¿Qué pasó con... Luis Rodríguez?
Su sobrina, Maribel Pérez, ha heredado los genes de velocista de este sevillano que, especializado en los 60, los 100 y los 200 metros, estuvo varios años en la élite del atletismo nacional y puede presumir de haberle ganado a Ben Johnson
Velocista consumado sobre el tartán, Luis Rodríguez le dedicó al atletismo 16 años en los que vivió de todo: alegrías, tristezas, reveses, desengaños federativos y hasta la tragedia del fallecimiento de Gómez Campuzano, su amigo. Ahora, en su faceta de entrenador, tutela a un amplio ... grupo de atletas entre los que destaca su sobrina, Maribel Pérez, que se encuentra ya a dos centésimas del récord de Sandra Myers en los 60 metros lisos.
Estuvo cerca de acudir a los Juegos Olímpicos de Barcelona.
Me quedé fuera por una decisión del entonces presidente de la Federación. Era segundo y llevaron al primero, el tercero, el cuarto y el quinto. En aquella época, si no estabas en un centro de alto rendimiento, te fastidiaban. Había más centralismo que ahora. Me bajaron dos niveles la beca estando lesionado cuando me lo tendrían que haber bajado uno. A la primera concentración de relevos no fui y ahí vieron las puertas abiertas.
Le ganó a Ben Johnson.
Sí, le gané a Ben Johnson. La primera carrera que corrió tras su inhabilitación fue en Granada y le gané. Primero fue Dennis Mitchell, luego el búlgaro Antonov, que hacía longitud y velocidad, en tercer lugar entré yo y luego Johnson. Aunque los comentarios de los periodistas fue lo mal que había corrido Ben Johnson que hasta un español le había ganado, para mí fue un orgullo porque estábamos en las mismas condiciones, y ganarle a un atleta así... Ya no estaba dopado, igual que yo no lo he estado nunca.
¿Qué es lo que más destacaría de su sobrina?
Lo bien que compite. Y no lo digo porque sea mi sobrina, pero no he visto a nadie que compita como ella, y mire que he conocido atletas... Compite muy bien y tiene la cabeza muy centrada. Esto es fundamental. Porque si no te funciona la cabeza, por mucha genética que tengas, no llegas a nada.
Está haciendo grandes marcas en los 60 metros lisos (ayer, 7.25) y puede seguir progresando.
Está en muy buena edad. Las mujeres tardan más en coger la fuerza que los hombres y, a medida que la van cogiendo, van ganando también en velocidad.
¿Qué recuerdo guarda de Miguel Ángel Gómez Campuzano?
Aquello fue una tragedia muy grande. Éramos compañeros y amigos. Íbamos juntos a todas las competiciones. Miguel Ángel era una persona muy entrañable, un fenómeno. Estábamos siempre juntos. Fue un palo tremendo. Estuvo a punto de venirse con nosotros a la playa a echar ese fin de semana. Podría haber sido un corredor de 400 metros vallas muy, muy bueno.
Integraban ambos el grupo de Pepe Lorente.
Sí, estaban Lissette Ferri, Javi Silva, Valentín Lecumberri, Alfredo Rodelas... Un grupo muy bueno.
Así que la Sevilla de los ochocentistas fue antes tierra de velocistas.
Sí, era una época de velocidad. Después surgió también Julia Alba, en el 400. Hemos tenido muy buenos velocistas y después aparecieron también atletas como Amparo Cotán y Belén Recio.
¿El atleta sevillano siempre ha estado por encima de las infraestructuras y ayudas de su ciudad?
Por supuesto. Un diez para los atletas y un suspenso para la ciudad. Cuando le otorgaron el Mundial a Sevilla, me hicieron una pregunta en la radio y dije que había ciudades que se lo merecían más que Sevilla. Porque todos los atletas de aquí estábamos en equipos de fuera. No había club de atletismo. Después se hizo el Sevilla Abierta para justificar que se celebraba un Mundial. La realidad es que estábamos todos fuera. Se gastaban millones en un meeting y aquí no había club. Nunca ha habido apoyo.
Y la cosa no ha mejorado, ¿no?
Estamos peor que entonces. Ahora los atletas tienen que pagar por competir. Y aquí, todo lo que no sea fútbol es difícil que funcione, y mire que me gusta el fútbol, ¿eh?
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