Alemania cierra 2020 con una tasa de paro del 5,9% y el desempleo aumenta por primera vez desde 2013

El año de la pandemia destruyó 480.000 puestos de trabajo y la cifra de parados se elevó hasta casi los 2,7 millones, según la Agencia Federal de Empleo

La canciller alemana, Angela Merkel REUTERS

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Es la primera vez que aumenta el desempleo en Alemania desde 2013. El año de la pandemia destruyó 480.000 puestos de trabajo y la cifra de parados se elevó hasta casi los 2,7 millones, según la Agencia Federal de Empleo. «Podría haber sido peor», se consuela el director de este organismo, Detlef Scheele, que recuerda que los programas de sostenimiento, que subvencionan las reducciones de jornada, están ejerciendo un papel «estabilizador». Las solicitudes de ayudas a la jornada reducida siguen creciendo, aunque ya de forma mucho más limitada, y la principal preocupación es ahora que esos puestos de trabajo subvencionados no se conviertan en parados a medida que la vacuna permita ir retirando los programas de ayuda. La tasa de paro queda en el 5,9%, un 0,9% más que el año anterior. Y nunca antes había habido en la historia de la República Federal de Alemania tantos trabajadores en régimen de jornada reducida: casi seis millones de empleados, el 18% de todos los sujetos a contribuciones a la seguridad social. Durante la anterior crisis financiera, el pico de jornadas reducidas fue de 1,4 millones de personas.

La cifra de ocupados queda en 44,8 millones, un 1,1% menor que en 2019. El mayor descenso en el número de trabajadores activos se registró en el sector servicios, con un retroceso de 281.000 ocupados, un 0,8% menos que el año anterior. Los segmentos de transporte, comercio, alojamiento y servicios de comidas perdieron 207.000 ocupados, mientras que los servicios empresariales perdieron 156.000. En el otro lado de la balanza, los servicios públicos, la educación y la sanidad aumentaron el número de ocupados en 153.000 personas respecto a 2019, un aumento que Scheele prevé ya estructural. Es muy posible que esos contratos permanezcan más allá de la pandemia, porque se perciben como trabajadores necesarios y la administración difícilmente se arriesgará a dejar descubiertas las necesidades en sectores que se han manifestado como imprescindibles durante la crisis sanitaria.

Otro sector que siguió creciendo en empleo fue el de la construcción, que ganó 17.000 trabajadores a pesar de las circunstancias, hasta los 2,6 millones de ocupados. En la industria, sin embargo, el número de ocupados disminuyó en 2020 en 191.000 personas, hasta cerca de 8,2 millones de trabajadores empleados. Y en la agricultura, pesca y silvicultura se perdieron 22.000 empleos, hasta una cifra de ocupados de 577.000.

Y la pérdida de empleo a causa del coronavirus no habría tocado fondo todavía, según los cálculos del economista Gabriel Felbermayr, director del Instituto de Economía Mundial de Kiel. «Acabarán perdiéndose unos 600.000 empleos en total», augura, y señala que los sectores más perjudicados son aquellos que ya estaban sufriendo cambios estructurales al margen la crisis sanitaria. «En un mundo que tiende a la neutralidad climática, la aviación tendría que encogerse de todos modos», apunta, «este es un ejemplo de cómo el coronavirus ha acelerado y anticipado un aumento de la sostenibilidad». También es portavoz de malos augurios el presidente del Instituto Alemán de Investigaciones Económicas, Marcel Fratzscher, que espera un aumento de las quiebras empresariales como consecuencia de la crisis sanitaria , una ola de insolvencias que todavía no aparece en los datos de 2020. «La segunda ola está siendo mucho más dura, los cierres deberán todavía prolongarse y hay muchas empresas que están ya al límite de su capacidad de aguante y que, inevitablemente, van a tener que cerrar», diagnostica. «La pregunta no es si habrá una ola de quiebras, sino cuándo se producirá esa ola de quiebras», dice, por lo que destaca la importancia de que las ayudas no sean retiradas de forma brusca.

En cuanto al mes de diciembre, el desempleo cayó de forma inesperada y a pesar del cierre forzoso del comercio, excepto supermercados y farmacias. El número de personas sin empleo en la mayor economía de Europa se redujo en 37.000 en términos desestacionalizados, hasta un total de 2,776 millones, en un mes en el que los analistas esperaban un aumento de al menos 10.000 parados. Esto es así gracias a que el número de trabajadores en régimen de jornada reducida aumentó en 666.000.

«Tiene algo que ver con el fuerte poder económico de Alemania y tiene algo que ver con la fuerte respuesta fiscal que hemos dado al problema», dice al respecto el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, que valora estos datos como positivos en el contexto de la pandemia. «Sin las ayudas del Estado, estas cifras serían completamente diferentes», ha declarado, «y también tiene que ver con un instrumento como el trabajo de jornada reducida. Esto me afecta especialmente, porque se desarrolló por primera vez como una importante medida de lucha contra la crisis cuando era ministro de Trabajo y Asuntos Sociales. El hecho de que ahora se esté copiando en muchos países muestra que realmente funciona».

A la espera de los datos definitivos, el Bundesbank prevé para 2020 una contracción del 5,5% del PIB alemán y un crecimiento del 3% en 2021, por lo que la recuperación no se logrará hasta 2022, con una previsión de crecimiento del 4,5%.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación