Baloncesto | Copa del Rey
El Real Madrid desafía al campeón
Los blancos no sufren ante el Joventut para meterse en la final, donde tratarán de vengar la derrota de la pasada campaña ante los azulgranas
Crónica
El Real Madrid cumplió ayer eliminando al Joventut para alcanzar una nueva final de Copa -la novena en los últimos diez años- y se medirá hoy al Barcelona con el título en juego. Revancha del duelo que ambos protagonizaron hace un año cuya polémica última jugada aún se recuerda en el vestuario blanco y que anticipa un clásico caliente esta tarde en el WiZink Center.
Durante muchas semanas, la imagen de la falta de Claver a Taylor martilleó la retina de los jugadores madridistas, convencidos de que la Copa tomó el camino equivocado en 2018. La infracción que los árbitros no apreciaron llevó el título a Barcelona y cambió el rumbo del conjunto azulgrana, encomendado a Pesic desde entonces. En Madrid, a pesar de la decepción, todo siguió igual, lo que se tradujo en un final de temporada glorioso, con doblete histórico. El mejor final para Doncic, que puso rumbo a la NBA con la Euroliga y la ACB bajo el brazo. El esloveno no podrá estar hoy en la final ante el Barcelona (19.30 horas, #Vamos) pero seguirá el duelo en la distancia, esperando una venganza que lleva tiempo aguardando el vestuario madridista. «No hace falta ponerles aquella imagen, porque se acuerdan de ella todos los jugadores», reconocía ayer Laso, pensando ya en el choque de hoy.
Aunque de cara a la galería la Copa siempre se invite a la prudencia, lo cierto es que en la hoja de ruta de ambos equipos estaba dibujado un clásico en la final. Lo tenia clarísimo el Real Madrid, centrado como nunca en la temporada. Luciendo la versión arrolladora que no da opción a sus rivales. Porque si en cuartos pasó por encima del Estudiantes, ayer ante el Joventut tampoco pasó excesivos apuros.
La voluntad verdinegra fue insuficiente ante el abanico de talento que maneja Laso. Tiene tanta confianza el técnico en su equipo, que ni siquiera los 36 puntos de Laprovittola en cuartos asustaban al entrenador, cuyo plan para frenar al base de los 50 puntos de valoración salió perfecto.
Eñ Joventut, sin fuelle
Lo consiguió con un despliegue físico que ahogó al argentino. Primero con Causeur, luego con Taylor, con Campazzo y hasta con Carroll. Una pesadilla con la que el verdinegro soñará varias semanas. Sin su aportación -acabó con un desastroso 5 de 17 en el lanzamiento y 7 pérdidas-, el Joventut se encomendó a Todorovic y al orgullo. El que mostró durante tres cuartos antes de sacar bandera blanca lastrado por el esfuerzo.
Al desgaste verdinegro por el triunfo ante el Baskonia se sumó el que le exigió el Real Madrid, que no le dio tregua en ningún momento. Los blancos cimentaron su victoria en la pintura -abrumador dominio con 44 rebotes, 21 de ellos en ataque-, donde Ayón comenzó también a escribir su nombre como futuro MVP del torneo. «Ante el Barcelona va a ser una guerra. Solo vale ganar o morir», afirmó el mexicano, el mejor del partido.
El Barça, susto y a la final
Lo será simpre que su equipo levante el trofeo ante un Barcelona que fue el primero en sacar su billete para la final. Lo hizo tras ganar al Tenerife en un duelo que dominó durante tres cuartos y medio y que estuvo a punto de perder en un intenso final. «Hemos hecho el bobo y casi se nos escapa la final», reconocía Ribas tras el partido, en el que el Barcelona desperdició una ventaja de 24 puntos para terminar ganando por apenas seis (92-86).
Aun así, los azulgranas exhibieron poderío rumbo a la final. Un conjunto sin fisuras que apenas concede canastas fáciles. El antídoto perfecto para hacer frente a los blancos. El único camino para superar a este Real Madrid arrollador que camina firme hacia su sexto título copero de la era Laso. La revancha se sirve fría y en casa. Espera un clásico en la final.