Real Madrid

El vestuario protege a Lopetegui

El entrenador, a diferencia de Rafa Benítez en su día, cuenta en esta crisis con el apoyo público de los jugadores, que reclaman su continuidad

Tomás González-Martín

En este mundo del fútbol espectáculo, donde casi todo es «deja vu», provoca una inusitada capacidad de sorpresa la guardia pretoriana que los futbolistas del Real Madrid han colocado delante de Lopetegui como un parapeto casi militar. En este universo del balompié hemos vivido muchos apoyos de los jugadores a un técnico. Sucedió con Ancelotti, con Zidane, con Del Bosque y hasta con Miguel Muñoz en sus tres lustros de mandato en el césped desde 1959 a 1974. Pero la defensa a ultranza de unos profesionales a su jefe para después fallar en el campo una y otra vez es una situación increíble que nunca se ha producido en la historia del Real Madrid y quizá tampoco en ningún otro club.

Proteger bien a Marcelo: el brasileño ha superado su esguince y jugará el clásico. Es el mejor delantero blanco y Lopetegui desea que suba y que se sienta protegido por Isco, Kroos y Ramos

Los aficionados de solera del Bernabéu, que han visto ganarlo todo a este club desde 1954 hasta hoy, se cuestionan como un nuevo paradigma del fútbol esta extraña realidad de unos hombres que no rinden como es habitual y que exhiben la frase « a muerte con el míster » como un «boomerang».

Los capitanes hacen trabajo psicológico para que sus compañeros jueguen sin temor, a pecho descubierto. Es la oportunidad de renacer. Quieren ir a por todas, sin nervios

Marcelo, Benzema, Isco, Ramos, Casemiro, Lucas, Ceballos, todos han sacado la cabeza por el entrenador tras los partidos frente al Alavés, el Levante y el Viktoria Pilsen, saldados con dos derrotas y un triunfo.

La pregunta fundamental en el interior del madridismo es: ¿Por qué el vestuario defiende casi como una piña a Lopetegui y no hizo lo mismo con Benítez en diciembre de 2015 , hasta que cayó el 4 de enero de 2016? Las respuestas a esta diferencia de comportamiento explican lo que sucede actualmente y lo que ocurrió hace tres años.

La posesión de Modric y Kroos. Para el entrenador es fundamental conseguir el balón e impedir que el Barcelona maneje el partido. Pide personalidad para mandar en el Camp Nou

El primer punto clave de la realidad actual es que fueron los jugadores que habían ganado cuatro Champions en las últimas cinco temporadas quienes apoyaron la llegada de Lopetegui desde la selección. El dato es importante.

Morir por él en el campo

Solo dos plantillas en la leyenda del fútbol, la de Di Stéfano y Gento hace sesenta años y la liderada por Ramos, Marcelo, Benzema y Modric hoy en día, han conquistado cinco y cuatro Copas de Europa respectivamente en toda la historia. Esos hechos otorgan una relevancia suprema a sus protagonistas en ambas épocas. En 1958, Muñoz colgó las botas como jugador para ser entrenador de sus compañeros, campeones como él. Sesenta años más tarde, en junio de 2018, el Real Madrid buscaba el sucesor de Zidane y los campeones del último lustro aprobaron la candidatura de Lopetegui cuando el club confirmó que Pochettino y Joachim Low eran opciones inviables. Ahora deben defender al vasco a muerte. Y morir por él, que no con él.

Los futbolistas apuestan por «Julen», como los veteranos le llaman con cercanía, porque le conocen de la selección española y concuerdan en su trato, en su forma de ver el fútbol y sobre todo en la ley suprema de unos códigos internos de respeto al vestuario que el técnico mantiene contra todos los inconvenientes.

No señala a ninguno

El guipuzcoano nunca saldrá a señalar a un jugador. No es egoísta. Carga con los errores y sinsabores. Nunca justificará los fracasos en el flojo rendimiento de la mayoría de ellos, que es la verdad. Lo máximo que dirá es que «no estamos en nuestro mejor momento». Y subrayará que esa situación «la vamos a corregir todos». Evita las polémicas y silencia los defectos para intentar subsanar los trapos sucios en la cocina. Las críticas a cada uno las hace en el vestuario. Protege sobre todo al Real Madrid. Y a sus pupilos los primeros.

Con Benítez no se cumplían todas estas características. Desde el primer día tuvo problemas con los jugadores, aunque el preparador madrileño tuviera la razón. James se molestó con él cuando Benítez le pidió desde China acortar vacaciones y adelantar su incorporación al grupo en 2015 para ser titular inmediatamente.

Buscan su redención

Después, el entrenador demostró una falta de mano izquierda con jugadores consagrados que no habría sido un problema en otros clubes, pero sí en el Real Madrid. «Rafa» era un hombre puro de fútbol y hablaba con la crudeza de los vestuarios de siempre. El dilema era que en Valdebebas había muchas estrellas que buscaban un trato más cálido y preferencial. Benítez no era así. Quería ser justo con todos por igual. Los líderes de la plantilla se despegaron de él. Y lo plasmaron ante los ojos el club. En diciembre de 2015 varios futbolistas sabían que al madrileño caería al primer partido sin victoria. Empató en Mestalla y le destituyeron al día siguiente, 4 de enero, fecha de la coronación de Zidane. Diversos profesionales del plantel mostraron su alegría por el cambio con gestos claros.

Ahora quieren salvar a Lopetegui y saben que esa redención pasa por vencer en el Camp Nou. Un entrenador que al principio no se casó con nadie y sentó a Modric para dar hueco a Ceballos, pero que con la llegada de los malos resultados se escudó en los jefes del grupo y tiró de galones para hacer alineaciones «de código de poder». Éso ha perjudicado a los nuevos. No ha contado con Vinicius. Mariano debió jugar mucho antes. Solo una racha de victorias y de rearme moral le sujetará en el puesto. El clásico es su gran examen de futuro. Espera vivir otros frente al Melilla, el Valladolid, el Viktoria Pilsen y el Celta en Balaídos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación