Una carrera contrarreloj

Una de las grandes preocupaciones de los jugadores durante un torneo es el cumplimiento estricto de los horarios. Por ello, y porque Madrid es una ciudad de enormes proporciones, el desplazamiento de los participantes y de sus equipos es vital. Así, juegan un papel destacado los chóferes que se encargan de todos los traslados de los tenistas durante el Mutua Madrid Open : desde su llegada al aeropuerto hasta los hoteles y, posteriormente, a la Caja Mágica. En total son 140 personas que conducen los 70 coches de diferentes modelos Mercedes-Benz de los que dispone la organización, en dos turnos: mañana y tarde.

Nicolás Arranz es uno de los conductores que tiene una relación diaria con los tenistas durante el torneo. Entre ellos, ha llevado en su coche a Novak Djokovic , David Ferrer , Ernest Gulbis , Fabio Fognini o los hermanos Bryan . «Djokovic y el francés Herbert son dos tipos muy simpáticos; Fognini bromeó con comprarse el coche que conducía... Sin embargo, Gulbis por ejemplo no habló en todo el viaje», apunta.

Algunos participantes piden que el chófer los acerque a lugares turísticos como la Plaza Mayor, el Santiago Bernabéu o el Barrio de Las Letras , para poder ver un poco la ciudad los días que no compiten. Otros, durante el trayecto, les encargan subir o bajar el aire acondicionado o la radio. «Herbert me pidió que subiera el volumen cuando estaba jugando el Atlético de Madrid».

Los chóferes no tienen ningún jugador asignado. Por lo tanto, a medida que llegan al mostrador del torneo o del hotel llaman a la organización y un conductor los recoge, pero no hay distinción en cuanto al modelo del automóvil en el que hacen el viaje. «Los deportistas son conscientes de que, para ser el número uno o dos, necesitan del resto de tenistas por lo que son todos iguales en ese sentido», comenta Arranz.

La conducción es muy importante para el confort de los tenistas y, sobre todo, para evitar un contratiempo que suponga un inconveniente en la dura preparación para el torneo. « Tratamos de conducir de forma suave y con mucha paciencia », afirma Arranz, que resalta el buen trato que les dan los jugadores, puesto que es un lujo para ellos ir de puerta a puerta.