Fútbol
La sombra de Rosell planea sobre las elecciones del Barça
El expresidente tiene una gran ascendencia sobre la directiva de Bartomeu y los aspirantes al cargo creen que apoyará a Jordi Roche como candidato continuista
Josep Maria Bartomeu ha remodelado su junta directiva cuando solo falta un año para que concluya su mandato y deba convocar elecciones. Un movimiento del presidente del Barcelona para cohesionar el órgano rector en sus últimos meses al frente y desembarazarse de incómodos compañeros de viaje. Si convulso fue el inicio de su mandato, no está siendo más tranquilo el ciclo final durante un lustro en el que no ha logrado una temporada de tranquilidad. El club, sostenido en el campo por Leo Messi , se desangra en los despachos. Daños económicos, deportivos e institucionales atenazan a la actual junta directiva. La sensación de desgobierno se percibe en las oficinas del Camp Nou, pero también en corrillos de la industria del deporte, donde se cuestiona la capacidad de algunos de los principales ejecutivos azulgranas y la pérdida de influencia real.
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La abrupta salida de Emili Rousaud y el resto de directivos que también decidieron dimitir hace dos semanas dejan huérfana a la junta de un candidato continuista que pueda reconducir la maltrecha situación económica. Y aquí es donde surge la figura de Sandro Rosell, cuya sombra planea sobre las próximas elecciones a pesar de que el empresario no quiere acudir a las urnas . «Le prometí a mi madre que mientras ella esté viva no me presentaría, y espero que mi madre viva 150 años. Además, hay que saber pasar página y no eternizarse en los cargos… », explica en una entrevista concedida a Mundo Deportivo justo un año después de salir de la cárcel tras demostrarse su inocencia en la acusación de blanqueo de capital y pertenencia a banda criminal que le mantuvo dos años en prisión preventiva.
El apoyo a Jordi Roche
El expresidente ha vuelto al ruedo mediático en un momento en el que Bartomeu necesita apoyos para poder acabar su mandato rodeado de cierta tranquilidad. El resto de candidatos que se presentarán a las elecciones en 2021 creen que Rosell actuará desde la sombra, apoyando a un postulante que aún no ha aparecido públicamente, aunque todos tienen claro que será Jordi Roche. El que fuera presidente del Girona (2001-2005) y de la Federación Catalana (2005-2008) es íntimo amigo de Rosell y ha sido tentado en varias ocasiones por Bartomeu para que formara parte de su directiva, aunque descartó el ofrecimiento por cuestiones profesionales. Ahora parece dispuesto a asumir el reto de aspirar a la presidencia y colgarse la vitola continuista por sus vínculos con los dos últimos presidentes del club.
«Lo único que deseo es que ningún candidato represente los intereses mediáticos o económicos que siempre han querido controlar el club para facturar y ganar dinero a su costa, como ha pasado en alguna etapa pasada. No apoyaré a aquel que represente intereses mediáticos, económicos o políticos , y cuando sea el momento y si los socios quieren escucharme, denunciaré abiertamente quién los representa para no votarle», advierte Rosell, que amenaza con aparecer en los próximos comicios. El exdirigente se siente avalado por los 35.021 votos que recibió en 2010 y que le confirmaban como el presidente más votado de la historia del club.
Mucho se ha escrito sobre la influencia de Rosell en la dirección del Barcelona tras su dimisión en 2014, cuando le traspasó los poderes a Bartomeu, vicepresidente deportivo del momento y compañero de viaje desde la época del mandato de Joan Laporta . Bartomeu fue legitimado en las urnas al año siguiente y mantuvo el grueso de directivos fieles a Rosell. De su actual órgano rector, hasta nueve directivos estaban vinculados al club durante la etapa de Sandro. Solo Marta Plana , secretaria de la junta, Jordi Argemí y el tesorero David Bellver han sido incorporaciones asumibles a Bartomeu. Y curiosamente, Bellver es un íntimo amigo de Rosell que se desplazaba a Madrid cada vez que el empresario tenía que declarar en la Audiencia Nacional en el periodo en el que estuvo encarcelado.
Rosell se defiende
«Es una falsedad que digan que la actual junta es ‘rosellista’», se defiende Rosell. «‘ Barto ’ ha tomado sus decisiones él solo, y todos los directivos que siguen, ya estaban. Si yo hubiera influido, como ejemplo, hubiera intentado que mi amigo Silvio Elias continuara en la junta directiva», añade haciendo referencia a que el encargado del Barça B y las categorías inferiores se marchara junto a Rousaud, Pont, Tombas, Calsamiglia y Teixidor por desacuerdo en la forma de gestionar la entidad azulgrana.
No obstante, once de los que se quedan son de su círculo y nueve formaron parte de la candidatura que ganó las elecciones en 2010 bajo el lema «Todos somos el Barça» . Jordi Cardoner, Jordi Moix, Joan Bladé, Dídac Lee, Josep Ramón Vidal-Abarca, Javier Bordas, Pau Vilanova y Xavier Vilajoana se han mantenido fieles a Bartomeu tras ganar las elecciones con Rosell como líder. Ya ellos se unió como vocal en 2015 Oriol Tomás , que ahora ostenta el cargo de vicepresidente comercial y entre 2011 y 2013 formó parte de la comisión deportiva. Hay quien asegura que es el tapado para dirigir una candidatura continuista . Su conexión con Rosell se remonta a su etapa como director general de fútbol de Nike en España y Portugal, cargo en el que sucedió al expresidente.
Íntimo amigo, pero sin aspiraciones presidencialistas, es Javier Bordas , responsable del primer equipo de fútbol, que jugó y compartió vestuario con Rosell. También Pau Vilanova , recién nombrado vicepresidente institucional, que le acompañó en Madrid durante su juicio, o el anteriormente nombrado David Bellver . «Honesto, independiente de intereses externos, futbolero y apolítico mientras sea presidente» son las características que tiene que tener el próximo inquilino del sillón presidencial del Barcelona según Rosell. En esta definición se situaría Jordi Roche , que aún no se ha pronunciado, pero al que todo el entorno culé coloca en la carrera electoral.
En la sombra
La estrategia de Roche está clara. Cuenta con el apoyo de la actual directiva y de Sandro Rosell, pero se mantiene al margen para que no le salpique la actual gestión y los problemas financieros, deportivos e institucionales que están perjudicando la imagen de Bartomeu y de sus compañeros de viaje. Nacido en Gerona (1974), Roche siempre ha mantenido una gran relación con el fútbol catalán y su gestión en la territorial fue impecable: tres años le bastaron para sanear las cuentas y obtener unos beneficios hasta entonces récord en la historia de la entidad. Sus conexiones le abrieron las puertas del Barça , pero no dio el paso ni cuando Rosell ganó las elecciones en 2010 ni con Bartomeu en 2015. El actual mandatario le ofreció el cargo de vicepresidente deportivo, pero la imposibilidad de compatibilizarlo con sus obligaciones profesionales abortaron el acuerdo.