Otra caída frena la progresión de Márquez

Veía, por fin, que el húmero le dejaba hacer una vida más o menos normal. El siguiente paso fue ver qué podía subirse a una moto. El siguiente, llegar a MotoGP. Pero Marc Márquez siempre ha sido consciente de que el tiempo sería el único objetivo que se marcaba. Admitía este fin de semana que tras el Gran Premio de España pensó en tomarse una pausa porque, no el húmero, pero sí el hombro, estaba acumulando demasiada tensión propia de la competitividad y la exigencia de MotoGP. Fueron los propios doctores los que le dijeron ue era mejor no parar, sino quizá tomárselo con más calma en su pretemporada hasta su mejor versión.

Ya en el Gran Premio de Italia volvió a abrir la puerta a esa posibilidad, con las palabras de advertencia de Alberto Puig indicando que escucharían al piloto y las recomendaciones médicas. «Lo dije con la boca pequeña, pero es una realidad. Coger un punto o 10 no cambia nada porque para Honda no ganar es un mal año. Así que priorizamos otras cosas. Venimos de donde venimos», admitía sin tapujos.

Pero quiso probarse una carrera más, en el exigente circuito de Mugello. Después de disculparse con Maverick Viñales por seguirle la rueda en la sesión de clasificación, el piloto de Honda tomó parte en la salida de un Gran Premio de Italia marcado por el fallecimiento del joven piloto de Moto3 Jason Dupasquier .

Sin embargo, a Márquez se le acabó pronto la carrera, apenas estuvo en pista una primera vuelta porque, según ha explicado el piloto, una toque con un rival, Binder, lo ha llevado al suelo.

Una situación muy complicada para Honda, que firmó una temporada gris en 2020 y no parece encontrar la senda del éxito en este 2021. Porque tienen a Márquez mermado y porque tampoco Pol Espargaró ha conseguido adaptarse al cien por cien con esta moto.