Barcelona
Messi vuelve a topar con Argentina
El último encontronazo con seguidores del River Plate en el Mundial de Clubes reaviva la difícil relación del astro con su país
En cuestión de cainismo siempre queda el consuelo de mirar al fútbol argentino. Tras la final del Mundial de Clubes , y antes de embarcar rumbo a Barcelona, Leo Messi fue insultado en el aeropuerto de Tokio por unos hinchas de River. Uno de ellos llegó a escupir al astro —decimos astro sólo si es argentino—, que, según informa «Mundo Deportivo», se defendió con un leve empujón. Luis Suárez y Mascherano acudieron en su defensa y no pasó de ahí.
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Durante el partido, el diez también fue silbado por la afición de River. Incluso le ocurrió a Mascherano, un jugador que debutó con los Millonarios y que también tuvo problemas en el aeropuerto. «¡Nos olvida, Mascherano nos olvida!». Le gritaron el clásico «Mascherano, la c… de tu madre, pesetero, por lo menos Messi saludó a los argentinos».
Un error de época
Estos incidentes aislados fueron condenados por el presidente de River. «Siempre hay un tonto. Messi es un caballero, hizo el gol y levantó la mano pidiendo disculpas. Siente a River». Porque Messi estuvo a punto de jugar allí antes de irse al Barcelona . Hizo las pruebas, aunque el equipo de la franja roja, en error de época, se negó a costear su tratamiento médico.
Lo de Tokio fue un caso aislado repudiado por los aficionados y la prensa («un inadaptado de River», se ha titulado), pero retrata el lado irracional del barra brava, estigma del fútbol argentino. Hasta Messi ha tenido problemas con la fuerte exigencia y con el apasionamiento enrarecido que a veces se vive allí. Sólo hace falta recordar el reciente editorial del diario «Olé» cuando la derrota ante Chile en la Final de la Copa América . Le culpaba directamente. «Está mal puesta la cinta de capitán».
A Messi le costó ganarse el corazón de los aficionados. No ha jugado profesionalmente en ningún club y hubo muchas suspicacias con la diferencia de su rendimiento en el Barça y en la selección. Con el tiempo se han resuelto, pero queda un sector irreductible de la crítica que le persigue con la persistente acusación de «pecho frío».
Al saber lo del escupitajo un aficionado escribió: «Dicen que le escupieron el pecho a Messi y la saliva se le congeló». En su contra tuvo siempre al sector más devoto de la secta maradoniana, que no admite comparaciones con el divinizado Pelusa. La fuerte pasión por la selección se acompaña de una mordacidad que aquí desconocemos. «Cuentan que Adidas está preparado un calentador de pecho para esta banda de pechofríos», dijo alguien en la última Copa América.
El «Burrito» Ortega tuvo que salir entonces en defensa del astro. «Cómo le voy a decir «pecho frío» a un tipo que cuando tenía 11 años se inyectaba agujas solo para pelear contra una enfermedad; a un tipo que con 11 años se fue a Europa cargando con su familia, a un tipo que le dijo que no al país que le dio todo y eligió al que no le dio nada». Concluyó como Bécquer: «¿Pecho frío a Messi? «Pecho frío» sos vos que tratas de pecho frío a Messi».
El error en la red
Ese fútbol también está dominado por el fuerte antagonismo Boca-River. En Japón sucedió algo que la recuerda. En el Twitter oficial del Barcelona, en un momento de la retransmisión apareció escrito Riber con b . Esta es la grafía que el hincha de Boca Juniors adaptó para referirse a su archirrival desde que descendiera a la B, la segunda división. La cuenta oficial borró pronto ese «Riber» ante los mensajes de sus escandalizados seguidores.
Es una afición que sabe mostrar su descontento. Cuando el equipo descendió, algunos de sus hinchas quemaron su propio estadio y lanzaron pañales y maíz a los futbolistas, que por algo son conocidos como «gallinas». O millonarios, así se conoce al gran River de Di Stéfano, Perfumo, Francéscoli, Pedernera, Sivori...
Pero los hinchas se vengaron en Japón, y no pudiendo celebrar la victoria, respondieron recordando a los aficionados de Boca Juniors uno de sus más grandes escándalos recientes: cuando fueron suspendidos de la Libertadores por el lanzamiento de gas pimienta a los jugadores de River. Apareció en las redes sociales un vídeo de misteriosa autoría en el que una japonesa, en dificultoso castellano, se dirigía a Boca y su pueblo (la mitad más uno): «Lo suspendiste porque no tiene aguante. Tilaste gas pimienta».