Del extraño tuit de Williams a los abrazos en la Real Sociedad: así celebraron el pase los «matagigantes»

Horas después de la sorpresa en el Santiago Bernabéu , Iñaki Williams llevó la locura a la grada de San Mamés en el último suspiro. Si la Real Sociedad había derrotado al Real Madrid gracias a su gran partido, donde a pesar de llegar a ir ganando 1-4 terminaron sufriendo, sus vecinos bilbaínos asestaron un golpe directo a la mandíbula culé para dejar KO a Messi y compañía. Ambos estarán hoy, junto a Mirandés y Granada, en el sorteo de semifinales de la Copa del Rey.

Quizá la clasificación de la Real Sociedad fue una sorpresa mayor. Primero, porque el estadio blanco se presentaba como feudo inexpugnable en las últimas fechas, y segundo, porque Zidane parecía haber armado un equipo fiable para este tipo de citas. Pero dos nombres propios sobre el resto hicieron acto de presencia en la capital: Odegaard , que se marchó ovacionado después de su enésima exhibición de fútbol excelso esta temporada ; e Isak , verdugo del Real Madrid con dos goles, una asistencia y una intervención decisiva en el primer gol.

Al término de los noventa minutos, que acabaron con una Real Sociedad con diez hombres sobre el campo y resistiendo el bombardeo local -dos goles en los últimos diez minutos-, la euforia se desató en el vestuario donostiarra. Imanol Alguacil esperó emocionado a sus jugadores, a los que fue abrazando uno por uno. Especial mención a Oyarzabal , un chico de la casa que ayer disfrutó de una de las noches más mágicas de su aún temprana carrera.

El siguiente turno fue del Athletic . Cierto es que San Mamés se antojaba un campo difícil y que el Barcelona no llegaba en un buen momento, pero los de Quique Setién completaron un buen partido de cuartos de final. Solo faltó, tal y como como aseguró luego el entrenador cántabro, que el resultado acompañara.

Y es que cuando parecía que Unai Simón se alzaría con el trofeo de héroe del partido, sobre todo tras dos paradas esenciales a Griezmann y Messi -esta última en el añadido-, apareció Williams . A priori el gol de la victoria parecía suyo, pero las repeticiones parecen dejar ver que es Busquets quien se introduce el balón en su propia portería. Sea como fuere, el nueve rojiblanco estaba donde tenía que estar y resultó decisivo en el desenlace.

«No me salen ni las palabras. Hay que tener fe y corazón. En esta Copa sabíamos que estaba habiendo resultados complicados que nadie esperaba», dijo nada más terminar el partido, visiblemente emocionado aún sobre el césped. Poco después, esta alegría se trasladó a sus redes sociales, donde publicó un indescifrable mensaje fruto de la euforia del momento.