Cuando jugar la vuelta en casa ya no es una ventaja

Durante años muchos equipos han celebrado al enterarse de que la definición de una eliminatoria sería en su casa. Pero de un tiempo a esta parte esa tendencia ha ido cambiando y los números que presentan las últimas siete finales de la Liga de Campeones parecen echar por tierra la teoría.

Tener la posibilidad de cerrar el pase a la siguiente ronda en el propio estadio era considerado un extra, algo que los equipos no podían desaprovechar. Por el conocimiento del campo de juego, por la familiarización con el entorno o por el factor psicológico de la afición, pero la realidad indica que ya no es una ventaja. En doce de las últimas catorce semifinales el pase se definió fuera de casa.

De las últimas cinco semifinales que ha disputado el Real Madrid , tres de ellas con José Mourinho al mando y las otras dos con su actual entrenador, el italiano Carlo Ancelotti, solo consiguió el billete a la final definiendo en condición de visitante, la pasada campaña en Alemania, frente al Bayern Munich.

En las cuatro restantes, en las que el estadio Santiago Bernabéu se vistió de gala para ayudar a lograr el pase, el conjunto merengue no pudo celebrar la clasificación ante su gente.

A pesar de que los números indican lo contrario, algunos protagonistas aun insisten y alzan sus voces cuando conocen cómo será el cierre de una serie. Sin ir más lejos, Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid consideró que «Jugar la vuelta en casa puede ser una ligera ventaja» refiriendose al encuentro de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones de su equipo frente a la Juventus, en el Bernabéu.