Acusan a Kutxabank de cambiar criterios contables de Euskaltel para inflar sus cuentas
El banco y otros viejos accionistas de la teleco reclaman 41 millones a los fondos a los que vendieron sus títulos
Kutxabank y sus antiguos socios en Euskaltel –Endesa, Iberdrola, Mondragón y el Gobierno vasco– mantienen una batalla judicial contra Trilantic e Investindustrial , a los que en 2012 vendieron sus acciones en la «teleco» por 152 millones de euros. Los históricos accionistas, liderados por la antigua caja de ahorros, reclaman en los tribunales a los dos fondos de inversión un pago aplazado de 41 millones que, según se pactó en la compraventa, se cuantificaría en base al beneficio bruto de explotación (ebitda) futuro del operador. Sin embargo, Trilantic e Investindustrial, asociados como International Cable (IC), no están dispuestos a abonarles más de dos millones y defienden que Kutxabank modificó los criterios contables de Euskaltel para inflar su resultado y ese pago variable.
IC adquirió en diciembre de 2012 el 48,1% del capital social del operador en manos de Kutxabank, que poseía el 68% y vendió el 18,1%, Endesa (10,64%), Iberdrola (9,85%), Mondragón Corporación (2,13%) y el Gobierno vasco (7,45%). Lo hizo por un importe de 154 millones, por debajo de la valoración real de Euskaltel, pero acordó ajustar ese precio mediante un pago futuro . Para ello se incluyó en el contrato una cláusula «earn-out» que obligaba a IC a pagar a esos accionistas un complemento si Euskaltel llegaba a alcanzar el 93% de su ebitda acumulado en los ejercicio 2012, 2013 y 2014.
El cálculo se realizaría, según se estipuló, mediante la política contable que la compañía aplicaba al cierre de la operación de compraventa, en 2012. Sin embargo, la compañía, en la que Kutxabank mantenía el 49,9% del capital y de cuyo comité de auditoría forma parte su directora de participadas, Alicia Vivanco, modificó en 2013 los criterios contables de la «teleco». En concreto, determinados gastos que hasta entonces se anotaban en la cuenta de resultados pasaron a capitalizarse, computándose en el balance.
Contabilidad interna
Esto, según las alegaciones de IC a la demanda, permitió elevar en más de 28 millones el resultado de explotación de Euskaltel, y por tanto la cuantía del pago aplazado. Los fondos entienden que no solo es un cambio contable interesado, sino que acusan a los representantes de Kutxabank en la «teleco», y en concreto a Vivanco, de negarse a que ese cambio se reflejase en las cuentas anuales de Euskaltel.
El banco vasco y sus socios industriales alegan, en cambio, que esa modificación no se puede considerar un cambio en la política contable, sino la corrección de errores que Euskaltel arrastrada en su contabilidad desde su fundación y que era necesario subsanarlo para converger con el resto del sector. Sin embargo, según los fondos, los vendedores no pueden moral ni legalmente alegar que las cuentas contenían errores, pues estarían admitiendo que en el momento de la venta, en 2012, mintieron a IC sobre la veracidad de las cuentas de Euskaltel.
Lo que esta batalla esconde es la lucha por la revalorización de Euskaltel con su salida a Bolsa en julio de 2015 . Cuando IC entró en la «teleco», esta fue valorada entre 320 y 407 millones; tres años y medio después y de que IC aplicará su plan de negocio saltó al parqué por 1.200 millones. Los fondos, que vendieron su participación durante la opv, se embolsaron más de 600 millones, entre la venta de las acciones y un dividendo extraordinario.
La participación de Kutxabank, que en 2015 era del 49,9% y ahora del 25,083%, se revalorizó por su parte en unos 500 millones. Mientras, Endesa, Iberdrola, Mondragón y el Gobierno vasco, que vendieron todas sus acciones en una operación promovida por Kutxabank, se perdieron ese botín.
