Bilbao Basket-Gran Canaria
El Herbalife obra un milagro rumbo a la final
Remonta 19 puntos en los últimos quince minutos y luchará el domingo por el título de Copa
Crónica
El Herbalife Gran Canaria sigue asido a la historia en esta Copa de La Coruña que no deja de dar sorpresas. Ayer, mediado el tercer cuarto, Bilbao Basket tenía amarrado un triunfo que le daba la oportunidad de luchar por su primer título. Feliz por tocar con los dedos su presencia en la final de Copa, los de Sito Alonso se durmieron y dejaron respirar a la ilusión del Herbalife, cuya remontada imposible es ya historia de la ACBy le permitirá seguir soñando con estrenar su palmarés en la final de esta tarde (19.00 horas, La1).
Hace diez años, Aíto García Reneses rescató a Sito Alonso del baloncesto modesto para darle su primera experiencia en un club de elite como el Juventud. Entonces, maestro y discípulo formaron un tándem exitoso en el equipo catalán, al que le dieron su último título en la Copa del Rey 2008. Ese verano, Aíto le dio la alternativa a Alonso tras su marcha a la selección y desde entonces el discípulo no ha dejado de crecer. Tanto, que ayer se le subió a las barbas al maestro en sus primeras seminales de Copa como técnico principal. Un duelo directo de banquillos que se decantó del lado del más veterano, aunque durante muchos minutos brilló más el aprendiz.
Al Herbalife le pesó la responsabilidad de sentirse favorito durante tres cuartos. Apenas unas horas después de haber dado la campanada ante el Valencia Basket, los hombres de Aíto salieron a la cancha sin intensidad. Como si aquel triunfo ante el líder de la Liga Endesa hubiera sido suficiente. La falta de experiencia le pasó factura a los canarios, donde Oliver era el único que parecía entender la trascendencia del partido. Superados por dentro y por fuera, los amarillos iban poco a poco desesperándose, mientras el Bilbao Basket abría brecha en el marcador. Hannah, mucho más entonado que en cuartos de final, emergía con su versión más ofensiva para liderar a los de negro, extrañamente tranquilos para estar a las puertas de la historia. El base manejaba el partido a su antojo, secundado por el aplomo de compañeros curtidos en mil batallas.
Hace casi dos décadas desde que Raúl López debutó en la ACB, pero sigue tan fresco como entonces. A su perenne cara de niño, el base ha unido una capacidad casi única para conservar su cuerpo. Un elixir de la eterna juventud que comparte con Mumbrú y Hervelle y que sostiene al Bilbao a lo largo de los años. Los tres ejercen de pegamento año tras año en un vestuario abocado a los cambios, pero que mantiene la esencia gracias a ellos. El trío fue el complemento ideal para Hannah y Bertans, ejecutores de un Gran Canaria a la deriva que solo entendió el partido cuando se vio desahuciado (55-36, min. 35).
Un mundo que separaba un mismo sueño y que solo la desesperación empujó al Gran Canaria a volver a perseguirlo. Aguilar, inédito hasta entonces, irrumpió en el partido para empujar a los amarillos y hacerles creer en una victoria que parecía imposible. Entre él y Savané, otro de los veteranos del equipo, engancharon al Herbalife a la eliminatoria con un parcial de 17-2 que encendió a la grada amarilla (57-53). Luego, Báez obró el milagro con su acierto exterior que terminó por dar la vuelta al partido.
Ficha del partido
Dominion Bilbao ( 22+24+9+16): Bertrans (13), Hannah (20), Bogris (8), Mumbrú (17) y Hervelle (6) -equipo inicial-, Slezas, Ruoff, Mendía, Todorovic (2), López (5) y Suárez.
Herbalife Gran Canaria ( 15+19+14+33): Oliver (18), Newley (4), Salin (12), Báez (10) y Omic (9) -equipo inicial-, Pangos (9), Savané (1), Seeley (6), Paulí, Rabaseda (4) y Aguilar (8).
Previa
Cuando el Herbalife Gran Canaria celebró su último ascenso a la ACB en 1995, el Bilbao Basket aún era una idea en la cabeza de Gorka Arrinda. Un sueño del que fuera gran impulsor del nacimiento del club en el año 2000, cuyos sueños de grandeza coincidirían en parte con la aventura que estos días vive el equipo vasco. Tres lustros después de aquel nacimiento, el Bilbao Basket se ha plantado por segunda vez a las puertas de una final de la Copa del Rey, honor que esta tarde ( 19.00 horas, La1 ) se jugará ante el Herbalife Gran Canaria. El que gane se convertirá en un finalista inédito y luchará por hacer realidad el sueño largamente perseguido por cualquier club modesto de la ACB. Levantar el título más especial de la temporada, derribando a los gigantes de la competición y situando a la ilusión y el trabajo por encima de los presupuestos.
La ficha de cualquiera de las estrellas del Real Madrid o el Barcelona da para pagar dos veces a toda la plantilla del Bilbao Basket. Hace un año y medio, el club vasco quebró y estuvo a punto de desaparecer. La crisis golpeó duramente su estructura y su mecenas, el hombre que dio forma inicial al sueño, se convirtió en el villano de la película. Gorka Arrinda tuvo que salir del club, acusado de incumplir promesas con los jugadores y los empleados. Incapaz de hacer frente a una deuda provocada por la falta de apoyo institucional y el abandono de los patrocinadores.
En quiebra técnica, expulsado por la ACB de la Liga Endesa, fue el CSD el que rescató al club en 2014 con una resolución que obligó a la Liga a readmitir al equipo en la competición. Los recortes obligaron a mirar a la cantera. Variar el proyecto y confiar en los hombres de la casa. Mumbrú, Hervelle, Raúl López ... «Viejos rockeros» cargados de responsabilidad tomaron el mando. Con ellos y con las cesiones de los grandes, Bilbao volvió a ilusionarse con el baloncesto. Una ilusión que la Copa de La Coruña ha reactivado tras la victoria ante el Barcelona. «Este momento va para ellos, para la gente que confía en nosotros, que viene cada fin de semana a vernos, que está aquí, o que se ha quedado en Bilbao porque no ha podido venir, a todos los que confían en nosotros cada día», reseñaba Mumbrú ayer.
Es en el banquillo donde se produce la conexión entre Bilbao y Gran Canaria. Sito Alonso, técnico del equipo vasco, aprendió durante años junto a Aíto García Reneses , el encargado de llevar al Herbalife a la antesala de la final. «Cuando ganas, no puedes subirte demasiado y cuando pierdes, no debes hundirte demasiado. Hay que procurar tener equilibrio y no es nada fácil», reconocía Aíto tras el triunfo ante el Valencia Basket.
El maestro de los banquillos nacionales ha moldeado a su antojo la plantilla canaria. Un equipo asentado en la zona noble del baloncesto nacional que busca su primera final tras dos décadas entre los grandes. Pangos , una de esas perlas americanas que la NBA deja escapar de vez en cuando, es su extensión sobre la cancha, con Omic como ejecutor principal de un juego alegre que ha cautivado a los aficionados y que hoy quiere seguir soñando con la gloria.
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