El déficit alemán se sitúa 3,2% en el segundo semestre, mientras que el PIB del segundo trimestre cae un 9,7%
La confianza empresarial del país germano volvió a subir en agosto
![La canciller alemana, Angela Merkel](https://s2.abcstatics.com/media/economia/2020/08/25/merkel-angela-pib-kWGH--1248x698@abc.jpg)
El ánimo entre los líderes empresariales alemanes no decae. El índice de clima empresarial del prestigioso Instituto Ifo de Múnich registra una subida hasta los 92,6 puntos en agosto , después de los 90,4 puntos registrados en julio. Las empresas evaluaron la situación actual como «notablemente mejor» que en el mes anterior. Sus expectativas también fueron un poco más optimistas y parecen convencidas de que la economía alemana va camino de la recuperación.
En la industria manufacturera, el clima empresarial ha mejorado significativamente, sin embargo muchas empresas industriales aún califican su situación económica como «mala». Las perspectivas para los próximos meses volvieron a ser más optimistas. Los libros de pedidos se están llenando de nuevo. En el sector servicios, el índice de confianza empresarial subió de forma pronunciada. Los proveedores de servicios están significativamente más satisfechos con su situación comercial actual y las perspectivas para los próximos seis meses también continuaron mejorando.
Pero en lo que respecta al comercio minorista, la tendencia al alza en el clima empresarial se ha aplanado notablemente. Los concesionarios están apenas un poco más satisfechos con su situación actual y las expectativas se mantienen casi sin cambios, relativamente pesimistas, a la espera de que el gobierno alemán comience a pagar en Septiembre los 300 euros por hijo a las familias, una medida de fomento del consumo que podría modificar este dato. En la venta al por mayor, el clima empresarial incluso se ha deteriorado en agosto. Las empresas constructoras, por último, vuelven a estar más satisfechas con su situación actual, aunque sus expectativas siguen siendo pesimistas, muy parecidas alas del mes anterior.
El dato de confianza empresarial sigue apuntalado en niveles muy positivos, a pesar de la evolución del producto interior bruto alemán, fundamentalmente porque comparado con el entorno el PIB no es un dato tan malo como pueda parecer si se mira de forma aislada. Destatis ha revisado la contracción de la economía alemana en el segundo trimestre, de la caída del 10,1% que anunció con datos preliminares el 30 de julio a un recorte del 9,7% . Pese a la actualización, sigue siendo el mayor desplome registrado en una medición trimestral del PIB alemán desde que empezaron a publicarse estas estadísticas en 1970, pero queda muy por debajo de las caídas de PIB de países del entorno europeo, como Francia, con el 13,8%, Italia 12,4% o España 18,5%.
Destatis destaca en su comunicado el «masivo desplome de la demanda interna e internacional» como principal causa de la caída del PIB. En el segundo trimestre, el consumo privado cedió un 10,9% con respecto al primero; las inversiones en bienes de equipo se desplomaron un 19,6 % y la construcción cayó también, aunque de forma más moderada, un 4,2 %. En sentido contrario, y equilibrando en parte la situación provocada por la pandemia y las medidas para contenerla, el gasto público repuntó entre abril y junio un 1,5% con respecto al trimestre previo.
El comercio exterior, uno de los puntales de la primera economía europea, también se hundió a causa del coronavirus. En el segundo trimestre las exportaciones cayeron un 20,3% con respecto al primer trimestre mientras que las importaciones se contrajeron en un 16,0%. Ahora, el Gobierno alemán estima que el PIB se contraerá en el conjunto de este año un 6,3%. El Bundesbank sitúa ese pronóstico en el 7%.
Con todo esto, el dato que más preocupa en Alemania es el de déficit, que se sitúan en el 3,2% del PIB debido a las medidas de gasto que ha tomado el gobierno alemán para contrarrestar el efecto de parálisis que la pandemia ha dejado en la economía. El conjunto de las administraciones central, regional y local, más la caja de la seguridad social, gastaron en el primer semestre de 2020 unos 51.600 millones de euros más de los que ingresaron. En comparación, en el primer semestre de 2019 el Estado alemán había obtenido un superávit de 46.500 millones de euros.