Darussafaka-Real Madrid

Wanamaker, la estrella inesperada

El jugador americano del Darussafaka amenaza con sentenciar al Real Madrid en Turquía

E. V. ESCUDERO

El Real Madrid se juega su futuro europeo durante los próximos tres días. Los blancos, derrotados el viernes por el Darussafaka en el WiZink Center, necesitan ganar al menos uno de los dos partidos que se disputarán en Estambul para mantener sus opciones de estar en la Final Four y para ello deben hacer frente al principal problema que les ha planteado el conjunto turco, que no ha sido otro que Brad Wanamaker.

Tras su aventura en el banquillo de los Cavaliers, David Blatt buscaba nuevas emociones. El técnico, despedido por la franquicia de Cleveland a mitad de temporada, volvía a Europa con la única pretensión de volver a disfrutar del baloncesto y, tras meses deshojando la margarita, eligió el proyecto ambicioso del Darussafaka. Con un presupuesto ilimitado, el primer nombre que Blatt puso sobre la mesa no fue el de una estrella consagrada. Al contrario. El elegido para liderar su proyecto era Brad Wanamaker un incipiente jugador americano sobre el que había muchas dudas.

Sin el lustre de otros, el americano se asentó tranquilo en Estambul, confiado en brillar de verde como lo había hecho en cada uno de los equipos que habían contado con él. Acostumbrado a ser un líder, el único gran mazazo de Wanamaker llegó en 2011, cuando la NBA se olvidó de él en el draft . Aquel día tuvo dudas, pero enseguida se dio cuenta de que hay más baloncesto fuera de la liga americana.

Sin un gran físico, pero con una muñeca certera, pasó por la liga italiana, la francesa y la alemana dejando siempre buenas sensaciones. Dando pasos hacia la cima sin hacer mucho ruido . Fue el año pasado cuando empezó a acaparar los focos, aunque ha sido de la mano de Blatt cuando se ha podido ver el auténtico potencial de Wanamaker.

Mientras decide qué hace con su futuro –CSKA, Barcelona y hasta la NBA le han abierto ya las puertas para el año que viene– , el escolta está centrado en llevar al Darussafaka a la Final Four. Para ello deben eliminar al Real Madrid, algo que tienen en su mano tras el empate en la serie –al mejor de cinco– que se trajeron de la capital de España (1-1). «Sabemos que hay que ganar sí o sí en Estambul y el equipo está mentalizado para ello», reconocía Pablo Laso, técnico madridista antes de viajar a Turquía, donde hoy ( 20.15 horas, Movistar+ Deportes ) se medirán al Darussafaka en el primero de los dos duelos sin red que el Real Madrid necesita ganar para seguir con vida en la Euroliga.

En él, además de la misión de frenar a Wanamaker (21 puntos de media ante los blancos esta temporada ) , el Real Madrid deberá recuperar su mejor juego, algo que se ha echado de menos en los dos primeros encuentros de la serie. « Quizá nos ha faltado un poco de ritmo , pero cuando el rival quiere alargar las posesiones y tiene acierto en el tiro al final, es más difícil montar tu juego de ataque, pero la sensación de incomodidad la puedes tener en otro tipo de partido. Lo importante es jugar mejor tanto defensivamente como ofensivamente», apuntó el técnico del Real Madrid, que tiene la única duda de Thompkins (lumbalgia) para el partido.

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