Copa del Rey
El Real Madrid arrolla al Valencia rumbo a la final
Un magnífico Campazzo (15 puntos, 9 asistencias y 7 robos) comanda el triunfo blanco ante un inoperante equipo naranja
Crónica
Se ha acostumbrado el Madrid a sestear durante algunas fases de la temporada. Agotado el vestuario por la dureza del calendario y por la falta de motivación de algunos encuentros de la ACB. Son tropiezos medidos. Inevitables en medio de la vorágine de viajes y partidos que salpican este tramo de la temporada. Asumidos con resignación por Pablo Laso , el primero en entenderlos, pues antes que fraile, fue cocinero. Las dudas que generan esos baches no afectan al vestuario, que se conoce a la perfección y que cambia el chip en cuanto huele los títulos. Así fue cómo los blancos superaron sin muchos problemas al Bilbao Basket en cuartos de final y cómo arrollaron ayer al Valencia Basket, en un partido sin mucha historia que se decidió en los primeros minutos.
La superioridad del Madrid se fabricó en la defensa, donde Campazzo es capitán general. El argentino disfruta como ninguno en esa faceta y su predisposición suele contagiar al resto de sus compañeros. Se ahogó el Valencia en la intensidad madridista y así empezó a crecer la ventaja de los blancos . Al 9-0 inicial respondió el equipo de Ponsarnau con un tímido ataque de carácter de Doornekamp y Abalde (15-11, min. 9). Fogonazos que llegaban a cuentagotas. Porque era un suplicio cada ataque para los naranjas, incapaces de encontrar una grieta en la tupida defensa del Madrid.
Se sucedían los errores y era Campazzo el que mejor los aprovechaba. Cinco robos para él tras el primer cuarto. Una barbaridad que encontró dos aliados en las muñecas de Taylor y Randolph (28-13, min. 15). Se escapaba el Madrid sin remisión. Sin que Ponsarnau pudiera hacer frente al poderío físico de los blancos. Era una muralla Tavares, al que ninguno de los pívots valencianos pudo hacer frente. Tobey, héroe ante el Barcelona, apenas sumó en semifinales. Al igual que un Dubljevic demasiado errático. Era todo un desastre en el equipo naranja, que al descanso solo había sido capaz de anotar 20 puntos. Un botín ridículo para el tercer ataque más potente de la ACB.
Gran ovación a Reyes
Estaba tan insulso el encuentro, que el Carpena aprovechó para rendir su particular homenaje a Felipe Reyes , al que regaló la mayor ovación del fin de semana cuando Laso le puso en pista. Cada partido que pasa suena a despedida para el capitán, que se desfondó en la pista como si fuera un juvenil. Lo sabe el pívot, que respondió a los aplausos con un derroche sobre la cancha donde hoy espera levantar su séptima Copa del Rey, la sexta como jugador del Real Madrid.
"Me he emocionado muchísimo. No esperaba tal recibimiento"
— #CopaACB (@ACBCOM) February 15, 2020
El Martín Carpena al completo aplaudió a @9FelipeReyes. ¡Leyenda!#CopaACB pic.twitter.com/P9b7GBShLL
Exigió Laso mantener la concentración tras el descanso para evitar un sofocón innecesario. La experiencia dicta que cualquier esfuerzo adicional pasa factura en este tipo de torneos tan cortos y por eso el técnico pidió un esfuerzo a sus jugadores para cerrar el partido cuanto antes. Lo consiguió el Madrid, de nuevo acunado por un magnífico Campazzo (15 puntos, 5 rebotes, 9 asistencias y 7 robos en apenas 23 minutos de juego), que se marchó dejando a los blancos 28 puntos arriba (72-44, min. 32).
Con el choque decidido, Laso aprovechó para curar las heridas. No jugó más Rudy Fernández –tocado en los abductores y visiblemente molesto en el tiempo que pasó en la cancha –, pero sí el resto de jugadores blancos. Incluido un Laprovittola que no participó en el duelo de cuartos de final. Guardó energías el técnico y, de paso, cargó las pilas de todos sus jugadores antes de afrontar el domingo la final, el último escollo hacia el segundo título de la temporada.