Real Madrid
Semana blanca para preparar el despegue
El retraso del clásico permite al Real Madrid rearmarse con una minipretemporada; Lucas y Modric son alta para jugar, Bale la obtendrá en siete días
Reuniones de reafirmación, consejos para rendir mejor y un trabajo de pretemporada en octubre con el objetivo de poner a muchos futbolistas a punto. Modric y Lucas son alta y Bale lo será dentro de una semana. La victoria en Estambul ha sido una bomba de oxígeno en el Real Madrid, que aprovecha el aplazamiento del clásico para conseguir una mejor forma física y recuperar la confianza de futbolistas que no la han tenido en tres meses de vértigo, definidos por una irregularidad manifiesta del equipo blanco.
Tres partidos clave, dos de Liga y uno de Champions en casa. El Madrid recibe al Leganés el 30 de octubre y al Betis el 2 de noviembre, dos jornadas para consolidarse en cabeza. El 6 de no noviembre jugará, también en su campo, ante el cuadro turco. Un triunfo les dejará a un punto de la clasificación
El mensaje del club a Zidane y a la plantilla es elocuente: es la hora del despegue. La cúpula de la entidad subraya que el equipo debe sacar jugo a este parón liguero, adquirir fuerzas y conseguir tres triunfos en tres partidos consecutivos en casa que son decisivos en la Liga y sobre todo en la Champions, con la visita del equipo turco. Los capitanes han hablado con sus compañeros: «Hay que ganar al Leganés, al Betis y al Galatasaray». Los dirigentes, el técnico y los capitanes saben que la confianza se adquiere con victorias y es el momento idóneo para reafirmarse moralmente. «El despegue está en vuestras manos», señalan en la casa. En sus botas.
No se puede fallar más
Zinedine celebra tener por fin siete días de margen con todos sus hombres para trabajar a gusto y aumentar la carga física. El maratón de partidos cada tres días solo permite jornadas de recuperación. Ahora ha intensificado los entrenamientos con planificaciones de velocidad y potencia.
Reuniones de grupo: Zidane hace trabajo de campo con el lema de exigir lo máximo en cada partido, con el espejo de Estambul como referencia y de mallorca como advertencia
El entrenador ha hablado con los jugadores. La victoria ante el Galatasaray es el espejo de sus palabras. El lema es directo: si todos corren como equipo pueden ganar a cualquier rival, pero si no corren todos, hay problemas. Sucedió en Mallorca, donde el francés reconoce que se equivocó al hacer tantas rotaciones que dejaron el esquema del equipo desequilibrado. Ahora ha dejado claro al plantel que tiene mucha calidad pero que para vencer ya no vale solo con ella, ahora hay que luchar al máximo, pues los rivales cubren sus carencias técnicas, cada vez menores, con una apuesta física enorme. El aviso es rotundo en Valdebebas: no se puede fallar más, ni en la Liga ni en la Champions.
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