El colapso de los controles de Barajas deja en tierra a 6.000 pasajeros
Las aerolíneas reclaman más policías a Interior y advierten de que los retrasos «dañan la imagen de España»

La apertura de destinos internacionales como Estados Unidos ha llenado de nuevo los aviones y ha animado el otoño del sector turístico. Pero también ha causado estragos en los aeropuertos españoles. Sobre todo en Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde se están viviendo jornadas interminables en ... la T4 marcadas por el colapso de los puntos de control de pasaportes. Según fuentes del sector aéreo, la falta de personal en estos puestos ha provocado que 6.000 pasajeros internacionales hayan perdido su vuelo entre las tres últimas semanas de octubre y la primera de noviembre.
Algunos de ellos son turistas españoles que viajan a un país de fuera del espacio Schengen. Otros son viajeros internacionales con documentación de fuera de la UE -un grupo en el que ya se encuentran los británicos, el principal país emisor del turismo internacional- que realizan escala en el aeropuerto de Barajas . En ambos casos es necesario pasar el filtro de los pasaportes. Un control que está en manos de la Policía Nacional. «El tiempo medio de espera alcanza los 50 minutos, pero ha habido días en los que se ha disparado por encima de las 2 horas y media», explican las citadas fuentes. Como resultado, algunos de estos pasajeros no llegan a su vuelo . Solo en una jornada, la del 21 de octubre, casi 500 viajeros se quedaron en tierra por los problemas en los controles, aseguran estas mismas fuentes.
El problema viene de largo. Hace más de un mes, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) publicó un comunicado en el que advertía de que se estaban produciendo los primeros atascos e instaba al Ministerio del Interior a reforzar los puestos de control. La patronal del sector remitió incluso una carta al departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska en la que ya advertía de que la apertura de Estados Unidos (producida el pasado 8 de noviembre) al turismo agravaría la situación.
«No hubo respuesta por parte del ministerio. El tráfico internacional está creciendo con fuerza, pero la dotación de la Policía no ha experimentado el mismo desarrollo», explican fuentes de la organización. ALA avisa de que el problema ya se está viviendo en otros grandes aeropuertos españoles con amplias conexiones internacionales, como Málaga, Sevilla, Ibiza, Tenerife Sur y Alicante. Y aún puede ser peor. «Si se mantienen los retrasos se va a comprometer la campaña de Navidad», avisa la patronal.
Las aerolíneas cuentan con grandes expectativas de cara a la campaña de este año. Según los cálculos de la patronal, se espera que entre octubre y marzo de 2022 se realicen más de 672.000 vuelos . Casi un 2% de operaciones más que en 2019, aunque ese dato hay que cogerlo con pinzas porque en marzo de 2020 estalló la pandemia del coronavirus.
La imagen internacional
Distintas empresas del sector turístico consideran además que este particular colapso puede afectar «a la imagen internacional de España» en un momento determinante para el sector, que empieza a ver la luz al final del túnel precisamente gracias a la vuelta de los viajeros internacionales.
Hasta ahora, ha sido el turismo nacional el que ha tirado del sector, precisamente por el cierre parcial de las fronteras internacionales. Según los datos del INE, España cerró la temporada estival (junio, julio, agosto y septiembre) recibiendo a 16,5 millones de turistas internacionales, un 56,3% menos que en 2019. Una caída que complica la previsión del Gobierno de que España recibirá 50 millones de turistas internacionales en todo 2021.
Pese a ello, tal y como publicó ABC, la apertura producida en las últimas semana s en países como Estados Unidos había dado la vuelta a esta tendencia, animando de nuevo la reservas de vuelos hacia y desde el gigante americano. Una recuperación parcial con la que las aerolíneas intentaban maquillar un año complejo y que ahora, según sus estimaciones, puede quedar empañada por los problemas de los grandes principales ‘hub’ españoles .
Desde Aena, sin embargo, consideran que el problema no va más allá de «picos puntuales», aunque la empresa pública reconoce que existen ciertas demoras en horas concretas. «El tráfico se está recuperando y en algunos momentos puntuales o de confluencia de vuelos, principalmente de largo radio, se producen puntas de pasajeros en los controles de pasaporte. Se está trabajando con Policía Nacional para mejorar los procesos y agilizar el paso por dichos controles», aseguran fuentes del gestor aeroportuario. Un proceso en el que también está involucrado el comisario de Barajas.
Desde la Dirección General de la Policía son todavía más tajantes y aseguran que «no es ninguna novedad que cuando coinciden en hora varios vuelos, principalmente procedentes de Suramérica, se puedan originar de forma excepcional pequeñas colas de viajeros acordes al volumen de pasajeros». Pese a ello, aseguran que no ha habido «ningún tipo de problemática en la T4» extraordinaria a la registrada habitualmente.
Según ha podido saber este periódico por fuentes del mercado, Aena registra una media de 100.000 pasajeros al día y, por el momento, las reclamaciones por pérdidas de vuelo no alcanzan la centena en el último mes.
Multa a las aerolíneas
Lo cierto es que los problemas en los controles de los pasaportes está deteriorando aún más la relación entre Aena y las compañías aéreas. Mientras el sector aéreo presiona a la empresa pública para que ofrezca soluciones a este conflicto, la compañía ha respondido con sanciones a las empresas del sector por incumplir determinados servicios. En concreto, Aena ha impuesto multas que llegan a las seis cifras por desembarcos erróneos, grandes retrasos e incidentes con equipos. Un enfrentamiento que la organización de aerolíneas achaca en parte al caos que se vive en los controles.
Todo ello en un contexto en el que la situación sanitaria ha convertido la estancia en el aeropuerto en una compleja yincana. Tanto para salir como para entrar a España hay que rellenar, antes de volar, un formulario en el que se deben presentar entre otras cosas datos de localización para obtener un código QR que es necesario e independiente del certificado Covid. Si no se realiza antes de viajar, es necesario hacerlo durante el vuelo, lo que retrasa aún más la llegada. Además, en ocasiones las aerolíneas están registrando problemas informáticos que impiden hacer el ‘check-in’ de forma digital.
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