Golf - Open Británico
Jon Rahm (+3) sufre en sus carnes la dureza de un "British"
A pesar de desarrollar un gran juego, el español acusa su estreno en el mejor torneo del mundo
Jon Rahm está madurando a pasos agigantados. En su tercer torneo como profesional ya está disputando el Open Británico por méritos propios y está viviendo en primera persona experiencias que antes solo conocía de oídas. Sin embargo, el "British" es tan especial que por muchas referencias que se tengan de él hay que sentirlo para poder contarlo. «Hasta el hoyo 11 no he empezado a disfrutar en el campo- relató confundido el vizcaíno al final de su primera ronda- porque estaba jugando fenomenal pero no hacía más que sufrir por el resultado».
No se trataba de ansiedad, pues venía muy mentalizado y con la estrategia bien aprendida de casa, pero sí del peaje que debe pagar cualquier novato en este terreno. «Supongo que al ser debutante tengo que acostumbrarme aún más a este ritmo y al juego en los 'links', porque ya digo que estoy contento con mi actuación; pero veía que yo me iba cargando de golpes y los líderes hacían lo contrario, lo que me descolocaba un poco». Afortunadamente, un "birdie" en el hoyo 16 y un gran tiro en el 17 le permitieron terminar con buena cara y ya pensando en la jornada de mañana. « Parece que mi sino son las remontadas . En los dos US Amateurs y el Open Estados Unidos que disputé el primer día fallé y el segundo tuve que remar para pasar el corte... pero si ha de ser así no me importa hacer el esfuerzo mañana», bromeó con buen talante.
La mejor enseñanza que se puede sacar de su primer acercamiento a los "majors" es que está jugando muy bien y que tiene la continuidad en el torneo en su mano. Y si además, recibe alguna ayudita externa, mejor que mejor. «Como salte el viento esta tarde se va a complicar mucho el campo para los demás», avisa.
Quien ya podrá respirar tranquilo hasta mañana es Patrick Reed , que dejó un (-5) en la casa club y se convirtió en el primer líder del torneo. Igual que Louis Oosthuizen , que logró un hoyo en uno en el 14 y ya tiene una anécdota para contar a sus nietos. Un hito así no se logra todos los días.
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