Giro de Italia
Mark Cavendish ensalza al ciclista veterano
El velocista inglés de 36 años se impone en el primer esprint del Giro, su victoria número 160
![Mark Cavendish](https://s2.abcstatics.com/media/deportes/2022/05/08/cavendish-ky6H--1248x698@abc.jpg)
El Giro se despide de Hungría con una etapa insufrible, siesta obligatoria en el sofá durante una sesión de recorrido llano, sin nada que llevarse a la boca más allá de la escapada de rigor de los modestos (dos Androni, un Eolo), del cálculo cada vez más atinado del pelotón para cancelar la aventura y de un esprint con cierto contenido, ya que ganó Mark Cavendish, 36 años , casi coetáneo de Alejandro Valverde. Honor y gloria para el ciclista veterano.
Para su desgracia, las etapas propicias para velocistas se reducen en las grandes vueltas por lógica. En una sociedad del ocio como la actual, con una oferta tan diversificada al alcance del mando a distancia, el click o el dedo, una jornada parásita, sin emoción ni lucha, prevista por pronóstico cierto para una 'volata', no deja de ser un contrasentido. El ciclismo es montaña o, al menos, colinas, rampas, subidas, bajadas y riesgo.
En la despedida de Hungría, 201 kilómetros entre Kaposvar y Balatonfured, como quien dice entre Albacete y Villarrobledo. Mínima posibilidad de atacar algo parecido a una cima, por un terreno sin ondulación y solo una cota de cuarta categoría en el tramo final, sin ninguna incidencia.
En el esprint amenazó con lanzarse a todas Van der Poel , un ciclista que va directo a la grandeza por sus condiciones únicas y su ambición para pelear por todo. Pero había demasiados clientes en esa feria, Cavendish, Gaviria, Demare, Ewan, gente con reputación en llegadas masivas y velocidad extra superior a la del líder del Giro.
En una acometida general, con todos los esprinters furibundos lanzados hacia la raya, aguantó el trallazo Mark Cavendish, todavía potente, veloz como una centella a sus 36 años, sin haber perdido esa rapidez en la pedalada que le hizo célebre cuando llegó al ciclismo en 2007.
Era entonces un ciclista lenguaraz, con actitudes matonas, de deportista macarra, capaz de sacar lo peor del repertorio de las buenas formas. Cavendish nunca fue un ejemplo de nada, más allá de su éxito en los esprints, que le han reportado récords de enorme calado (tiene tantas victorias en el Tour como Merckx, 34) y es propietario de 160 triunfos, más que nadie en el ciclismo actual.
El Giro sale de Hungría con un manojo de ganadores de nivel, el estreno y la 'maglia' rosa para Mathieu van der Poel, la contrarreloj para Simon Yates y el primer esprint para Mark Cavendish.
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