Alemania extiende la demora de insolvencias para evitar una ola de quiebras
El gobierno alemán permitió que quedasen desde el 1 de marzo exentas de esta obligación hasta finales de septiembre, con la esperanza que el resto de ayudas, como los paquetes de rescate ayudasen durante este tiempo a impulsar su recuperación
En la jerga económica se las conoce como «empresas zombi» . Son empresas que ya no pueden cumplir con sus pagos o deudas (insolvencia de flujo en efectivo), o que han llegado a una situación en la cual los pasivos totales superaran a los activos totales (insolvencia del balance), por lo que según la legislación alemana tienen la obligación de declararse en quiebra. Pero entre las medidas excepcionales para frenar los efectos económicos de la pandemia, el gobierno alemán permitió que quedasen desde el 1 de marzo exentas de esta obligación hasta finales de septiembre , con la esperanza que el resto de ayudas, como los paquetes de rescate, la regulación de jornada reducida, reducción del IVA o exenciones fiscales , ayudasen durante este tiempo a impulsar su recuperación.
El hecho es que los expertos esperan una ola de quiebras en octubre , apenas se cumpla el plazo de excepción, y la gran coalición ha decidido prorrogarlo.
El ministro de Finanzas, Olaf Scholz , ha adelantado que su Partido Social Demócrata (SPD) y el bloque conservador de la canciller Angela Merkel han sellado ya un compromiso que será anunciado tras la reunión que mantiene la gran coalición esta tarde. La ministra de Justicia, Christine Lambrecht, ha sugerido por su parte que la moratoria podría extenderse hasta finales de marzo de 2021 , aunque desde la CDU se ha juzgado peligroso ese periodo y se ha insistido en que la exención debería expirar a finales de este año.
«En la primera mitad del año, las quiebras disminuyeron un 8% , en comparación con en el mismo período del año pasado», informa Patrik-Ludwig Hantzsch, de la agencia de referencia crediticia Creditreform. La Oficina Alemana de Estadística que tiene más datos, espera incluso una disminución del 30% a finales de julio. Pero esa distorsión del mercado puede pasar una gran factura a la economía alemana.
«Si ninguna empresa va a quiebra, eso significa básicamente que ya no hay distinción entre los buenos y malos modelos de negocio, lo que causará sin duda problemas a las empresas ‘sanas'», según Hantzsch. Deutsche Bank Research también ha advertido que tales «compañías zombis» persiguen «políticas de precios agresivas que presionan los márgenes de beneficios de las empresas sanas y obstaculizan el cambio estructural en general».
Por otra parte, si se deja que las empresas presenten insolvencias de forma masiva, el efecto sería grave sobre los bancos. «Los bancos son acreedores de estas empresas , por lo que existe el riesgo de que se produzca una crisis bancaria nuevamente», defiende por su parte Klaus-Heiner Röhl, del Instituto de Economía Alemana. Según una encuesta realizada en junio por el instituto alemán de investigación económica Ifo, una quinta parte de las empresas alemanas consideraba amenazada su supervivencia debido a la crisis del coronavirus.
Alemania ha establecido ya excepciones a la regla de insolvencias, de manera que, la empresa que cuente con un plan para superar la pandemia aprobado por el regulador puede continuar con su actividad y ha relajado algunas normas de pago durante periodos de suspensión de actividad. Además, los nuevos préstamos bancarios otorgados durante el período de suspensión, así como la garantía asegurada de la que gozan, están mejor protegidos, ya que no pueden ser cuestionados en una insolvencia posterior.
Así se ha conseguido motivar a los bancos a prestar dinero. También se ha reducido el riesgo para las contrapartes contractuales de una empresa en dificultades, como proveedores, propietarios y arrendadores, a quienes se les debe pagar incluso si fracasan los esfuerzos de reestructuración. Cuando tomó la decisión de aplazar las insolvencias hasta septiembre , el gobierno alemán contaba con 29.000 bancarrotas corporativas estimadas para este año. En septiembre, Creditreform estima que alrededor de 550.000 empresas tendrán grandes dificultades o estarán en una situación precaria.
Este dilema no es exclusivo de Alemania. Empresas de todo el mundo han sido sometidas a una extraordinaria presión por la pandemia y son muchos los Estados que se preguntan cómo evitar un efecto en cascada. Euler Hermes, especialista internacional en seguros de crédito, prevé que la mayor parte de las insolvencias empresariales causadas por la crisis del covid-19 se registrarán, entre finales de 2020 y el primer semestre de 2021 .
Antes de que estallara la crisis del covid-19, de hecho, Euler Hermes ya preveía un aumento de las insolvencias comerciales mundiales por cuarto año consecutivo en 2020, como resultado de un ritmo moderado de crecimiento económico y de las disputas comerciales. Prevé que el índice de insolvencia global aumente un 35% en 2021 y espera los mayores aumentos en Estados Unidos (+57%), Brasil (+45 %), Reino Unido (+43 %), España (41%) y China (+40 %).
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