Amancio Ortega: el jefe que escuchaba a sus empleados
Empresario y fundador del imperio textil Inditex
![Ortega, en el centro hípico de Arteixo, construido para su hija Marta](https://s2.abcstatics.com/media/economia/2018/09/18/amancio-ortega-k2LB--1248x698@abc.jpg)
Pese a poseer una de las mayores fortunas del planeta, a Amancio Ortega (Busdongo, León, 28 de marzo de 1936) le gustaba sentarse en el comedor de la central de Inditex en Arteixo (La Coruña) rodeado del resto de empleados. Cuentan que, incluso, se llevaba los huevos de sus propias gallinas para que se los preparasen. Discreto con la prensa, durante años los medios sólo disponían de una fotografía suya, Ortega era, sin embargo, accesible para los trabajadores. Durante su jornada laboral se paseaba por todos los departamentos de la empresa para charlar con ellos. Cuentan los que trabajaban con él que escuchaba directamente sus propuestas y quejas sobre el funcionamiento de la compañía. Tomaba nota y ejecutaba los cambios que consideraba oportunos. Del creador del imperio textil Inditex sólo existe una biografía autorizada , la escrita por Covandonga O’Shea, «Así es Amancio Ortega, el hombre que creó Zara». La periodista tardó en convencerlo para que contara la historia del hombre que revolucionó el mundo de la moda. «Todo esto es imposible que lo haga yo solo. Lo hacemos ochenta mil personas», ha contado Covandoga O’Shea que, con humildad, le decía.
Hijo de ferroviario, Ortega se trasladó a Galicia de niño y empezó a trabajar en una camisería de La Coruña a los 14 años . En 1963 crea la compañía Confecciones GOA, S.A. (sus iniciales en sentido inverso), dedicada a la fabricación de batas. Con la ayuda de su hermana Pepita y su primera mujer, Rosalía Mera, el negocio prospera y en 1975 abre la primera tienda de Zara en la ciudad herculina. Diez años después funda Inditex y va ampliando progresivamente sus marcas. Hoy el grupo tiene casi 7.500 tiendas en 96 países. Ortega, del que cuentan que llegó a parar a un motorista para pedirle una cazadora y ordenar que una prenda similar se vendiese en sus tiendas, forjó su imperio gracias a una idea sencilla pero revolucionaria. Hasta entonces las grandes firmas textiles sacaban dos colecciones al año, pero Inditex logró agilizar el proceso y poner rápidamente nuevos modelos en sus tiendas. El cliente podía disponer siempre de las últimas tendencias de moda a un precio asequible. Tras años dedicado a la empresa, Ortega anunció a través de una carta a sus trabajadores en enero de 2011 que dejaba la presidencia de la empresa. El cargo recayó en su mano derecha en los últimos años, Pablo Isla . Hoy según la revista Forbes posee un patrimonio de 73.000 millones de dólares, la sexta mayor fortuna del mundo.
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