Los jugadores del Barcelona, máximos culpables y sin ninguna excusa

Son los actores principales y los que más cobran. Por lo tanto, a la hora de repartir responsabilidades, los jugadores son los máximos culpables en la humillante derrota ante el Bayern. Así lo entendieron los aficionados que les esperaron en el hotel de concentración para abuchearles o los que ayer por la mañana cubrieron con ofensivas pancartas ( «menos lujo y más orgullo» o «jugadores mercenarios» ) los aledaños de la Ciudad Deportiva, donde debían recoger sus vehículos. Aunque la mayoría salió por una puerta trasera para evitar confrontaciones.

La plantilla necesita una regeneración total, sobre todo en el once titular, donde más de la mitad de los jugadores sobrepasan los 30 años y en la que se mantiene la columna vertebral del equipo que ganó la Champions en Berlín 2015, hace un lustro. Gerard Piqué, uno de los pesos pesados, ya se ha ofrecido a liderar el cambio. «Nadie es imprescindible, yo soy el primero que me ofrezco. Si tiene que venir sangre nueva y cambiar esta dinámica soy el primero en irme, en dejarlo, porque creo que hemos tocado fondo», apuntó el catalán. Un pensamiento ratificado por De Jong: «Se demostró que tenemos muchos problemas en el equipo. Sabemos que tenemos que hacer muchos cambios. Es difícil, pedimos perdón a los aficionados. Creo que tenemos que cambiar muchas cosas», explicó el centrocampista holandés.

El problema con el que se encontrará Bartomeu es el escaso potencial económico con el que financiar una revolución. Con Pjanic y Trincao fichados, el objetivo prioritario es Lautaro Martínez , un central y dos laterales pero no hay dinero en la caja y los trueques se presumen como la única alternativa con la que renovar la plantilla. No obstante, al llegar a esta opción surgen varias dificultades. La primera, encontrar clubes que puedan asumir los emolumentos que perciben los futbolistas azulgranas transferibles. Yla segunda, lidiar con la devaluación sufrida tras la goleada en Champions. Ter Stegen, Leo Messi y Ansu Fati son los únicos que se salvan de la quema y alrededor de ellos quiere construir el Barcelona un nuevo proyecto ganador. Los próximos días serán movidos en el Camp Nou.