Vuelta a España
El mejor velocista no quiso ver crecer a su hijo por Skype
Marcel Kittel anunció antes de la Vuelta que, desmotivado, se retira para estar con su familia
La distancia y la familia no mezclan bien en el ciclismo. Tantos días en las carreteras, tantas noches sin dormir en casa terminan pasando factura a nivel anímico para muchos ciclistas. Es la seña de identidad de este deporte, la lejanía, y también el motivo por el que algunos renuncian. Es el caso de Marcel Kittel .
El velocista alemán, propietario de una de las mejores hojas de servicio en el ciclismo de nuestros días (14 etapas en el Tour, 4 en el Giro), fue el hombre que desbancó a Mark Cavendish como hegemónico dominador de las llegadas en el Tour. Una bola de músculos que cuidaba su imagen al límite, siempre bien peinado y tuneado pese a los sudores de su profesión. Probablemente el mejor velocista del mundo.
Kittel ha corrido en los mejores equipos del World Tour (Argos, Giant -actual Sunweb-, Ettix -Deceuninck-, y Katusha) hasta que a los 31 años ha dicho basta . Se retira por motivos personales, desmotivado. Lo anunció antes de empezar la Vuelta a España .
«El dolor define este deporte , el mundo en el que vives. Perdí toda la motivación para seguir torturándome en la bici», resumió el germano.
Desmotivación y familia, dos argumentos para plantearse cualquier futuro. Ha sucedido muchas veces en otros deportes (Luis Enrique, David Silva...) y pasa ahora en el ciclismo.
«Como ciclista, viajas 200 días al año y no quiero ver a mi hijo crecer por Skype. Familia, amigos, todo era demasiado corto. Además de la fatiga permanente y la rutina ... me he dado cuenta de esta pérdida de calidad de vida cada vez más».
Kittel envió un mensaje la semana pasada a todo su equipo, el Katusha, explicando las razones de su retirada y dando las gracias a sus directores, compañeros y auxiliares.
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