Real Madrid
Bale y Hazard, cada vez más lejos
El galés no juega con el Real Madrid desde el 28 de agosto, se fue con su selección sin reaparecer y vuelve lesionado. Otras tres semanas de baja. El belga tiene por delante a Rodrygo, Lucas y Asensio y la opción de la cesión ya no es una quimera
Son los dos casos más dolorosos para el Real Madrid en la última década. El club pagó 100 millones por Bale hace una década y considera que los ha amortizado con las cuatro Champions conquistadas con el galés en el césped y con sus importantes goles, decisivos en Lisboa, en Kiev y en la final de Copa frente al Barcelona con la galopada que Bartra nunca olvidará. Ahora, otra vez, ha vuelto lesionado tras jugar con Gales sin haber reaparecido con su equipo y el madridismo está que trina. Los millones que no ha amortizado la casa blanca son los 150 que ha abonado por Eden Hazard, 105 en la operación de traspaso y el resto en bonus. El belga suma su tercera temporada y es el último en la valoración de Ancelotti para saltar al campo como extremo por ambas bandas.
Hay que hablar claro. No hay esperanza real en la entidad que les paga de obtener de ambos un rendimiento válido para desbancar a Vinicius o a Rodrygo de la titularidad. La empresa debe aguantar a Bale hasta junio y después dirá tanta paz lleves como paz dejas. Hazard, por su parte, se ve superado por los dos brasileños y por Lucas Vázquez, Asensio y Valverde en la consideración del técnico y la opción de una cesión en el mercado de invierno ya no es una quimera. El Newcastle (nuevo rico con dueño árabe), su querido Chelsea y la Juventus valoran su préstamo en enero.
El belga llegó a Madrid el lunes y se ha entrenado bien el martes y el miércoles, sin acogerse al día libre que Ancelotti concedió a los internacionales. El domingo ansía tener minutos en Granada. Jugador número cinco del mundo hace cuatro años, Hazard vive la etapa más horrible de su carrera. Líder del Chelsea durante un lustro, jefe de la selección belga, elogiado por su regate y su dirección del ataque en esos dos equipos, las lesiones han hecho que no pueda trasladar esa calidad al Real Madrid. Su situación actual es cruda. Ha disputado un total de 63 minutos ante el Espanyol, el Osasuna, el Elche y el Rayo, para no disfrutar ni un ratito ante el Barcelona y el Shakhtar. Suma seis suplencias consecutivas, los números lo dicen todo.
Quien no se ha entrenado en Valdebebas ni un segundo es Bale. Su caso ha dado la última vuelta de tuerca. Hace once días se marchó a la concentración con Gales cuando no ha jugado en el Real Madrid desde el 28 de agosto. Fue titular con su selección ante Bielorrusia, forzó su estado físico y se rompió de nuevo el gemelo derecho, su punto débil.
Bob Page, su seleccionador, intentó tapar la nueva dolencia. Sería un reconocimiento del error cometido al alinearle y adujo que le quitó en el descanso como estaba pactado, aunque da la sensación de que le quitó porque se lesionó. El futbolista llegó a Madrid y fue directamente a los médicos, que le han diagnosticado la enésima rotura de gemelo. Otras tres semanas de baja. Los meses de septiembre, octubre y noviembre los pasa en blanco, nunca mejor dicho. Solo ha disputado las tres primeras jornadas ligueras. Con Gales juega fijo.
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