos
Ya ha sido notificado al comité de empresa y a la prensa : Commerzbank, el segundo banco de Alemania , recortará 7.800 puestos de trabajo de un total de 51.000, cediendo así parcialmente a las presiones del sindicato Verdi y reduciendo el recorte desde los 9.600 empleos que planeaba suprimir en su plan previo de reestructuración. Los recortes afectarán a casi todas las secciones del banco y forman parte de un plan para eliminar al menos una de sus divisiones, con lo que espera hacer frente en mejores condiciones a sus problemas de rentabilidad, derivados en gran parte de los bajos tipos de interés.
El nuevo presidente de Commerzbank, Marin Zielke, que sustituyó a Martin Blessing el año pasado, prevé una drástica reducción del personal dedicado a tareas administrativos. La filial dedicada a clientes de tamaño intermedio, que constituía hasta ahora uno de los cuatro negocios estratégicos de la entidad, será disuelta. Los pequeños clientes, aquellos con ingresos anuales inferiores a cinco millones de euros, serán transferidos a la división de banca minorista, mientras que los grandes clientes serán derivados a la banca de inversión, según fuentes del banco.
Commerzbank ha sufrido en los últimos meses serios desplomes en Bolsa, con caídas en torno al 6%, arrastrado por Deutsche Bank, y el sector alemán pasa por un delicado momento, pero la reacción de la opinión pública a un rescate bancario, en año electoral, podría ser muy negativa y la medida difícilmente sería comprendida en Europa, dada la estricta postura de Alemania ante otros casos como Monte dei Paschi di Siena.
Naturalmente deseamos a todas las empresas que evolucionen positivamente , también a aquellas que pasan por dificultades momentáneas, ha sido el único comentario al respecto de la canciller Angela Merkel.
En Commerzbank, con un 15% de capital controlado por el Estado alemán, la crisis financiera de 2008 significó un camino de espinas para sus accionistas, con continuas necesidades de ampliar capital y dividendos aplazados una y otra vez. En 2015, anunció que había sobrepasado la barrera de los mil millones de beneficio, pero los bajos tipos de interés han dado al traste con la recuperación y hay pocos motivos para la alegría.
Uno de esos escasos argumentos para el optimismo es que la agencia de calificación S&P ha elevado un peldaño su nota a Commerzbank tras un cambio en la legislación alemana que mejora su capacidad para absorber pérdidas, al igual que la del resto del sector alemán. Concretamente, S&P ha elevado desde BBB+ (aprobado alto) hasta A- (notable bajo) la calificación crediticia tanto de Deutsche Bank como de Commerzbank, aunque sigue otorgando a ambos una perspectiva negativa.
La agencia atribuye la mejoría en la calidad crediticia a que la capacidad adicional de absorción de pérdidas (ALAC) ha mejorado significativamente y que el acreedor senior queda mejor protegido a la deuda no garantizada desde que esta nueva norma ha entrado en vigor, en enero de 2017, quedando transformados algunos bonos senior no garantizados en deuda subordinada, frente a una potencial resolución o liquidación.
Aumentar la competitividad
Con el recorte de empleos, Commerzbak espera ofrecer más argumentos sobre su competitividad , de cara a los inversores. En principio, sin embargo, la operación tendrá un coste de unos 1.000 millones de euros, según cálculos de la directiva, que también asegura que recurrirá a los despidos directos en el menor número de casos posible y que optará dentro de sus posibilidades por prejubilaciones y puestos no cubiertos. Una vez avanzado este proceso, Commerzbank espera proceder a crear unos 2.300 puestos de trabajo en áreas de crecimiento de perfil informático, gestión de banca de inversión y de creación de contenidos.
El grupo quiere además fortalecer su posición de mercado en 2017 , mantener su capital en un 12% como mínimo, y contener costes. Según su presentación de resultados de 2016, ganó el año pasado 279 millones de euros en 2016, un 74,3% menos que en 2015, en unas condiciones de mercado desafiantes y el entorno hostil de tipos de interés negativos.
La ganancia operativa se redujo el pasado ejercicio hasta 1.399 millones de euros, un 28% menos que en 2015. Los ingresos antes de dotaciones bajaron a 9.399 millones de euros, un 4% menos. Las provisiones, a su vez, subieron hasta 900 millones de euros, un 29,3% más que en 2015.
En 2016 hemos logrado un resultado sólido y hemos mejorado nuestra ratio de capital. No obstante, no podemos estar satisfechos con la calidad del resultado , justificó Zielke, reafirmándose en la estrategia trazada hasta 2020, con la que quiere convertirse en el banco más competitivo de Alemania. «Trabajamos paso a paso en los objetivos que nos hemos establecido», dijo, defendiendo una nueva forma de hacer banca en la que tendrá un papel destacado la comunicación de productos a pequeños clientes y en el que la banca electrónica irá sustituyendo progresivamente a la ventanilla.
Noticias relacionadas