Río 2016 | Baloncesto masculino
España es un vaivén
La selección gana a Nigeria en un duelo lleno de altibajos que solo se resolvió en los minutos finales (87-96)
![España es un vaivén](https://s2.abcstatics.com/media/deportes/2016/08/12/hernangomez-kr8D--620x349@abc.jpg)
Crónica
Un grito de Rudy Fernández en mitad de la pista puso un antes y un después al deambular de la selección por los Juegos. Canasta celebrada con rabia por el madridista que encerraba toda la euforia contenida durante estos días de tormenta que ha vivido la selección española. Su explosión espontánea mediado el tercer cuarto fue seguida por el resto del equipo, que de repente se despojó de todos los lastres emocionales.
Espoleada por esos malos resultados, España se lanzó a la cancha con rabia. La presencia de Felipe Reyes en el cinco inicial reflejaba los cambios de los que hablaba Scariolo en la previa, aunque el principal estuvo en la actitud. Concentrados a pesar de la debilidad del rival, los españoles comenzaron a acumular una ventaja que al final del primer cuarto era ya de catorce puntos (25-11).
En ella había tenido mucho que ver Ricky Rubio, uno de los señalados por la crítica, que ayer disputó su mejor encuentro hasta el momento en los Juegos. Está cabizbajo el catalán, golpeado hace tres meses por la muerte de su madre, y su estado de ánimo se refleja en la cancha. Ayer, despojado al fin de la presión, el base de los Timberwolves se lanzó hacia la canasta. Mirando el aro con un deseo desconocido para él hasta el momento. Los primeros puntos de la selección llevaron su firma, pero su exhibición fue más allá. El catalán anotó de cerca y de lejos. Corrió y dirigió con acierto al equipo y hasta se dio el lujo de hacer un mate.
Su alegría contagió al resto de la selección, que por primera vez en los Juegos buscó el contragolpe y exhibió fortaleza defensiva. Una dureza mental que se fue diluyendo por momentos. Montaña de emociones. Nigeria, puro músculo y poco talento -más aún tras la lesión de Lawal , su mejor jugador- le sacó los colores a España en el segundo cuarto, en el que la selección encajó 30 puntos. Casi la mitad de los que promedia en todo el campeonato. El parcial devolvió la igualdad al marcador y puso de manifiesto muchos de los problemas que aún siguen latentes en el equipo y que comienzan por la falta de concentración. Despistes que le condenan a vivir al límite cada final de partido y que ayer volvieron a exigirle el máximo para no quedarse fuera de los Juegos.
Contra las cuerdas
El tercer cuarto fue otra vez el de la cara bonita. Un ciclón de juego en el que salieron a relucir las mejores virtudes de este equipo. Velocidad y tiro exterior. Presión y defensa asfixiante (51-65, min. 35). Nigeria vio que se le venía encima una avalancha y no sacó la bandera blanca porque conocía la inconsistencia española.
Un parcial de 15-0 devolvía la delantera a los africanos con un cuarto entero por jugarse. Reaparecieron los fantasmas en España, pero entre el acierto de Navarro -dos triples consecutivos- y la defensa de Hernangómez bajo el aro se sacó adelante un triunfo, el primero en los Juegos, que da esperanza a la selección . Un triunfo que recuperó para la causa a mimbres importantes como Rudy o Navarro, pero que no esconde los problemas. Victoria que mantiene con vida a España, al menos, hasta el próximo sábado, cuando se medirá a Lituania en otro duelo sin red. A cara o cruz. Al límite, como se ha obligado a vivir esta selección desde el inicio del torneo.
Previa
España se mide esta medianoche a Nigeria con la obligación de ganar para no quedar eliminada de los Juegos. Tras el peor inicio histórico de esta selección de los «Chicos de Oro» toca ganar o ganar. Un ahora o nunca que llega demasiado pronto para lo que estaba previsto.
Ver lanzar a Ricky Rubio durante el entrenamiento de la selección es una delicia. Ha entrenado tanto esta faceta con los técnicos de los Timberwolves que su mecánica aparece cada vez más pura. Y más certera. En un momento, anota hasta ocho triples consecutivos bajo la atenta mirada de Scariolo que no se explica el bajón de rendimiento del base en el tiro durante los encuentros. El bloqueo psicológico que sufre Ricky con ese asunto es similar al que se ha apoderado de buena parte de sus compañeros en este inicio de campeonato. Un mal que se cura lejos de la cancha y que los propios jugadores han tratado de solucionar en las últimas horas.
Después del varapalo que supuso la derrota ante Brasil, hubo cónclave en el núcleo del vestuario. Conversaciones de habitación para cohesionar al grupo y desterrar las malas vibraciones.
«Claro que ha habido conversaciones. Son días difíciles, porque a todos nos gustaría estar ganando, pero no podemos perder de vista que es un torneo muy largo y que aún dependemos de nosotros para estar en la siguiente fase», asume el canario. Hay preocupación en el vestuario de la selección aunque de puertas para afuera se sostenga la versión oficial del optimismo. Las señales que emite el equipo son muy diferentes a otros campeonatos y los rostros dejan entrever lo que no emiten sus palabras. « No es la situación ideal , pero sabemos cómo sacar esto adelante. Estamos unidos y no hay jugadores tocados anímicamente», afirmó el nuevo jugador de los Sixers tras un entrenamiento en el que estuvo presente Alejandro Blanco, presidente del Comite Olímpico Español.
Por su parte, las chicas ganaron ayer a China (89-68) con actuación histórica de Alba Torrens, cuyos 32 puntos son la máxima anotación de una jugadora española en los Juegos. España encarrila su pase a cuartos.
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