Real Madrid
El nuevo técnico será de primer nivel, no un parche de la casa
El club descarta a Solari. Lo quemaría injustamente. Si decidiera la destitución de Lopetegui, fichará un hombre con crédito para imponerse a la plantilla
El flojo rendimiento del Real Madrid no admite parches. Si hay que operar, se intervendrá quirúrgicamente con el mejor material y el mejor doctor del mercado. Florentino Pérez, José Ángel Sánchez, Ramón Martínez y los otros hombres de confianza que integran la dirección deportiva han planificado el futuro del primer equipo con las directrices muy claras. Lopetegui se juega el puesto en el Camp Nou ante el Barcelona huérfano de su mesías y si el balance posterior del equipo madridista exige un cambio de entrenador será sustituido por un técnico de máxima garantía, como Antonio Conte o Roberto Martínez. No habrá un relevo con un hombre interino de la casa, es el caso de Solari, porque sería quemado de forma inconveniente.
Antonio Conte y Bob Martínez (Bélgica) cumplen esos requisitos para hacerse respetar en la plantilla madridista
La institución descartó la llegada de hombres del club para coger el timón de esta gran nave porque arrolla hasta a los profesionales consagrados cuando las cosas se tuercen, como les sucedió a Mourinho y a Ancelotti. Se requiere un hombre que sepa controlar el vestuario e imponga su ley dentro y fuera del campo. La reflexión es que los profesionales de la casa la conocen bien, porque han sido jugadores, pero no tienen el crédito como técnicos para mandar a estos futbolistas con un mensaje creíble. Hay que dar el poder a un entrenador que haya demostrado su nivel para hacerse respetar deportivamente por unos pupilos que han ganado cuatro Champions, Mundiales y Eurocopas.
Un entrenador para años
En la hipótesis de una derrota en el clásico, que Lopetegui y los jugadores piensan impedir, el estado del club exigirá la adquisición de un preparador de primer nivel que tenga experiencia para dar un vuelco a situaciones complicadas y conseguir enderezar el rumbo. Se desea elegir bien. Se piensa fichar un responsable deportivo que encabece un cambio en el orden técnico, táctico y especialmente físico, que recupere al Real Madrid hasta devolverle al nivel que le ha definido históricamente y en especial en estas últimas ocho temporadas. Por ello, debe venir un preparador valorado internacionalmente para hacer un trabajo de varios años . No se busca un técnico para ocho meses, sino una designación acertada para acometer el cambio.
Elegir bien
El presidente del Real Madrid dialogó con José Ángel Sánchez y otros ayudantes después del triunfo sobre el Viktoria Pilsen para debatir todas estas necesidades del Real Madrid actual y las posturas a tomar en dos semanas que serán capitales en el porvenir del campeón de Europa y del propio Lopetegui. El análisis de los regidores del club continuó ayer, de manera sosegada. No hay que precipitarse con juicios basados en la calentura de un resultado . Hay que intervenir con visión de toda la temporada, sin correr en las decisiones por disputarse un partido el miércoles, en Melilla, o el primer sábado de noviembre ante el Valladolid. «El lema es vísteme despacio que tengo prisa», señalaba ayer un hombre de la empresa. El mal estado de la mayoría de los jugadores ha salvado hasta ahora al técnico guipuzcoano, pues es verdad que la condición física de muchos de sus pupilos es negativa y la confianza se ha resentido incluso en los líderes del plantel. De ese mala forma se culpa al cuerpo técnico de Lopetegui, pero las lesiones también han influido.
Los jugadores saben que pueden salvar al jefe que apoyan si vencen al Barcelona, el Melilla, el Valladolid y el Viktoria Pilsen en una final europea de fase previa
Si la destitución del actual responsable deportivo se hace imprescindible para cambiar el rumbo, se abordará sin tener en cuenta los partidos que haya. El único razonamiento para atacar o no el cambio en el banquillo será la necesidad imperiosa y sobre todo la decisión final, meditada con pros y contras, del sustituto idóneo en una situación futbolística extraña, con una conjunción de factores en contra que han hecho perder la confianza a los jugadores. Cuando el elegido (Conte, Bob Martínez, Laudrup u otro profesional) esté decidido, se ejecutará el relevo al instante.
Si Lopetegui pierde ante un Barcelona huérfano de su mesías, quedará condenado
Los futbolistas desean salvar el pescuezo a su entrenador y acabar con esta tensión psicológica que también les afecta. «Si ganamos, daremos un salto adelante definitivo», manifestó ayer un jugador a ABC. Pero si Lopetegui pierde el clásico, salvo que sea de manera injusta o circunstancial, el bisturí estará preparado.
La visita al Celta, el 11 de noviembre, es otro partido envenenado
Tras el encuentro del Camp Nou, el equipo jugará tres días después en Melilla y el sábado siguiente en el Bernabéu frente al Valladolid. Luego visitará al Viktoria Pilsen y al Celta en Balaídos, antes de entrar en un nuevo periplo de selecciones. El guipuzcoano se jugará el gaznate en los cinco encuentros.
Son dieciocho días que marcarán el curso. Tampoco ayuda a los futbolistas vivir ese examen final cada tres días. No obstante, tienen la baraja en su poder: «Si ganamos una serie de partidos, Lopetegui continuará». Los dirigentes exponen que todo dependerá de lo que consiga el equipo en esta etapa: «Si vencemos en Barcelona, Dios dirá lo que haremos y si continuamos ganando, pues seguirá». Pero Lopetegui debe ganarse la confianza del club. De poco servirá vencer al Barcelona si después se falla ante el Viktoria Pilsen, un partido determinante en la Champions, o frente al Celta en Vigo. Es necesario un salto consolidado.
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