Real Madrid
El Ancelotti más íntimo: «La relación con Florentino en esta segunda etapa es más tranquila y equilibrada»
El técnico italiano analizó su carrera en una entrevista en #Vamos en la previa de las semifinales de la Champions
Manchester City y Real Madrid, otra batalla de estilos en el Etihad Stadium
En una gran elección de los tiempos, el programa 'Universo Valdano', del canal #Vamos, tuvo este lunes como protagonista a Carlo Ancelotti . El técnico italiano, que vive su segunda etapa en el banquillo del Real Madrid, ha guiado al conjunto blanco a las semifinales de la Champions League, donde se medirá al Manchester City de Pep Guardiola con el objetivo de volver a la gran final.
En una entrevista con el exjugador y exentrenador argentino del Real Madrid, Ancelotti se sinceró sobre su carrera, su forma de entender el fútbol o su momento actual en el Santiago Bernabéu, dejando algunas perlas en su discurso.
Una de las cosas que primero llaman la atención de la charla de Ancelotti, que próximamente puede convertirse en el primer entrenador en ganar las cinco grandes ligas europeas, es su amor por la ciudad de Madrid y por el club blanco: «Soy consciente de que entreno al club más grande del mundo, la exigencia es alta y tengo que aceptarla. En Napoli me encontraba bien, pero volver a Madrid fue especial, nunca pensaba que podría darse».
El italiano vive su segunda etapa madridista después de que en la primera consiguiese llevar al equipo a la conquista de la ansiada 'Décima': «Sólo ganamos la Champions... Todos me dicen que el gol de Ramos es el más importante de los últimos años. Estoy lleno de orgullo por entrenar al Real Madrid, es especial. Como fue en Milán. ¿Sentirme querido? No lo sé, me siento querido por el presidente, por la gente en Valdebebas…».
Florentino, un presidente aficionado
Durante la conversación con Valdano, Ancelotti distingue entre presidentes aficionados y presidentes 'business'. «Cambia la manera de manejar el club. Prefiero los presidentes aficionados, porque la estructura del club es parecida a una familia. Los clubes de business son más difíciles de manejar». Y coloca a Florentino Pérez en «la categoría aficionado. Su éxito nunca lo ha tenido otro presidente, es como Berlusconi, llevaré al Madrid y al Milan en el corazón hasta que se pare . La relación entre presidente y entrenador en esta segunda etapa es más tranquila y equilibrada. Por lo que logró y por su idea para el futuro de este club. Es un equipo que nunca para, o celebras rápido porque… hay que darse prisa porque enseguida tienes que mirar delante. Por eso ha ganado tanto, no se encuentra bien con la derrota, si pasa eso vas a perder».
Entre las muchas cosas que le enamoran del Madrid, Ancelotti reconoce el factor Bernabéu: «En dos facetas distintas, en uno que teníamos que remontar y en otro que teníamos ventaja, nos va a ayudar. La última vez contra Guardiola empezamos aquí y nos salió bien».
Se refiere en concreto el técnico al partido con el Chelsea de cuartos de final de la Champions: «Teníamos dos goles de ventaja y puedes preparar el partido lo mejor que quieras, pero son cosas que pasan. La primera parte fue buena, ¿pero qué faltó? pues el hambre de hacer daño. Esa la teníamos en la ida porque no teníamos esa ventaja. Tuvimos dos fallos individuales que no habíamos tenido en toda la temporada, rompimos la línea de cuatro con los dos centrales al salir a la presión, eso es increíble. ¿Qué hacer al descanso? Nunca me había pasado un cambio tan radical de un partido al descanso como ese, es la magia de este club y del estadio».
El otro aspecto más llamativo de la entrevista, más allá del repaso a su carrera y sus relaciones con Berlusconi, Sacchi o los otros equipos donde entrenó, está en su forma de ver el fútbol y cómo se forjó. «Mi padre era agricultor, teníamos tierras alquiladas y vacas. La leche era para producir el parmeggiano reggiano. Había que esperar a que madurara el queso un año. Era un tipo muy tranquilo, equilibrado, eso ha formado mi carácter».
Un tipo tranquilo
«Mi madre no quería que me fuera a Parma con 16 años, no le importaba nada el fútbol. Estuve cuatro años en una escuela de curas, en los Salesianos, aprendí la disciplina, los horarios… Aprendí a ser responsable, antes siempre me ayudaban mi madre o mi abuela. No me gustaba el estudio, pero terminé como perito eléctrico», rememora.
Para Ancelotti, dedicarse al fútbol «no es un sacrificio, es un placer. Se sufre mucho pero se disfruta mucho . El otro día me preocuparon por la selección, pero yo tomo la energía del día a día, es lo que me gusta. El día el día preparo el cuerpo para el sufrimiento del domingo, del día del partido. Si pierdes no puedes dormir y si has ganado, como piensas en lo bueno, pues tampoco».
«La obsesión no la tengo, me gusta mucho el fútbol, es mi pasión, pero intento manejar las cosas lo más simple posible . El fútbol para mí no es complejo, es simple, también en la estrategia. Atacar es creatividad, defender es organización. Yo les puedo enseñar más en lo segundo, lo primero es creatividad y no quiero ofuscar ese talento. Ese pase de Modric, no tengo que decirle nada, ni enseñarle a Karim cómo ponerse en el área. No me considero estricto», señala Ancelotti, que reconoce que le gusta ser cercano con sus futbolistas. «Es mi carácter. Quiero distinguir a la persona del trabajo. He crecido con el respeto a las personas. No puedes decir que eres un futbolista o un entrenador, eres una persona que juega al fútbol o una persona que entrena. El trabajo afecta a lo que eres, pero quiero distinguirlo bien».
Ancelotti tiene palabras de elogio para su hijo y ayudante en el banquillo del Real Madrid Davide . «Es muy calmado, como yo. Profesional muy serio. Ha entendido muy bien lo que significa ser el hijo del entrenador. Siempre alguien se lo va a decir, que está ahí por eso. Somos un equipo en el cuerpo técnico. Se ha tomado más responsabilidad para demostrar que vale, eso le ha ayudado. Está sacándose el título de UEFA Pro en Gales porque en Italia no le validan los requisitos, cosas de la burocracia».
Finalmente, cuestionado por su futuro, el italiano bromea: «Quiero ser profesor universitario de fútbol, que me dé el título la UEFA o algo, para hacer exámenes a los que opinan de fútbol, para ver si saben...» «Cuando deje de entrenar me gustará otra cosa, tengo cinco nietos, me he casado por segunda vez y no hemos hecho muchas cosas, tenemos que hacer más, quiero disfrutar con ella. Cuando acabe seré un aficionado de grada del Madrid y del Milan», sentencia.
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