Fútbol

Vuelven las dudas sobre la legalidad del hígado que recibió Abidal

Toxicología concluye que la persona que le cedió el órgano y el exfutbolista no son familia

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Eric Abidal posa para ABC durante una entrevista INÉS BAUCELLS

Sergi Font

Vuelven a surgir dudas sobre la legalidad de la intervención quirúrgica por la que se le trasplantó un trozo de hígado a Eric Abidal, que había sido donado por un primo suyo. Según informa 'El Confidencial', «el Instituto Nacional de Toxicología , que pertenece al Ministerio de Justicia, no ha encontrado pruebas de que el exjugador del Barcelona Eric Abidal, y el supuesto primo que le donó una parte de su hígado en 2012, Gerard Armand, sean realmente familia». Esta información se suma al caso que investiga el Juzgado de Barcelona y en el que están implicados el mismo Eric Abidal, Sandro Rosell, expresidente del Barça; y Juanjo Castillo, ejecutivo que trabajo en el club durante el mandato de Rosell.

Según 'El Confidencial', «el hallazgo apuntala los indicios de culpabilidad contra los implicados porque en el sumario constan cuatro conversaciones telefónicas entre Rosell y Castillo en las que ambos admiten, sin saber que estaban siendo grabados por la Guardia Civil y la Policía Nacional, que compraron un hígado ilegal para Abidal y que se inventaron que el donante era su primo». Posteriormente, ambos explicaron que esta conversación se produjo en tono de broma. A pesar de ello, 'El Confidencial' recuerda que «tras difundirse las escuchas, los investigados ya admitieron que, en realidad, Abidal y el donante no eran primos hermanos , sino que únicamente tenían en común una abuela». Todo se ha enredado aún más después de que Toxicología haya «determinado ahora, tras analizar muestras biológicas de ambos, que ni siquiera puede acreditarse que sean familia». Y deja muy claro que «la relación de parentesco es clave para autorizar un trasplante 'inter vivos' porque presupone que hay una motivación afectiva para ceder altruistamente a otra persona una parte de un órgano». Hay que tener en cuenta que el Código Penal castiga el trafico de órganos con una pena de entre cinco y ocho años de cárcel así como la trata de personas con el objetivo de «extraer sus órganos corporales». Para ello no es imprescindible que se haya producido un pago. Es suficiente con que medie un engaño o el beneficiado abuse de una situación de superioridad, o de necesidad o de vulnerabilidad de la víctima nacional o extranjera.

La defensa de Sandro Rosell ha respondido con prontitud y contundencia a las acusaciones que ponen en entredicho al empresario catalán emitiendo un comunicado: «Tras la información aparecida en diversos medios de comunicación en los que se asevera de forma tajante que Toxicología no halla evidencias de que Abidal y su supuesto primo sean realmente familia, desde la defensa de Sandro Rosell, investigado en esta causa y defendido por el abogado Pau Molins , se desea puntualizar que el informe de Toxicología mencionado, remitido al juzgado de Instrucción número 28 de Barcelona en fecha 9 de febrero pasado, en sus conclusiones señala, textualmente, lo siguiente: '….para hacer este estudio de parentesco, las muestras analizadas no son las más idóneas, ya que como se ha indicado en el apartado de resultados, los perfiles genéticos obtenidos son parciales debido a la degradación genética que sufren los tejidos biopsiados cuando son introducidos en los líquidos conservantes…'. Y el propio informe añade, para concluir: 'si ese juzgado desea obtener resultados concluyentes en su investigación, deberían tomarse muestras biológicas indubitadas de los dos progenitores biológicos del Sr. Armand y de los dos progenitores del Sr. Abidal, si estuvieran disponibles, o al menos de los posibles hermanos biológicos y progenitores de los individuos de los que se quieren realizar el citado estudio de parentesco , y también una muestra indubitada de epitelio bucal indubitado de Eric Sylvain Abidal…'».

Los abogados de Rosell prosiguen: «En conclusión, no puede aseverarse, de forma temeraria y torticera como apuntan algunos medios y que contradice cuanto señala el propio informe, que los Sres. Armand y Abidal no guardan relación de parentesco alguna, dado que ha quedado acreditado que las pruebas realizadas a tal efecto son incompletas pudiendo el Juzgado continuar con otras nuevas como sugiere el propio Instituto Nacional de Toxicología. Por último, la defensa de Sandro Rosell quiere manifestar, una vez más, que el Sr. Rosell no participó ni intervino en modo alguno en la gestión del trasplante del Sr. Abidal, que fue monitorizado en todo momento por una entidad de referencia en España como es el Hospital Clínic de Barcelona , y que nada puede aportar ni discernir sobre la que pueda ser la relación de parentesco entre los Sres. Abidal y Armand».

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