OPINIÓN
El abuelo madridista que me hizo ser del Betis
Antes era el fútbol el que generaba interés, no los equipos. Por eso no es de extrañar que surjan movimientos como la Superlilga
La pregunta que más veces me han hecho en mi vida es «¿Pero tú por qué eres del Betis?». Casi siempre aparece, sazonada con recelos e incredulidad, en la tercera o cuarta charla, cuando el recién conocido descubre que soy un forofo que no tiene ningún lazo familiar con Sevilla. Es un «pero, joder, que eres madrileño, ¿qué te pasa, eres idiota?» dicho de forma educada.
Es triste reconocerlo, pero durante años la respuesta a la manida pregunta ha sido precisamente poner cara de idiota y balbucear «pues es que de pequeño me gustaba el verde, y ya ves...». Me podría haber preparado algo, pero siempre me acordaba después de decirlo.
Hace unos meses encontré una foto que me hizo replantearme esta respuesta. Es enero de 2002 y yo estoy viendo mi primer partido en el campo con mi padre, mi tío, mi hermano y mi abuelo. Todos ellos sonríen, pero yo tengo cara de tortura porque mi equipo va perdiendo 1-0 en ese momento (ya ves tú, años más tarde me comí un 6-1 en 45 minutos).
Cuando vi la foto me acordé a la perfección de ese momento y recordé cómo me animaba mi abuelo, cómo me decía que íbamos a empatar. Fallamos un penalti, mil ocasiones... y al final empatamos. Y mi abuelo me regañó por todo lo malo que dije de mi equipo hasta el gol, porque había que estar con él en las duras y en las maduras.
Erasmo Ginés era madridista hasta la médula, pero él no quiso hacerme madridista. Todo lo contrario, en los momentos en los que desconfiaba del Betis, que eran muchos, me miraba con cara rara. Cuando algún familiar (todos madridistas) pinchaba con que fuera bético, él le mordía. Le daba igual que fuese de otro equipo, porque le encantaba el fútbol y se informaba todos los días. No solo del Madrid, de toda la Liga. Que viera conmigo los noventa minutos de un Alavés-Betis -que por supuesto acabó 0-0- no era algo llamativo.
Mi abuelo hace años que se fue, y como él se han ido miles de aficionados al fútbol, no solo a un equipo. Por eso no es de extrañar que surjan movimientos como la Superliga. Es otra época, ni mejor ni peor, simplemente distinta a la de hace 20 años. Y además hay que competir contra los Youtubers, Twitch y otras mil plataformas de entretenimiento que antes no existian.
Hoy se juega un Madrid-Betis, y además es un día importante para mi familia. Por ambas cosas me voy a acordar muchísimo de mi abuelo. Y me contentaré sabiendo que, pase lo que pase en el partido, él estará contento.
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