El contrato de Messi divide al barcelonismo

El contrato de Leo Messi no deja indiferente a nadie y ha generado una gran controversia en la Ciudad Condal entre los propios seguidores azulgranas. Si bien un sector considera que el futbolista es el mejor del mundo, debe cobrar como tal y reporta ingresos acordes con la cifra que recibe, otro grupo considera indecente que se baraje tal cantidad de dinero en un contrato futbolístico, al margen del impacto que tiene sobre el club , que está inmerso en una grave crisis económica. Hay que recordar que el contrato del rosarino, que expira el próximo 30 de junio, por el que el Barça ha pagado en estos últimos cuatro años asciende a 555.237.619 euros , es decir 138,8 millones brutos al año, según ha tenido acceso el diario «El Mundo». A este respecto, el club ya ha anunciado que emprenderá «acciones legales» por el contenido de estas informaciones al tratarse de información confidencial. También el jugador ha puesto el tema en manos de sus abogados para estudiar si se denuncia a Bartomeu, Tusquets y Grau, las únicas personas con acceso a esa información.

Víctor Font , candidato a la presidencia del Barcelona, ha sido uno de los primeros en pronunciarse. El empresario no ve ningún problema en las cifras que se le pagan y considera que su sueldo es merecido. «Leo Messi se ha ganado hasta el último euro que le ha pagado el Barça. Él no nos ha arruinado. Al contrario. Es el mejor jugador de la historia y queremos que siga con nosotros para siempre», asegura. Hay que tener en cuenta que Font aboga por la continuidad de Messi, con el que piensa mantener una reunión si gana en los comicios del próximo 7 de marzo. Desde la candidatura de Joan Laporta no ha habido un pronunciamiento oficial pero más que valorar las cantidades que percibe el argentino, las críticas van encaminadas a la filtración del contrato , por lo que ven una mano negra que quiere perjudicar al Barça y entorpecer la renovación del futbolista. «Hace muchos años abrieron el ventilador de porquería para que Guardiola (jugador) no renovase. Ahora lo hacen con Messi. Siempre desde dentro del club, siempre por la espalda , con cobardía, y siempre son los mismos, los que viven el Barça y la vida con rencor y sin alma», publicaba en su cuenta personal Jordi Finestres, persona muy vinculada a Joan Laporta.

Buena parte de la masa social relaciona la aparición del contrato con la situación del propio Messi cuando faltan cinco semanas para que se produzcan las elecciones. Es evidente que el salario de Messi es una patata caliente para el que salga escogido como nuevo presidente, ya que la deuda del Barcelona (1.174 millones de euros) obliga a una rebaja salarial y a adecuar los emolumentos de todos sus futbolistas. Además, grava considerablemente sobre el margen de maniobra de la dirección deportiva, que ve limitada su capacidad de fichar. El contrato de Messi encarece la plantilla y obliga a desprenderse de futbolistas que también tienen un salario elevado, como fue el caso este pasado verano de Luis Suárez, Rakitic o Arturo Vidal. Una gran parte del barcelonismo da por hecho que todas las cifras se han filtrado desde dentro para facilitar la salida del astro argentino y justificar la decisión. «A Messi le ofreceremos una propuesta que sea acorde para él y para el club», asegura constantemente Laporta, que sabe que no puede mantener el mismo coste. Incluso Toni Freixa se mantiene firme cuando se le pregunta por Messi: «Para hablar de Messi hay que ponerse en pie, pero hay que tener un mensaje muy realista. A nosotros nos encantaría que Messi continuara en el club hasta que se retire, pero nosotros gestionaremos el club pensando primero en el propio club . Ni siquiera el mejor jugador de la historia como es Leo Messi está por encima».

En cualquier caso, más allá de la intención de cada candidato y de la receptividad de Messi a la hora de negociar un hipotético nuevo contrato, se ha instalado en el barcelonismo una duda sobre la conveniencia de su continuidad . La relación quedó tocada el pasado verano, tras el burofax que el atacante le mandó a Bartomeu exigiendo su salida. Aunque Messi parece haber recuperado la ilusión sobre el terreno de juego, a nadie se le escapa que los encontronazos que ha sufrido en estos últimos años han hecho mucha mella en él. La publicación de su contrato es un nuevo varapalo y le confirma su indefensión ante la mirada pública . «Estoy cansado de tener la culpa de todo en este club», soltó recientemente cuando se le preguntó por su relación con Griezmann. Justo acababa de ser retenido e investigado por unos agentes de la Agencia Tributaria en el avión del que regresaba tras jugar con Argentina. El fantasma de una huida definitiva vuelve a planear, si es que alguna vez lo espantó del todo, como sucediera hace unos años cuando fue juzgado y condenado por fraude fiscal.

Las redes sociales arden con mensajes contradictorios. Aunque la mayoría culpa a la directiva anterior por el faraónico contrato del futbolista aceptando unas cláusulas desmesuradas, una buena parte de aficionados culés argumentan que si el Barcelona fue capaz de presupuestar más de mil millones de euros de ingresos fue gracias al poder de atracción de Messi sobre patrocinadores y anunciantes, que han llegado a acuerdos millonarios con el club, imposibles si el rosarino no vistiera de azulgrana. Más allá de todos los títulos conseguidos por el club, con unas vitrinas mediocres hasta su llegada. No obstante, con 33 años, un inicio de temporada irregular y un proyecto transitorio, su salida no sería una hecatombe como si se hubiera producido hace unos cuantos años . El debate está servido pero lo que está claro es que si alguien buscaba la salida del jugador, le ha allanado el camino y le ha dado un leve empujón para ayudarle a decidirse sin que el barcelonismo lo censure.