España, ante un inesperado todo o nada

España se juega un prematuro todo o nada en lo que debía ser un partido no de trámite, pero sí al menos sin gran presión. La selección se enfrenta a las 12.30 (hora española) a una sorprendente Australia que en la primera jornada se deshizo de Argentina por 0-2. Y lo hace después de un decepcionante arranque ante Egipto (0-0) en el que los de Luis de la Fuente tuvieron el balón y ofrecieron el mejor juego, pero solo fueron capaces de llevar peligro a la portería de Elsehnawy cuando se lanzaron en tromba ante la evidencia del desenlace.

Si es cierto eso de que el fútbol son estados de ánimo, lo tiene complicado la olímpica, que en el grupo de las sorpresas tiene que ganar para no complicarse la clasificación y verse abocada a jugársela en un agónico partido frente a Argentina. Llega además con un Pedri, que arrastra muchísimos minutos tanto durante la temporada con el Barça como este verano, en el que ha encadenado Eurocopa y Juegos. No se vio fresco al canario el jueves y De la Fuente debe decidir si le da o no descanso.

Dos bajas seguras son las de Mingueza y Ceballos , que se retiraron lesionados en el primer tiempo ante Egipto. El suplente natural del barcelonista es Óscar Gil, aunque el jueves su sustituto fue Vallejo al haberse quedado el espanyolista fuera de la convocatoria. Para Ceballos también hay alternativas en un centro del campo que si tampoco juega Pedri quedará muy cambiado respecto al de la jornada inaugural.

Otra de las incógnitas es una vez más la de la delantera. Oyarzabal fue el ‘nueve’ frente a Egipto, un puesto por el que también compite Mir y que resulta crítico en España por un doble motivo. Porque a la olímpica, como les ocurre a sus mayores, no solo le cuesta materializar sus ocasiones, sino también generarlas.

Los de Luis de la Fuente tendrán en frente en el Sapporo Dome a una Australia liderada por Duke y Wales , que parecen haber llegado en un momento óptimo a los Juegos. Suya fue la jugada del primer gol ante la albiceleste y suyos los mejores momentos de unos sorprendentes aussies, tácticamente muy serios. Si se cierran como supieron hacerlo en muchas fases ante Argentina, muy ordenados en la defensa y disciplinados en la presión, pueden poner en apuros a una España a la que le cuesta abrir huecos.

Aun así, España parte necesariamente como favorita, como corresponde a una de las aspirantes a la medalla de oro. Lo que pasa es que ese favoritismo hay que demostrarlo y ante Egipto no lo hizo. Ahora tiene unja oportunidad de redimirse y la responsabilidad de no decepcionar de nuevo.