El acuerdo sobre los ERTE se aplaza tras negarse la CEOE a la propuesta del Gobierno
El Gobierno no llevará este martes al Consejo de Ministros la prórroga hasta septiembre
El Gobierno puso este martes sobre la mesa su propuesta sobre el futuro de los ERTE de fuerza mayor levantando en el acto una gran polvareda. El documento incluía una prórroga hasta el 30 de septiembre de este esquema que chocaba de frente con la pretensión de los empresarios -y en la que también coincidían los sindicatos- de llevarlos hasta final de año. Una vez conocidas las condiciones, la comisión tripartita se reunió por la tarde para seguir modelando el documento, con la intención de buscar un acuerdo como el que consagró la anterior prórroga. Y finalmente no lo hubo.
Desde el Gobierno se intentaba insuflar aire a la negociación asegurando que el documento no era «definitivo», mientras el ambiente era más pesimista en el entorno de los empresari os, que destacaban la «decepción» que había supuesto la propuesta. Los planes del Ejecutivo pasaban por llevar el documento hoy mismo al Consejo de Ministros y hacerlo, como dijo la ministra Yolanda Díaz en el Congreso, con «el sello de la casa», refiriéndose al diálogo social.
Así, tras más de cuatro horas de reunión, el encuentro finalizó sin consenso entre las partes y el Gobierno optó por no aprobar la norma unilateralmente. Desde el Ejecutivo aseguran que ha habido avances y esperan que la tendencia continúe en una reunión de mañana . Si hubiera acuerdo podría aprobarse en un consejo extraordinario el viernes. Más allá de la prórroga de tres meses, la propuesta del Ejecutivo no limita la vigencia de los ERTE por estado de alarma a determinados sectores, como inicialmente se había barajado, sino que los vincula a que sigan existiendo restricciones derivadas del Covid que «impidan o limiten la actividad» .
Estas restricciones incluyen las limitaciones a la movilidad, aforos y equivalentes y las medidas de prevención y contención sanitaria. Además, mantiene la limitación a los despidos por causas objetivas que se estableció en el pasado acuerdo y que elevaba el coste de despedir a 33 días por año trabajado frente a los 20. Igualmente, queda aplazada la suspensión de los contratos temporales, entre los que se incluyen también los de formación o interinidad. Esto en la práctica se traduce en que el empresario debe prorrogar estos contrato. La reincorporación de los trabajadores, otro de los puntos en los que los empresarios reclamaban más «adaptabilidad» , también queda regulada en el borrador del Ejecutivo. Según relata, las empresas deberán ir incorporando a su plantilla dando prioridad a los ajustes en reducción de jornada y quedan limitadas las horas extra y las nuevas contrataciones si la empresa tiene algún trabajador en ERTE.
Menos exenciones en cuotas
Otro foco de conflicto fueron las exoneraciones a la Seguridad Social, que también sufren modificaciones. Para los trabajadores que siguen en ERTE , si las empresas tienen menos de 50 trabajadores la exención en julio es del 35% , en agosto del 25% y en septiembre del 15%. Si la empresa supera los 50 trabajadores, las exenciones se reducen al 20%, 10% y 5% para los respectivos meses. Esto supone una fuerte reducción, pues en los ERTE por fuerza mayor de marzo se estableció una exoneración del 75% para las empresas con más de 50 trabajadores y del 100% para las que tuvieran menos de 50 trabajadores. Estas exenciones se mantuvieron en mayo y junio, aunque se fijaron nuevos porcentajes para los ERTE que incorporaran trabajadores.
En concreto, las exenciones se situaron entre el 45% y el 85% para los trabajadores que volvieran entre mayo y junio. También esos porcentajes se rebajan ahora . Las empresas con menos de 50 trabajadores tendrán una exoneración del 60% en julio, el 50% en agosto y el 40% en septiembre; mientras que las de mayor tamaño se moverán entre el 35%, el 25% y el 15%.
Noticias relacionadas