04.03.13 -
Ruth Beitia se ha empeñado en irse del atletismo por la puerta más grande que jamás imaginó. Ayer lo consiguió. Con la medalla de oro obtenida en Gotemburgo suma dos campeonatos europeos, el de ayer, en pista cubierta y el sumado al aire libre en junio de 2012, hace apenas diez meses, en Helsinky. Algo que le convierte en la mejor saltadora del momento en Europa. Pero su palmares no se queda ahí, ni mucho menos. En los mundiales y en los europeos acumula, además de los dos preciados metales, seis medallas más, todas ellos en pista cubierta, su superficie preferida. En Doha 2010 logró ser subcampeona mundial y, en 2006, en Moscú, se llevó para su casa el bronce. Mientras que en el viejo continente se colgó la plata en Madrid, en 2005, Turín, en 2009 y París, en 2011, además del bronce de 2007, en Birminghan.
A todos estos títulos hay que añadir su cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Su última década ha sido un constante subir al cajón. Su talento innato para superar el listón se ha acumulado en grandes dosis coincidiendo con su madurez deportiva. El destino ha querido que cuando su carrera llamaba a su fin, aquellos éxitos que siempre trató de conseguir hayan llegado de la mano. Después de una vida consagrada al oro europeo, de regresar una y otra vez de los campeonatos con el sabor agridulce de quedarse a unos centímetros del cielo, el año de su despedida lo ha logrado todo seguido.
Ella y su «50%», Ramón Torralbo, como nunca se cansa de repetir, le han puesto el broche de oro a algo que empezó en 1998, cuando batió su primer récord de España. Allí saltó 1,89 y ahora vuela por encima de 2,02 metros. Ella es la primera y la única española que ha superado la barrera de los dos metros. A partir de ahí comenzó su carrera hacia el estrellato. Sus eternos duelos con Marta Mendía, en los nacionales, y sus enfrentamientos con Blanka Vlasic, en los europeos, le hicieron crecer deportiva y, sobre todo, psicológicamente. La cántabra pasó de ser una saltadora buena, a ser la mejor atleta española de todos los tiempos. Suma doce campeonatos de España en sus vitrinas. También posee, con las marcas de 2,02, en pista cubierta (San Sebastián, 2007), y 2,01 metros, al aire libre (Pireo, Grecia, 2007), sendos récords de España.
De la pista a la política
Su tesón y coraje ha sido siempre el hilo conductor de su trayectoria Su inconformismo le llevó, después de anunciar su retirada, y de acabar cuarta en la cita olímpica de Londres en 2012, a dar marcha atrás en su decisión y seguir compitiendo. Superó lesiones, introdujo un cambio en sus entrenamientos y terminó obteniendo sus mayores logros. Perseverancia en estado puro. Ahora, con todo conseguido, su 'salto' a la política, en su actual puesto de secretaria del Parlamento de Cantabria, es, sin duda, el próximo objetivo de la cántabra.
Campeona. Ruth celebra el oro europeo en Helsinky, al aire libre, en 2012. :: REUTERS
París 2011. Beitia supera el listón y se proclama subcampeona de Europa. :: EFE
JJ OO. Beitia calienta en Londres 2012.
